Entre la extensa familia de los Lábridos, el género Pseudocheilinus goza de gran popularidad en los acuarios debido principalmente a sus descomunales y vistosos colores, si bien son tambien muy apreciados porque mantienen a raya a los animales pequeños que parasitan a los corales y a las anémonas. El lábrido de seis líneas es el más conocido y mantenido de este género, siendo bastante fácil de criar en un acuario marino bien equilibrado y bastante resistente a muchos de los errores que se suelen cometer en estas instalaciones. Se dan en muchos mares y océanos tropicales de todo el planeta (Mar Rojo, Surafrica, Indonesia, Norte de Australia, Japón y Vietnam, donde medran en profundidades comprendidas entre 2 y 35 metros, formando pequeños grupos asociados a ciertas especies de corales arborescentes y de pólipo largo.
Se caracterizan por tener el cuerpo poco comprimido lateralmente, unas aletas cortas y robustas, músculos fuertes para permitirles la natación rápida, una cabeza pequeña que termina en una boca muy picuda y de pequeño tamaño, ojos medianos y, especialmente visible en este género, un pequeño abultamiento de la zona dorsal. Su coloración es muy vistosa, y consiste en una base de color azul purpúreo atravesado por seis franjas horizontales de color rosa anaranjado que se extienden desde el ojo hasta el pedúnculo caudal. Sus ojos son rojos y presentan dos líneas blancas horizontales y paralelas. La aleta caudal es de de color verde en la base e incolora en la zona terminal, presentando en la parte superior del pedúnculo caudal una minúscula mancha negra bordeada de blanco. Las aletas ventrales y la anal tienen el tejido interradial de color fucsia muy intenso, mientras que sólo la base de la dorsal está coloreada de azul oscuro. Las pectorales son incoloras. El dimorfismo sexual queda patente por el tamaño, pues el macho es más grande que la hembra (mide unos 10 cm frente a los 6 - 7 que miden las hembras) siendo, además, hermafroditas (todos ellos nacen como hembras y, segun las condiciones vitales, algunas se convierten en machos). Pueden llegar a vivir hasta 10 años.
Se adaptan con bastante facilidad a un acuario siempre que esté bien provisto de bacterias desnitrificantes y con los parámetros bien estables. Un acuario de 50 - 100 litros es suficiente para un solo ejemplar (para pequeños grupos es necesario un acuario de 400 - 500 litros) bien decorado con abundantes rocas para que puedan esconderse. Mantener corales vivos, anémonas, cerianthus y otros invertebrados sésiles es muy beneficioso ya que en estos animales se desarrollan abundantes crustáceos minúsculos que conforman la base de su dieta. Necesitan mucho espacio para nadar, un agua fuertemente oxigenada y agitada y cambios parciales de la misma cada siete días, así como un espumador eficiente. Al contrario de lo que ocurre con muchos otros Lábridos, estos no saltan del acuario, por lo que no es necesario taparlo. Tampoco se entierran en el sustrato, por lo que no es necesario ponerlo de grano fino (aunque les gusta rebuscar comida en él). La densidad puede estar entre 1.018 y 1.031, la temperatura entre 24 y 30 ºC y los niveles de nitrato, nittio y amoniaco lo más bajos posible (10, 0 y 0 ppm respectivamente). Son capaces de tolerar variaciones algo bruscas de los parámetros, así como concentraciones elevadas de nitratos de forma temporal, resintiéndose a la larga en condiciones demasiado precarias.
No suelen presentar problemas a la hora de comer en el acuario, si bien algunos ejemplares pueden negarse a hacerlo si las condiciones acuáticas no son las apropiadas, si hay demasiada contaminación o compañeros demasiado agresivos, llegando a morir si no se corrige rápidamente la situación. La base de su dieta está formada por crustáceos minúsculos (al igual que la mayoría de los Lábridos), siendo muy recomendable darles algun alimento congelado a base de gambas, Krill o camarones. Aceptan también Artemias (vivas y congeladas), escmas, gránulos, fruta, guisantes y escamas de Spirulina para peces de agua dulce.
Se trata de uno de los Lábridos más pendencieros que hay, llegando a ser muy molesto para peces recién llegados al acuario, a los que puede perseguir sin tregua alguna durante días e incluso semanas, situaciones que aunque en muchos casos acaban bien al perder este Lábrido el interés, en otros pueden saldarse con la muerte del pez perseguido. Los distintos especímenes del género Pseudocheilinus no se toleran entre ellos, así como los individuos de P. Hexataenia entre ellos (si se quiere mantener varios ejemplares juntos, tanto intra como interespecíficos, se deben introducir todos los ejemplares al mismo tiempo y en su etapa juvenil, y siempre en acuarios de gran tamaño y abundantemente decorados con cuevas y refugios). Pueden ser asociadas con otros peces activos y no excesivamente más grandes que ellos, como Damiselas, Cirujanos, Peces Mariposa, Peces Ángel Enanos y similares, evitando Gobios, Cardenales, Globos y otros peces demasiado tranquilos que se estresarían ante la frenética actividad de los P. Hexataenia. Sólo es recomendable asociarlos con otros lábridos como las Doncellas o los Labroides en acuarios de 400 litros como mínimo y provistos de abundantes rocas y grutas, siendo mejor introducirlos todos al mismo tiempo y en la fase juvenil (aunque algunos especímenes no les hacen caso alguno). No causa daño alguno a Corales, Anémonas y demás invertebrados, a los que limpia de crustáceos parásitos. Como todo lábrido deben descartarse crustáceos demasiado pequeños ya que acaba devorándolos.
No se ha conseguido su reproducción en cautividad. Se sabe, sin embargo, que es un pez ovíparo y que desova entre las rocas, corales y algas. No se sabe si los adultos vigilan las puestas o estas son abandonadas. Los alevines se alimentan probablemente de plancton y microcrustáceos que encuentran entre las rocas en las que viven.
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