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domingo, 16 de junio de 2013

Serranus Cabrilla - Serrano

Llamados por algunos como Meros enanos por su apariencia y extrema similitud con éstos, los Serranos pertenecen a la extensa família de los Serránidos, que agrupa peces generalmente comunes en los acuarios domésticos. Los serranos viven en ambientes muy diversos: Arrecifes de coral, praderas de posidonias, zonas rocosas, mixtas y, ocasionalmente, en el interior de puertos y otras construcciones artificiales protegidas contra los vientos. Viven en solitario a una profundidad comprendida entre los 5 y los 200 metros defendiendo un extenso territorio de cualquier intruso.
Son muy populares entre los pescadores por su decidida picada e incesante lucha y, especialmente, por quedarse totalmente tiesos al morir, conservando sus fauces, aletas y agallas totalmente abiertas. Tienen costumbres crepusculares.
Presenta la formá típica de cualquier pez depredador: Cuerpo ahusado, cilíndirco, aletas cortas con fuertes músculos basales, ojos de gran tamaño y, especialmente, una boca descomunal, protáctil, priovista de agudos dientes bien visibles y con la mandíbula inferior más larga que la superior. Los primeros radios de la aleta dorsal, que se extiende desde la cabeza hasta el pedúnculo caudal, son muy afilados y duros, pudiendo causar dolorosas heridas al clavárselos, por lo que hay que tener cuidado al manipularlos. La aleta caudal está poco bifurcada, y el resto tiene los bordes redondeados. Su líbrea es bastante llamativa, y consiste en un dorso bellamente adornado por varias franjas marrones verticales que se extienden hasta el vientre intercaladas por otras de un color café claro. La línea lateral está rodeada de una tonalidad amarilla apenas distinguible, siendo el vientre de color blanco. Bajo los ojos presenta algunas rayas marrones intercaladas de blanco y azul celeste muy ténue. Las aletas presentan sólo algunos puntos blanco - azulados. Con el paso de los años las tonalidades marrones tienden a irse aclarando, siendo sustituidas por color café oscuro. No presentan ningún dimorfismo sexual, pueden medir 25 cm de longitud y vivir más de 10 años en acuario.
Debido al tamaño que alcanzan y a su actitud agresiva nunca deben ser introducidos en acuarios de menos de 500 litros de volumen. La decoración puede estar formada por rocas, corales muertos, adornos sintéticos o fibras de coco para que fijen sus territorios y cuevas en las que hospedarse (todo el pez entero debe poder entrar en ellas) aunque es muy recomendable fijarlos muy bién a los cristales ya que les gusta redecorarlo todo a su gusto, llegando a provocar derrumbes con fatales consecuencias. La capa de sustrato debe tener un grosor de unos 5 - 6 cm y ser de grano medio para permitirles excavar en la arena. Necesitan que el agua esté muy agitada y oxigenada, así como bien filtrada y cambiada cada siete días, siendo indispensable usar un buen skimmer, ya que son auténticas fábricas de heces y desechos. La temperatura puede variar entre 18 y 31 ºC, la densidad entre 1.024 y 1.033 y es muy necesario tener siempre bajo mínimos a los nitratos (nunca por encima de 10 ppm) y ni una sola traza de nitritos y amoniaco. A pesar de que toleran sin problemas hasta 100 ppm de nitrato y 5 de nitrito y amoniaco se corre un grave riesgo, en estas situaciones, de que el pez sea infectado por todo tipo de parásitos e intoxicaciones, pudiendo llegar a morir. Tampoco les convienen las variaciones demasiado bruscas de los parámetros acuáticos.
Son peces estríctamente carnívoros que requieren grandes aportes proteicos en su dieta. Deficiencias prolongadas o demasiado graves acaban degradando a estos peces que terminan por morir. Tampoco se deben intentar aclimatar peces adultos ya que no consiguen adaptarse y mueren a los pocos días al no comer nada. Durante la aclimatación de los peces jóvenes se deben tener a mano considerables presas vivas, dando muy buenos resultados los Mollies de pequeño tamaño que, al aguantar hasta 20 minutos en el agua de mar, raramente son desechados por estos comedores voraces. Tampoco deben faltar las Artemias o pequeños crustáceos, como gambas o camarones, vivos. La calidad del agua y sus compañeros también contribuyen a su adaptación, aceptando ya el alimento congelado a los cuatro días y el seco a las dos semanas aproximadamente. Si el agua no está bien o sus compañeros los atosigan constantemente se niegan a alimentarse y acaban muriendo de estrés y de hambre. Una vez completamente adaptados se lanzan como torpedos a cualquier cosa que se les dé. Su dieta ideal comprende carne de pescado (cruda o cocida), mejillones sin descascarillar (para que ejerciten sus mandíbulas) crudos o cocidos, trozos de cefalópodo (Sepia, Calamar, Pulpo, ...), peces del tamaño de su boca, etc. Se les debe alimentar unas tres veces al día.
Son peces territoriales y muy agresivos que sólo pueden vivir en paz con otros peces de su mismo o mayor tamaño en acuarios muy grandes (más de 1000 litros). Devoran a cualquier pez que entre en su boca y per siguen y atacan hasta la muerte a todo pez que ose invadir su territorio a menos que pueda plantarles cara, que son pocos. La convivencia entre dos Serranos es totalmente imposible en un acuario ya que no se toleran entre ellos, sucediéndose brutales peleas que acaban siempre con la muerte del pez más débil. Tampoco se les debe intentar mezclar con cualquier invertebrado móbil (caracoles, crustáceos, y equinodermos), pues se los comen. Es inofensivo para corales y anémonas de todo tipo, así como para gusanos tubícolas. Sólo en acuarios muy grandes se les puede asociar con peces de gran tamaño y fuerte carácter (Peces Léon, Peces Ángel del género Pomacanthus, Algunos Cirujanos como el Acanthurus Sohal, según el individuo, con el labroides Dimidiatus desparasitador y pocos más) evitando a otros serránidos (Meros especialmente) para evitar continuas y fuertes disputas.
Su reproducción en cautividad es aún imposible dada la intolerancia absoluta entre ejemplares adultos. Se sabe que en la naturaleza són hermafroditas que poseen huevos y esperma a la vez en sus cuerpos, sin producirse la autofecundación. Tras un cortejo algo violento y tumultuoso la hembra libera varios centenares de huevos al agua, que son fertilizados por el macho. Los huevos, de los que los adultos se desentienden completamente, se adhieren a cualquier superfície sólida que tengan a su alcance y eclosionan a los tres días. Los alevines se mantienen siempre muy cerce de cualquier agujero para esconderse en caso de peligro mientras que se alimentan de microcrustáceos y alevines de otros peces. Crecen extraordinariamente rápido.

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