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jueves, 20 de junio de 2013

Caulerpa Prolifera - Caulerpa

Las algas son los únicos vegetales con posibilidades de adaptarse a un acuario al tener la asombrosa capacidad de regular su crecimiento y su muerte con la disponibilidad de nutrientes, soltándolos al morir y volviendo a asimilarlos al crearse nuevas estructuras. La Caulerpa Prolifera es, con mucho, la macroalga más mantenida en los acuarios marinos debido a su belleza, a su verdor intenso y, especialmente, a la velocidad con la que crece y asimila los nutrientes tóxicos (nitratos y amoniaco) del agua, manteniéndola siempre pura y en buen estado. Es, además, muy resistente a la contaminación excesiva y a las variaciones bruscas de las condiciones acuáticas. Se pueden encontrar grandes praderas de estas algas en todos los mares y océanos tropicales y subtropicales del planeta llegando a comprometer el desarrollo de otros seres como los Corales, las Anémonas y ciertas plantas marinas al cubrir rápidamente grandes superfícies y absorber grandes cantidades de luz aunque proporcionando valiosos refugios a muchos animales marinos de pequeño tamaño como los Caballitos de mar.

Se trata de macroalgas típicas formadas por tres partes bien diferenciadas: Rizoides, talo y frondas. Los rizoides consisten en filamentos blanquecinos, filiformes y muy tupidos cuya longitud oscila entre 5 milímetros y 5 centímetros. Tienen la función de sujetar el talo y las frondas al sustrato. A pesar de su aparente fragilidad suponen un sólido anclaje al sujetarse firmemente sobre cualquier sólido que tengan a su alcance. El talo, de un milímetro de diámetro, es de color verde y sujeta las frondas. Se alarga constante y rápidamente pudiendo introducirse en los agujeros y rendijas más insospechados (incluso en el interior de los tubos de succión de agua de los filtros, pudiendo obstruirlos) y presenta un extremo blanco y puntiagudo que no es más que la zona de elongación. Necesita muy poca luz y puede seguir su alargamiento si se corta la zona de elongacion, creándose otra justo sobre la zona cortada. Las frondas suponen la parte vital de la Caulerpa: Con ellas se realiza la fotosíntesis y la asimilación de nutrientes. Tienen forma de cinta que puede llegar a medir 60 cm de largo y 5 de ancho, siendo muy variable según la intensidad y color de la luz, algo que varia también el color entre marrón verdoso y verde intenso. Durante la noche se puede observar la zona blanca de crecimiento en el extremo de cada fronda. Las tres estructuras tienen una vida aproximada de una semana y media, siendo constantemente reemplazadas de forma que presentan un extremo de muerte y otro de regeneración. Las estructuras muertas devuelven al agua los nutrientes asimilados, que son recogidos por las estructuras nuevas o en formación. Es normal que, a medida que avanza el tiempo, las estructuras viejas vayan siendo colonizadas por algas marrones tapizantes y verdes filamentosas. Dichas estructuras se decoloran y acaban desintegrándose. No hay que preocuparse por esto ya que es un proceso totalmente natural, aunque para disminuir las concentraciones de nitrato y amonio es mejor cortar las estructuras viejas antes de su decoloración para evitar el retorno de estos nutrientes al agua.

Son algas muy fáciles de cultivar en cualquier tipo de recipiente. El volumen del acuario puede variar entre 1 litro e infinito, siendo la profundidad del mismo indiferente para su crecimiento. El tamaño y vigor que alcanza la Caulerpa viene determinado por la intensidad de la luz que recibe. Así, los mejores resultados se obtienen con una mezcla de luz actínica (azul) y blanca de intensidad alta (al menos 0,7 watios por litro de agua), iluminación que produce frondas de unos 15 - 20 cm de largo y 2 cm de ancho. Una luz demasiado intensa produce un ensanchamiento de las frondas en detrimento de la longitud mientras que una luz demasiado débil produce un alargamiento exagerado de las mismas, pero también su adelgazamiento. La presencia de pequeñas cantidades de luz roja o amarilla produce un alargamiento exagerado de las frondas además de su ensanchamiento también considerable, lo que hace que lleguen a convertirse en invasoras y cubran casi por completo toda la superfície del agua comprometiendo el desarrollo de otros animales fotosintéticos (Corales, Anémonas, etc...). Este crecimiento descomunal suele darse también bajo condiciones de luz normales, aunque en estos casos se desconoce el motivo de este crecimiento (se cree que es una mutación). La densidad puede variar entre 1.020 y 1.030, siendo muy sensibles a las variaciones bruscas de densidad (hay que tener cuidado al hechar agua dulce ya que un exceso sobre ellas produce la pudrición de la zona de crecimiento del talo y de los brotes de frondas del mismo), aguantan temperaturas comprendidas entre 5 y 30 ºC y niveles de nitratos muy elevados (hasta 500 ppm). No les gustan los nitritos por su toxicidad, aunque pueden tolerar bastante amoniaco ya que lo absorben para sus procesos metabólicos.
No requieren sustrato alguno para subsistir, pues se agarran con fuerza sobre cualquier material sólido que haya en el acuario. Para un mayor impacto estético es muy aconsejable colocarlas sobre las partes altas de las montañas de rocas den acuario, siempre lejos de Corales, Tridacnas y Esponjas ya que pueden igualmente agarrarse a ellos y dejarlos sin luz (aún así es aconsejable ir cortándolas para evitar que cubran toda las paredes de roca). Pueden enraizar sobre el cristal, sobre los filtros, en el interior de las bombas de circulación,... E incluso pueden llegar a desarrollar rizoides desde un trozo de fronda o de talo sin hojas, creándose un nuevo ejemplar con rapidez según las condiciones ambientales. Pueden crecer perfectamente flotando en la superfície del agua. Para disminuir el número de estas algas sin tener que cortarlas se puede recurrir a ciertos animales hervívoros como los peces Cirujano, muy aficionados a las Caulerpas, las Salpas e invertebrados como ciertas estrellas de mar, Erizos y Gasterópodos.
Para reproducirlas basta con cortar una fronda o un trozo de talo (aunque puede ser también un cacho de fronda) y enterrarlo en el sustrato o amarrarlo con un hilo suave a una roca. El trozo en cuestión crea rizoides en pocos días y después, talo y frondas. Llegan a crecer tan rápido que a partir de una sola fronda se puede obtener, en sólo tres semanas, hasta 40 frondas de gran tamaño. Son muy usadas en filtros vegetales al asimilar grandes cantidades de nutrientes del agua y, así, ahorrárselas en el interior y evitar que lo invadan todo. Un dato curioso es que, si se quitan muchas rocas vivas del acuario, estas algas se pudren y desaparecen completamente.

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