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domingo, 9 de junio de 2013

Ctenopharyngodon Idella - Carpa hervívora

Conocidas tambien como Amures o carpas forrajeras, se trata de ciprínidos de gran tamaño que viven en remansos de ríos grandes, estanques, pantanos, lagos y embalses, viviendo cerca del fondo y excavando constantemente en el mismo para encontrar cualquier cosa comestible que comer. Son las menos gregarias de la familia, vivendo los ejemplares más grandes en solitario, reuniéndose solo para reproducirse. Son originarias de China y del este de Siberia, aunque actualmente se encuentran en muchos lugares del planeta (trópicos incluidos) debido a su introducción, legal o no, para realzar la pesca deportiva o ayudar a la eliminación de la maleza y algas filamentosas de ciertos lugares. Lo cierto es que arrasan brutalmente la vegetación sumergida produciendo graves trastornos en las especies autóctonas, que ven destruidos sus hogares y soportes de desove. Debido a este potencial peligro para ecosistemas foráneos han sido incluidas en la lista de las 100 especies invasoras más dañinas del mundo, hecha por la UICN (Unidad Internacional para la Conservación de la Naturaleza), estando estrictamente prohibida su introducción salvo que el país lo autorice.

Son muy a menudo confundidas con el Bagre debido a su forma fisica. Tienen el cuerpo cilíndrico, con la cabeza muy aplanada, aletas muy cortas y gruesas, músculos muy fuertes y boca más o menos grande, provista de gruesos labios carnosos y pequeños dientes para cortar vegetales, ojos de mediano tamaño y, su característica más llamativa: Enormes escamas que se distribuyen por todo el cuerpo y que son perfectamente visibles. Su líbrea varia en función de la edad de los ejemplares. Los juveniles tienen todo el cuerpo de color gris oscuro con el vientre blanco y aletas casi negras, mientras que los adultos lucen un sugerente color marrón verdoso en el vientre, extendiéndose cada vez más hasta el dorso a medida que crecen hasta el punto que los ejemplares de más edad tienen este color en todo el cuerpo. Las aletas permanecen de color negro, aunque en el caso de los adultos, toman un ligero tono azulado. Mediante cría selectiva se ha conseguido una variedad albina con la totalidad del cuerpo de color blanco, las aletas incoloras y los ojos rojos. El dimorfismo sexual, al igual que los demás peces de la familia, queda patente por el abultamiento ventral de las hembras y el cuerpo más esbelto de los machos, que desarrollan, además, unos tubérculos blancos y duros en la cara durante la estación reproductora, siendo este el único modo de sexarlos cuando son jóvenes. Pueden llegar a medir 150 cm de largo y vivir más de 50 años.
Dejando antes claro que no son peces para acuarios por su gran tamaño en la fase adulta (los jóvenes pueden ser mantenidos en acuarios de unos 2000 litros hasta que miden 30 cm de largo), son muy indicados para los principiantes que se inician en los estanques debido a sus nulas exigencias de mantenimiento y a su gran adaptabilidad a todo tipo de aguas y condiciones climáticas, siendo mucho más resistentes incluso que los Koi. Cada ejemplar debe disponer de unos 3000 litros de agua, aunque pueden mantenerse totalmente solas debido a que no tienen tendencias gregarias en la fase adulta. Aprecian un leve movimiento en el agua y una potente oxigenación de la misma, si bien sobreviven perfectamente en aguas totalmente estancadas y sin apenas oxígeno disuelto. Producen muchísimos desechos, por lo que el sistema de filtrado del estanque debe ser excepcional, siendo muy recomendable limpiar el fondo varias veces al mes con la ayuda de un aspirador apropiado de gran potencia. La profundidad del estanque debe ser de un metro más o menos para que puedan mantenerse en las capas profundas durante las estaciones frías. Aprecian un buen amasijo de adornos entre los que se puedan esconder, como plantas (de plástico), rocas, troncos y similares. Jamás se deben colocar plantas sumergidas en el estanque ya que devora cualquier especie (incluidas las Anubias y los Helechos de Java), así como flotantes, siendo lo mejor plantas semiemergidas como la caña o el alcatraz (Zantedeschia Aethiopica) cuyas hojas no queden bajo el agua. El sustrato debe ser oscuro, de grano medio y debe tener un espesor de unos 7 u 8 cm para permitirles excavar en él. La composición del agua les es totalmente indiferente (pH entre 4,5 y 9,5 y dureza entre 0 y 60 ºdGH), pudiendo soportar aguas ligeramente salobres (densidad máxima de 1.007) y temperaturas comprendidas entre 1 y 40 ºC, sobreviviendo incluso en aguas con la superficie congelada. Toleran concentraciones anormalmente elevadas de nitrato, nitrito y amoniaco (500, 50 y 20 ppm respectivamente), aunque las condiciones acuáticas ideales son aguas neutras (pH cercano a 7), moderadamente duras (Dureza entre 10 y 20 ºdGH) y temperaturas comprendidas entre 18 y 22 ºC. Las concentraciones máximas de nitratos, nitritos y amonio deben ser de 20, 0 y 0 ppm respectivamente, condiciones estas que aseguran una mayor longevidad y resistencia a infecciones. Sólo en casos excepcionales pueden ser afectadas por las enfermedades más corrientes, como el punto blanco y el terciopelo (de hecho pueden convivir perfectamente con peces enfermos de estos parásitos sin contraerlos, aunque pueden llevarlos en estado latente y transmitirlos perfectamente a otros peces sanos), aunque sí pueden verse afectadas por la Viremia de primavera, el HerpesVirus del Koi y la septicemia hemorrágica de la carpa, enfermedades que suelen curarse por si solas si se restauran las condiciones óptimas de mantenimiento.
Son peces estrictamente hervívoros a los que se debe alimentar con una gran cantidad de materia vegetal. Cualquier cosa les sirve: Hojas de lechuga, escarola, col lombarda, tomates, frutas de todo tipo, algas marinas (naturales o desecadas), pastillas para peces de fondo y escamas a base de Spirulina para peces hervívoros, debiendo darles varias tomas cada día ya que necesitan muchísimo alimento especialmente durante las estaciones más cálidas. Aunque aceptan sin reparos alimentos proteicos y más cargantes, como la papilla para Discos, un exceso demasiado acusado de estas comidas les provoca graves problemas al obstruir su largo y delgado intestino, dolencia que para estas carpas resulta casi siempre mortal. No obstante aprecian (muy de vez en cuanto) algun alimento de este tipo como pienso para tortugas o un poquito de pienso para Pirañas (nunca más de una vez a la semana).
Son peces muy sociables, muy tranquilos y muy pacíficos que no se muestran en absoluto agresivos ni atacan nunca a ninguna especie con la que conviven, si bien conviene evitar peces demasiado pequeños que entren por su boca ya que pueden devorarlos si no reciben la alimentación adecuada o están demasiado hambrientas, así como peces demasiado agresivos que las acosarían constantemente hasta matarlas de estrés y peces demasiado tranquilos que pueden quedarse sin alimento o estresarse por los rápidos movimientos de estas carpas. A pesar de que los adultos no son gregarios, pueden mantenerse varias Amures adultas juntas en el mismo estanque sin ningun problema, contrariamente a lo que ocurre con los Bagres. Pueden ser asociadas con cualquier especie que tenga su mismo tamaño y carácter pacífico (Kois, Bagres, Lucios, Percas Americanas, Goldfish de gran tamaño, Esturiones e incluso cietas especies del género Barbus de gran tamaño, como el Barbus Schwanefeldi).
Se reproducen con mucha facilidad en cautiverio, aunque el desove natural sólo es posible en estanques de grandísimas dimensiones en los que poder albergar a varios ejemplares para que se dé la freza. Es mucho mejor hacerlo mediante el desove manual (aunque con ejemplares de cierta talla son necesarias varias personas para llevarlo a cabo) que consiste en extraer primero el esperma del macho en un recipiente con agua del estanque, después los huevos de la hembra en el mismo recipiente, mezclarlo bien e incubarlo. Dichos productos se sacan estrujando con cuidado a los peces en la zona ventral, siempre con muchísimo cuidado ya que presiones demasiado fuertes pueden reventar los órganos internos de los adultos, la cual cosa acaba con su vida. Antes de esto es necesario que los peces pasen un periodo de frío (durante unos 4 meses a menos de 15 ºC) para luego ir aumentando la temperatura del agua lentamente hasta 20 ºC, y alimentarlos entonces con abundantes alimentos proteicos (sin pasarse ya que les sientan bastante mal) para que reúnan fuerzas para el desove. El proceso manual se empieza cuando se ve el vientre de la hembra muy hinchado y al macho con los tubérculos reproductores por la cara y con el color de su líbrea más intenso de lo normal. Los huevos se incuban durante dos días, y al eclosionar los alevines se mantienen totalmente estáticos en las paredes del recipiente mientras reabsorben el saco vitelino. Una vez lo han hecho empiezan a nadar frenéticamente por toda la columna de agua en busca de alimento, momento a partir del cual pueden ser alimentadas con microalgas (agua verde), infusorios, Escamas vegetales pulverizadas, ... Les da lo mismo, mientras entre en sus diminutas bocas. Crecen con muchísima rapidez, alcanzando ya los 15 cm al año de edad, momento en el cual pueden ser ya criados como adultos. Los alevines son sorprendentemente resistentes a las variaciones bruscas de los parámetros y a la contaminación del agua, aunque no conviene arriesgarse ya que pueden morir con facilidad. En la naturaleza se juntan varios adultos desovando de forma comunitaria cerca de las riberas de los ríos de caudal medio, llegando a producir varios millones de huevos entre varias hembras, que son arrastrados por la corriente hasta lugares escondidos, dónde eclosionan y crecen los alevines. Los adultos se comen los huevos tras ponerlos, algo común en el resto de la família.




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