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domingo, 16 de junio de 2013

Xiphophporus Maculatus - Platy

Entre los peces de agua dulce más populares en los acuarios destacan los Platys, pertenecientes a la família de los Poecílidos, que comparten con los Guppies y los Mollies, entre otros. Se trata de peces de pequeño tamaño, de apariencia cómica y de gran capacidad de reproducción cuyas formas salvajes se encuentran en Centroamérica, desde el estado de Veracruz (México) hasta Belice, vivendo en aguas muy mineralizadas, bastante quietas y siempre cerca de todo aquello que les proporcione escondites, especialmente entre los amontonamientos de plantas (principalmente Vallisnerias y Ceratophillum). Suelen vivir en bancos de varias decenas de individuos en compañía de Guppies, Mollies y colas de espada.

Presentan el cuerpo poco comprimido lateralmente, con la zona dorsal algo aplanada y la boca súpera que demuestra que se alimentan básicamente en la superfície aunque se mueven en todos los niveles del agua. Sus aletas son generalmente redondeadas, aunque se han obtenido variedades con aletas de muchas formas y tamaños gracias a la cría selectiva. Sus ojos son bastante grandes. En la actualidad existen muchísimas variedades distintas que se diferencian básicamente en el color de sus cuerpos. Algunos ejemplos son la Coral (todo el cuerpo rojo o naranja), la Sunset (Bicromáticos), La Wagtail (aletas negras), la Azul (cuerpo azulado con matices dorados) y la Mickey (mancha negra en el pedúnculo caudal que recuerda al personaje de Disney) entre muchas más. El dimorfismo sexual es muy visible: Los machos son más pequeños que las hembras (unos dos centímetros menos) y su aleta anal está transformada en el gonopodio, un órgano puntiagudo similar a un pene con el que penetran y copulan a las hembras, que son más grandes y tienen la aleta anal redondeada. Los machos miden unos 4 cm y las henmbras 8, y pueden vivir 4 años en cautividad.
No presentan ningun problema para adaptarse a vivir en un acuario aunque se caracterizan por su sensibilidad a condiciones demasiado dispares y a ciertas enfermedades infecciosas. Debido a sus tendencias gregarias y a su vivacidad deben ser alojados en acuarios de 100 litros como mínimo, densamente decorados con todo tipo de plantas, rocas troncos, sustrato oscuro y de grano más bien fino y, especialmente, una potente iluminación que permita el crecimiento de las algas verdes de las que suelen alimentar. No se muestran nada exigentes con el movimiento y la oxigenación del agua, aunque prefieren que no esté demasiado movida pero sí bien oxigenada. El pH debe mantenerse entre 7,5 y 8,5, la dureza entre 15 y 35 ºdGH y la temperatura entre 20 y 30 ºC, condiciones estas bajo las cuales raramente son infectados por parásitos y otros problemas. En aguas demasiado ácidas y blandas su sistema immunitario decae mucho, siendo afectados por múltiples parásitos como el punto blanco, el terciopelo y especialmente la Columnaris, una bacteria que infecta principalmente a los Poecílidos y cuyos síntomas de infección consisten en la aparición de una masa blanquecina alrededor de la boca, adelgazamiento grave, apatía, périda de apetito y de coloración y la muerte, siendo casi imposible curar a los peces infectados. Tambien suelen contraer enfermedades de este tipo ante variaciones demasiado bruscas de los parámetros acuáticos o a concentraciones demasiado elevadas de nitrógeno, debiendo estar los nitratos por debajo de 50 ppm y los nitritos y el amonio a 0 ppm como máximo. A diferencia de otros miembros de la familia como los Guppies o los Mollies, los Platies no toleran la sal.
Se alimentan muy fácilmente en cautividad incluso durante la fase de aclimatación. Aceptan sin reparos escamas, gránulos, liofilizados, vivos y congelados, llegando a comer carne de ternera, chocolate y bollería con especias. A menudo reciben excesos acusados de alimentos proteicos (papillas para Discos, pienso para Pirañas, ...), lo que les produce graves trastornos nutricionales y corporales, especialmente obesidad. Para prevenirlo es necesario alimentarlos con generosas cantidades de materia vegetal como algas, pastillas de Spirulina o escamas específicas para peces hervívoros, recibiendo también aportes proteicos poco cargantes como larvas de insecto vivas o congeladas.
Son peces vivaces y activos que disfrutan con la compañía de otras especies, aunque son un verdadero incordio para peces demasiado tranquilos o con aletas filiformes o extensas (Discos, Escalares, Guramis o peces con aletas de velo) a los que atosigan y picotean constantemente las aletas y el cuerpo, lo que les estresa muchísimo. Tampoco deben ser asociados con peces demasiado grandes o agresivos que pueden intimidarlos, evitar que coman o, peor aún, devorarlos. Una excelente combinación consiste en mezclarlos con otros miembros de la família (Guppies, Mollies, Colas de espada, con los que pueden llegar a hibridar), peces de fondo como el falso Siamensis y algún cíclido pacífico de medio tamaño que requiera sus mismas condiciones, como el Boca de fuego. De mantenerlos en acuarios específicos se debe tener un grupo de seis ejemplares como mínimo (pocos peces solos se estresan al sentirse solos) con una proporción de dos o tres hembras por macho, ya que estas son constantemente acosadas. Si hay muy pocas hembras los machos se pelean entre ellos para quedárselas, aunque la convivencia entre varios machos sin hembras no plantea ningún enfrentamiento. Asimismo, un solo Platy puede vivir perfectamente en compañía de otros peces con los que pueda agruparse (otros poecílidos, ciprínidos e incluso algunos Tetras).
Una de las mayores virtudes de estos pequeños peces es que se reproducen de forma espontánea y continua en el acuario, teniendo en pocas semanas varias decenas de pececillos que invaden cada rincón del acuario. La reproducción se da en cualquier condición y en cualquier momento del año, iniciándose con un elaborado cortejo de los machos ante las hembras para seducirlas. Si estas acceden, los machos las ensartan con el gonopodio para pasarles el esperma y fecundar los huevos directamente en el interior de las hembras. En acuarios demasiado poblados o pequeños los machos van directamente a por las hembras sin cortejarlas previamente. La gestación dura aproximadamente unas dos o tres semanas (siendo muy aconsejables separarlas en recipientes a parte lejos de los machos para evitar que estos sigan acosándolas), pasadas las cuales las hembras, con el vientre muy hinchado, muestran una visible mancha negra en el ano, señal inequívoca de la llegada inminente de los alevines. Estos son expulsados durante dos días entre las plantas u otros adornos, y se esconden durante al menos dos semanas entre ellos alimentándose de alimento en escamas pulverizado, Artemia recién eclosionada y alimento en polvo o suspensión específico para alevines. La presencia de estos escondites es fundamental para que evitar el canibalismo de sus propios padres. Los alevines crecen con bastante rapidez y son poco sensibles a las variaciones bruscas de la calidad del agua y a la contaminación moderada de la misma.

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