Originario de los arrecifes coralinos del Indo-Pacífico, en los que vive en simbiosis con la anémona Entacmaea Quadricolor a una profundidad comprendida entre 1 y 17 metros, se ha convertido poco a poco en uno de los peces preferidos por los acuariófilos marinos debido a su intenso colorido, a su resistencia, a su facilidad para alimentarse en cautiverio y a sus sutiles formas y colores. El dimorfismo sexual es muy evidente: Las hembras cuadruplican el tamaño de los machos y tienen un color granate oscuro, mientras que ellos lucen un estupendo color rojo intenso.
Presenta la morfología típica de la mayoria de peces payaso, como A. Ocellaris, distinguiéndose el Premnas por la presencia de una espina eréctil en cada opérculo branquial. Dichas espinas son armas eficaces contra intrusos, y son capaces de rasgar las redes e incluso de herir al acuariófilo que no tenga cuidado.
También es distintivo de la especie su territorialidad y agresividad. De hecho, es el pez payaso más agresivo, capaz de pelarse con peces mucho mayores que él e incluso acabar con todos sus compañeros de acuario. Sin embargo, tal hecho depende de la personalidad de cada pez, y es igual de posible que pasen olímpicamente de todos los inquilinos como que la emprendan a mordiscos con todos ellos.
Fuente: www.wetwebmedia.com
A la hora de decidirnos por este magnífico pez, es fundamental que nuestra instalación cumpla ciertos requisitos. En primer lugar, es el pez payaso más grande, con hembras que pueden llegar a medir hasta 18 cm, por lo que es necesario que el acuario tenga un gran tamaño (al menos 400 o 500 litros por ejemplar), si bien viven sin ningún problema en acuarios mucho más pequeños (incluso menores de 100 litros, según el tamaño del pez en cuestión), algo no recomendable ya que la falta de espacio acarrea al pez una alteración importante de su actitud (se vuelve más agresivo) y se interrumpe su crecimiento alterando sus órganos internos.En segundo lugar, todo objeto decorativo debe estar firmemente sujeto al suelo o las paredes del acuario (en caso contrario, deben pesar bastante), pues el Premnas hace gala de una fuerza tremenda, capaz de desplazar sin dificultades bloques de piedra de su mismo tamaño (lo que puede causar roturas de los cristales por derrumbes) y de cavar grandes hoyos en el sustrato, tarea a la que son muy aficionados, desenterrando las algas y los posibles corales que haya.
Y en tercer lugar, que la instalación cuente con un sistema de filtración muy potente, pues el Premnas produce una gran cantidad de desechos.
Se comen cualquier cosa comestible que les guste, aunque durante sus primeros días en el acuario conviene alimentarlo con alimento vivo (Artemia, Mysis, etc...) o en su defecto con congelados. Una vez adaptado aceptará cualquier alimento para peces, (escamas, granulados, liofilizados, vegetales, ...) incluso preparados para los de agua dulce, siendo beneficioso alimentarlo con preparados a base de alga Spirulina para Guppies.
Fuente: www.cap-recifal.com
Su relación con los demás habitantes del acuario es básicamente una lotería: Depende del individuo que compramos. Si se da el caso de que nuestro Premnas es amigable y pasota, podemos asociarlo con casi todas las especies marinas comunes. Si por el contrario nuestro pez es agresivo habrá pocos peces capaces de hacerle frente, y sólo peces de gran tamaño (ciertos cirujanos, peces león e incluso peces ballesta) podrán convivir con él sin demasiados problemas. En ningún caso hay que introducirlo en el acuario en primer lugar, y tampoco en uno donde ya hayan otras especies de payasos, pues las peleas son constantes, violentas y duraderas, y sólo terminan cuando muere el pez más débil. Introducirlo en último lugar es una buena manera de evitar que su agresividad se desarrollo en demasía. Si se le cuida bien y se le mantiene en buenas condiciones, puede superar los 10 años de vida en un acuario.
Fuente: www.aquahobby.com
Su reproducción es viable en cautividad, siempre que se cumplan una serie de condiciones. La más importante es, sin duda, que la pareja haya convivido en el mismo acuario desde sus fases más juveniles, pues casi todas las hembras adultas se niegan a aceptar a un macho desconocido, dificultando este procedimiento. La presencia de una anémona comensal (Entacmaea Quadricolor) es también muy recomendable (si bien pueden poner perfectamente entre los matojos de macroalgas e incluso sobre los cristales del acuario) al ser éstas sus soportes naturales. Por último, la calidad del agua juega un papel muy importante, tanto para la calidad de los huevos como para la supervivencia de los alevines, por lo que se debe mantener lo más pura posible y sin apenas residuos nitrogenados. Tras un agitado cortejo consistente en balanceos corporales en zig-zag y abrazos mutuos, los peces ponen sus huevos en círculos concéntricos cerca de su lugar de residencia (una anémona, un agujero, un jarrón, etc...), lugar del que no se alejan durante toda la incubación, expulsando violentamente a cualquier intruso demasiado curioso y aireando continuamente la puesta. Tras unos 5 o 6 días, los huevos eclosionan, y los alevines suben rápidamente a la superfície para volver a bajar después para buscar sus primeros bocados. Lo único que pueden comer son rotíferos, disponibles en cualquier tienda especializada. No es nada aconsejable ni si quiera intentar separarlos de sus padres de ningún modo, pues estos reaccionan con mucha violencia y no dudan en morder o ensartar con sus espinas operculares la mano del aficionado. El número de alevines cae rápidamente, pues son muy agresivos entre ellos y los padres se suelen comer a los más desfavorecidos. Con mínimos cuidados, como tapar las entradas de succión de filtros, bombas, etc... y alimentar continuamente pero en pequeña cantidad, se consigue que muchos alevines alcancen el centímetro de longitud rápidamente, momento en el que les separa de sus padres.
Fuente: www.uemis.org
Aunque es difícil que enferme en buenas condiciones, si el acuario es demasiado inestable o pequeño, si no se puede esconder, o si, simplemente, tiene estrés, es susceptible de contraer enfermedades graves (especialmente Oodinium y Brooklynella) que pueden acabar con su vida rápidamente. Al resistir muy bien el cobre, pueden tratarse estos problemas cuando sea necesario, siempre en acuarios totalmente desnudos debido a la toxicidad del cobre para cualquier invertebrado.
No puedo creer que no haya comentarios de este maravilloso artículo. Muchas gracias. Estuvo comprensible y sencillo. Ustedes sí que desarrollaron un lenguaje digerible y encantador. Me pareció bien concreto y esencial todo el contenido. :D
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