Mantener un estanque interior o exterior es algo emocionante, suponiendo además un magnífico polo de atracción especialmente si está bien montado y mantenido. Sea cual sea su emplazamiento es muy recomendable decorar sus orillas con plantas naturales enraizadas en el suelo para aumentar su atractivo pero, al mismo tiempo, para conseguir una instalación más natural y colorida. En las orillas de un estanque se pueden plantar árboles, arbustos, hierbas y lianoides, y se pueden distribuir de distintas formas a lo largo de la orilla del agua según las preferencias de cada uno. Obviamente es más sencillo y efectivo el mantenimiento de plantas en estanques exteriores, pues en los interiores es necesaria la instalación de luz artificial muy potente (un mecanismo bastante caro) y las especies de plantas quedan limitadas por el simple hecho de que hay mucho menos espacio en una habitación que en un jardín descubierto. Los suelos naturales cercanos a un estanque suelen estar muy apelmazados, sarturados de agua de forma bastante superficial y, especialmente, muy poco aireados, por lo que sólo especies de plantas muy concretas pueden sobrevivir en tales condiciones, como las especies típicas de las zonas pantanosas (llamadas higrófitos) que mantienen las raíces permanentemente sumergidas bajo el agua. La elección de plantas vulnerables a los excesos de agua puede ser catastrófica en estos casos a menos que el suelo cercano al estanque tenga una cierta pendiente descendente hacia el agua que haga que el nivel freático sea más hondo de lo normal, condiciones en las que plantas vulnerables a los excesos de agua pueden prosperar. No obstante se pueden tomar ciertas medidas correctoras en lo referente al suelo del estanque para permitir sin problemas la supervivencia de plantas que, de forma natural, no podrían darse en estas zonas cercanas al agua. Entre estas medidas se pueden citar, por ejemplo, el aligeramiento del suelo, la creación de montículos, el relleno de hoyos con drenantes y las emmiendas modificadoras de la granulometría. En éste artículo se dan las principales ideas correctoras que se pueden aplicar en el suelo de los estanques con el fin de poder hacer viable la supervivencia de plantas sensibles a los suelos apelmazados y saturados de agua.
Todo lo necesario para cuidar bien a los peces de acuario y a las plantas de jardín e interior.
¡¡¡TRADÚCELO!!!
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domingo, 2 de marzo de 2014
sábado, 28 de septiembre de 2013
La roca viva
Un accesorio indispensable en cualquier acuario marino (da igual el tamaño del mismo) es la roca viva. A simple vista estas rocas parecen meros objetos decorativos más, aunque se distinguen de los adornos convencionales en que poseen una sorprendente capacidad biológica para purificar el agua mediante las numerosísimas bacterias desnitrificantes que contienen, además de asegurar valiosos refugios a los distintos peces e invertebrados móviles que se mantienen, funcionar como soporte para Anémonas, Corales y otros invertebrados sésiles y, como añadido, son fuente de microorganismos y pequeños animales que complementan la dieta de los seres que viven en un acuario. La roca viva se puede obtener en cualquier medio marino del planeta (segun el tipo de acuario que se desee instalar), aunque las más comunes proceden del océano Pacífico (concretamente de Indonesia y las costas del norte de Australia) al poseer más poros y colores vistosos que otras rocas del mundo. Una roca viva de calidad debe haber estado sumergida en el mar durante dos o tres años antes de extraerse. De esta forma de garantiza que la colonia bacteriana y los organismos superficiales está bien fijados.
Roca viva de Indonesia, muy apreciada por la gran cantidad de
de poros y colores brillantes que presenta.martes, 10 de septiembre de 2013
Estanques marinos
Cuando hablamos de estanques, solemos pensar immediatamente en los típicos estanques con Carpas, Kois y plantas flotantes, situados tanto al exterior como en interior. Muchos aficionados construyen y mantienen, en interiores, estanques de agua dulce de climas tropicales, si bien en zonas con climas cálidos durante todo el año este tipo de instalaciones pueden permanecer al exterior permanentemente. El encanto que proporciona un estanque es mucho mayor que el que da un acuario, por grande que sea, pues en este tipo de construcciones los peces se encuentran prácticamente como en casa al tener mucho más espacio, más escondites y, especialmente, mucha tranquilidad al poder ser observados sólo por encima. En los estanques se puede dar rienda suelta a la imaginación y a la disposición de los elementos decorativos, pues hay más sitio para hacerlo, a lo que se añade el todavía más espaciado periodo de mantenimiento rutinario. Los insectos que pueden caer en la superficie del agua suponen un complemento nutricional muy valioso para los animales que viven en un estanque, y supone, además, la ventaja de que se pueden mantener más animales además de los peces, como reptiles, aves acuáticas como los distintos Patos y anfibios. Aún pocos aficionados mantienen estanques marinos, pues la inversión que hay que hacer es mucho más grande que en un acuario, pero por el contrario, presenta un menor coste debido al mantenimiento del mismo. Lógicamente, cuidar un estanque marino es mucho más complicado que mantener uno de agua dulce, pero no por eso hay que pasar por alto esta excelente opción decorativa. En éste artículo se dan los principios más básicos para cuidar con total comodidad un estanque marino.
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