Archocentrus Nigrofasciatum - Cíclido convicto

Los cíclidos convictos constituyen una de las especies de la familia más llamativas y populares por su resistencia y por la facilidad con la que se adaptan a muchos tipos de aguas, incluyendo aquella más bien frescas. También representa una especie a prueba de enfermedades, siendo raramente atacada por infecciones parasitarias. Se trata de peces territoriales e insociables que se dan en casi toda la superfície de centroamérica (aunque debido a su gran adaptabilidad y a su resistencia se han instalado en los lugares más insospechados, encontrandose algunas colonias salvajes en los embalses del sur de Andalucía, en España), vivendo especialmente en aguas quietas (dándose tambien en ríos lentos) con aguas cristalinas y sometidas a fluctuaciones importantes de sus parámetros. Viven tanto en solitario como en parejas o grupos (un solo macho y varias hembras) entre todo escondite posible (plantas, piedras, troncos y demás) entre los que acechan a sus presas favoritas: Los pequeños peces con los que conviven.

Este es el verdadero cíclido cebra, y su líbrea le ha dado tal nombre comercial. El color base consiste en un gris metalizado de fondo atravesado por 7 líneas verticales de color negro (las tres primeras, empezando por la cabeza, están unidas por el centro) que se extienden hasta la base de las aletas dorsal y anal. Los bordes de los opérculos son negros, así como las aletas ventrales. Detrás de cada aleta pectoral prsentan una pequeña mancha naranja que suele desaparecer con los años. La aleta caudal es incolora. Las zonas grisáceas entre las líneas negras tienden a oscurecerse con el paso de los años. Existe una variante albina de esta especie cuyo único color corporal es el blanco, siendo todas las aletas incoloras. Esta variedad no ha sido creada selectivamente, sino que es algo completamente natural en esta especie al presentar, tanto los machos como las hembras, un gen racesivo que, cuando está en dotación pura, resulta en peces totalmente blancos. Esta variedad, mucho menos vistosa y buscada, es bastante más delicada que la normal debido a que el sistema immunitario queda considerablemente deteriorado. En lo que respecta a su forma física, se trata de peces robustos, poco comprimidos lateralmente, con aletas cortas y rígidas movidas por fuertes músculos. Su boca, a diferencia de otras especies del género, es pequeña, aunque está provista de dientes. El dimorfismo sexual es muy visible: Los machos son más grandes y robustos que las hembras, tienen las aletas más desarrolladas y presentan, cuando son muy viejos, una pequeña giba en la cabeza. Pueden medir 15 cm de largo y vivir 10 años.

A pesar de que son capaces de adaptarse a recipientes realmente pequeños (incluso menores de 20 litros, pero sólo con los peces más jóvenes), requieren mucho espacio. Un acuario de 100 litros es suficienteun solo ejemplar, para una pareja bastan 250 litros y para un grupo o en asociación con otros peces se requieren ya tanques de 500 litros como mínimo. La decoración debe estar compuesta por materiales muy pesados (o anclados a los cristales con adhesivos atóxicos), pues son muy dados a moverlo todo para dejarlo a su gusto. El sustrato debe ser de grano fino (además de tener un color oscuro) y debe tener un espesor de unos 5 - 6 cm ya que les encanta excavar en el mismo. Las plantas naturales enraizadas no son nada aconsejables ya que las desentierran constantemente, siendo mejor las amarradas como las Anubias o les Helechos de Java. No les gustan las corrientes excesivas en el agua pero sí que esta esté bien oxigenada y libre de compuestos nitrogenados (aunque toleran concentraciones anormalmente elevadas de nitratos, nitritos y amoniaco deben mantenerse, respectivamente, a 20, 0 y 0 ppm para que vivan más tiempo y se reproduzcan mejor). Muy adaptables a una gran abanico de parámetros acuáticos, prefieren las aguas neutras y medianamente duras (pH entre 6,5 y 7,5 y dureza entre 15 y 25 ºdGH) y con temperaturas entre 24 y 28 ºC (viviendo perfectamente entre 10 y 35 ºC). El único problema por el que se pueden ver afectados es la presencia del parásito Hexamita, un flagelado que produce ulceraciones en la cabeza, adelgazamiento, pérdida de apetito y muerte, siendo casi imposible deshacerse de él. Si la calidad del agua es buena y no hay demasiados residuos nitrogenados se disminuye mucho la probabilidad de que llegue a infectar a los peces.

No presentan ningun problema para alimentarse en el acuario, y aceptan sin rechistar todo lo comestible que caiga al agua. Su dieta debe estar formada por una considerable cantidad de proteínas, que pueden suplirse con alimentos específicos para Discos o Pirañas (siendo mejor darles piensos específicos en gránulos o palillos para cíclidos) y un aporte vegetal en forma de guisantes, escamas vegetales y hojas de lechuga entre otros. Es indispensable, si se quieren conservar las plantas, que dispongan de este aporte vegetal, ya que de lo contrario acaban devorándo todos los vegetales que encuentren (siendo muy aficionados a las lentejas de agua).

Son de los más insociables de su género, siendo factible mantenerlos con otras especies sólo en acuarios de 500 litros en adelante y siempre ejemplares aislados para evitar que se reproduzcan, en cuyo caso todos sus compañeros acabarán muertos con seguridad. Pueden ser asociados, siempre en las condiciones anteriormente mencionadas, con otros cíclidos de su tamaño (o algo más grandes) y que puedan plantarles cara, como el Óscar, el Flowerhorn, el Pleco mariposa, el Boca de fuego o el Jack Dempsey, llegando a hibridar con estos dos últimos pero resultando estéril la segunda generación. Hay que abstenerse de mezclarlos con peces demasiado pequeños a los que devorarían o con peces demasiado tranquilos o asustadizos a los que intimidaría constantemente (además de atacarlos sin cesar) hasta acabar con ellos. No les convienen tampoco cíclidos Africanos ya que son mucho más agresivos, teniendo los convictos todas las de perder. En casos frecuentes, algunos machos no llegan a tolerar jamás a ningun pez (incluso en acuarios muy grandes), ni si quiera a una pareja, debiendo mantenerse totalmente aislados. En ningun caso hay que juntar a más de un macho en el mismo acuario ya que se pelearían hasta la muerte.

Otra de las razones de su popularidad es su extrema facilidad para reproducirse de forma automática y más de 10 veces al año, generando en cada puesta unos 200 huevos de los que resultan unos 70 peces jóvenes. La freza se dará siempre que se mantenga a una pareja o a un macho con varias hembras, no formando parejas estables de por vida, es decir, que los machos pueden frezar con cualquier hembra que esté dispuesta y al revés. En caso de juntar a un macho con una hembra que no quiera o no pueda desovar hay que estar preparado para sacar su cadáver ya que el macho acaba matándola. La freza empieza con un violento cortejo del macho, que conduce a la hembra al soporte de puesta (que suele ser un agujero en el sustrato o, más raramente, una piedra plana) para que la hembra deposite sus huevos. El macho los fecunda seguidamente y, durante tres días, ambos se turnan el cuidado de los huevos y la protección del lugar circumdante a la puesta. Una vez reabsorbido al saco vitelino los alevines se pueden alimentar de cualquier alimento que entre por su boca. Al primer mes de vida pueden ser ya separados de los padres, si bien es necesario hacerlo para evitar que los padres, al poner de nuevo, los consideren rivales y los maten. Aunque en principio nacen unos 200 alevines menos de la mitad supera esta fase ya que los más grandes van devorando a sus hermanos más pequeños. Son menos sensibles al mal estado del agua que los alevines de muchas especies, si bien se resienten si se les mantiene en malas condiciones demasiado tiempo.