Antiguamente denominados como kribensis, estos pequeños cíclidos habitan en ríos Africanos de poca corriente y límpidos (concretamente en el sur de Nigeria y en Camerún) cuyas aguas presentan fluctuaciones paramétricas importantes entre la estación lluviosa y la seca, presentando en los tramos cercanos a la costa cierta cantidad de sal marina en disolución. Se trata de peces territoriales que viven en parejas entre plantas, troncos y rocas para esconderse de sus depredadores naturales, como el cíclido Joya. Los machos no se toleran entre ellos.
Presentan la forma típica de los cíclidos africanos: Cuerpo poco comprimido lateralmente, cabeza aplanada y boca ínfera provista de pequeños dientes, aletas cortas y colores brillantes. La líbrea varia mucho en función del sexo: Los machos presentan un color base marrón muy claro (tanto en el dorso como en el vientre) con una franja longitudinal de color gris claro siguiendo la línea lateral y que se extiende desde la boca hasta el pedúnculo caudal. En el vientre presentan un leve tono rosado. La zona inferior de la cara es de color amarillo brillante, y en las puntas de los opérculos tienen una mancha negra rodeada de un color blanco brillante. La aleta dorsal está bordeada de naranja y presenta una prolongación terminal que puede alcanzar el final de la caudal, que es triangular, amarilla y tiene una raya negra en la zona central. En la parte superior tienen entre dos y cuatro ocelos negros. El resto de aletas son incoloras. Las hembras, por su parte, son más pequeñas que los machos, tienen las aletas más pequeñas (siendo la caudal redonda y la dorsal sin prolongación terminal, coloreada de negro, con rebordes naranjas y con una o más motas negras) y todas las coloraciones son mucho más visibles, presentando, además, una segunda franja negra en el dorso y dos pequeñas rayas blancas verticales sobre la cabeza. Tamnbien se diferencian en que tienen el vientre abultado. Tanto el macho como la hembra modifican extraordinariamente sus líbreas durante la freza, sustituyéndose el color claro del vientre y la zona inferior de la cara por un bello color rojo escarlata muy brillante, e intensificándose todos los demás colores del cuerpo. Los machos pueden medir 10 cm de largo y las hembras, 6 o 7, y pueden vivir hasta 5 años en un acuario.
No son muy exigentes con las condiciones de mantenimiento debido a que en la naturaleza estan expuestos a fluctuaciones importantes de la composición y la temperatura del agua, aunque se resienten rápidamente ante excesos de residuos nitrogenados. Un acuario de 50 - 60 litros es suficiente para un macho o una hembra aislados en compañía de otros peces, pero para una pareja reproductora se requieren ya acuarios de unos 150 litros mínimos, siendo muy recomendable que sea específico para evitar la muerte de otras especies. La decoración debe estar formada por amontonamientos de rocas, troncos, cuevas a base de cáscaras de coco o plantas naturales para que puedan refugiarse. El sustrato debe ser oscuro para acentuar sus colores y no debe tener una granulometría demasiado gruesa, pues no excavan ni desenraizan las plantas. No les gusta la luz demasiado intensa, siendo muy beneficioso tamizarla con plantas flotantes o instalar una lámpara de baja potencia. No se muestran exigentes con la agitación y la oxigenación del agua. La temperatura puede variar entre 24 y 30 ºC, la dureza entre 0 y 20 ºdGH y el pH entre 5 y 8, llegando a tolerar aguas un poco salobres con densidades nunca superiores a 1.005, algo que puede ser muy útil para frenar a algunos parásitos cutáneos que puedan infectarlos. Si se desea su reproducción es indispensable filtrar mediante turba o realizar los cambios parciales con agua destilada. No les convienen tasas excesivamente elevadas de residuos nitrogenados, siendo las concentraciones máximas de nitrato, nitrito y amonio de 40, 0 y 0 ppm respectivamente. Los cambios de agua parciales cada siete días y la ausencia de sobrealimentación ayuda a que el agua no se cargue demasiado de estos compuestos. Un exceso de nitrato durante periodos de tiempo prolongados hace que acaben contrayendo todo tipo de infecciones, siendo muy frecuente en estos cíclidos la hidropesía y la exoftalmia, distinguibles por la hinchazón del vientre, el erizamiento de las escamas y la inflamación y blanqueamiento de los ojos.
No presentan ningun problema para alimentarse incluso durante la fase de aclimatación. Aceptan sin reparos escamas, gránulos, congelados, vivos y liofilizados. Son básicamente carnívoros, por lo que requieren una cierta cantidad de proteínas en su dieta que puede ser suplida con papillas para discos y pienso para pirañas, siendo muy beneficiosos aportes semanales de vegetales en forma de pastillas o escamas de Spirulina además de verduras limpias y cocidas. Son muy aficionados a los Tubifex y a las larvas de mosquito.
Tal como ocurre con los Ramirezi, un macho o una hembra aislados en un acuario comunitario son muy pacíficos, mostrándose transgientes con la mayoria de especies excepto con otros cíclidos de su mismo tamaño o más pequeños, a los que pueden intimidar constantemente pero raramente llegar a herirlos, algo que cambia cuando viven en pareja ya que el macho protege a la hembra de cualquier intruso, atacando constantemente a todo pez que se acerque a ella y siendo normal que acabe matando a los menos dotados, por lo que en estos casos es mejor mantener a la pareja totalmente aislada en un acuario específico. En ningun caso hay que juntar a más de un macho en un acuario ya que no se soportan nada entre ellos y pelean brutalmente hasta la muerte. Las hembras pueden ser mantenidas en pequeños grupos, pero sin machos, ya que este puede matar a las demás al escoger a su pareja. En el caso de que se mantenga un macho o una hembra separados pueden ser asociados con muchísimas especies (Tetras de todo tipo, algunos Barbos, Plecos, Otocinclos, Corydoras, Guppies, ...) evitando cíclidos demasiado agresivos o grandes que pueden arrinconarlos en alguna esquina del acuario haciendo que dejen de comer hasta morir (Óscar, Flowerhorn, Cíclido Joya, MBunas africanos, ...). En acuarios lo bastante grandes (de 200 litros) y con suficientes escondites pueden llegar a convivir con algun cíclido de su tamaño y de carácter pacífico como el Ciclido cerradura, el Ramirezo o algun especimen de Apistogramma.
Su reproducción en cautividad es muy fácil de conseguir por dos motivos. En primer lugar las parejas no tienen una unión sentimental muy fuerte, es decir, que el macho puede copular con una hembra distinta cada vez y elige a otra en caso de que la que anterior muera, no mostrando ninguna dificultad para formarse las parejas incluso entre peces adultos y desconocidos. En segundo lugar solo se necesita una concentración de nitratos inferior a 10 ppm (0 de nitritos y amonio) para que se dé la freza. Se reproducen varias veces al año incluso en acuarios comunitarios, algo muy peligroso para sus compañeros ya que estos cíclidos se vuelven muy violentos acabando con todos los intrusos que amenacen a sus crías. Tras un baile nupcial muy elaborado, el macho conduce a la hembra al nido que éste ha elegido (suele ser una cáscara de coco agujereada o una maceta volcada y siempre fuera de la vista del acuariófilo) para empezar el desove. La hembra pone sus huevos en el techo de la cueva y el macho los fecunda después. Durante los tres días que dura la incubación ambos se turnan para abanicar y limpiar la puesta, espantando violentamente a cualquier pez que se acerque demasiado. Los minúsculos alevines permanecen en el nido, siempre vigilados por los adultos, hasta que se consume su saco vitelino, momento en el que, en compañía de sus padres, salen a nadar por el acuario bien agrupados, siendo esta la primera señal visible para el aficionado de que se ha producido la freza. Los alevines crecen rápidamente y pueden ser alimentados con Artemia recién eclosionada, Mysis y alimento en escamas pulverizado. A partir de la tercera semana de vida los alevines empiezan a atacarse entre ellos, siendo muy normal que los más débiles mueran debido al estrés (Se pueden reducir las bajas colocando densas plantas, troncos y demás escondites para que los acosados se refugien). Al cabo de unos ocho meses desde su nacimiento los padres se desentienden completamente de ellos y deben ser sacados del acuario para evitar que sean atacados al ser considerados rivales, si bien pueden separarse de los padres al primer mes de vida. Son menos sensibles a la contaminación que los alevines de otras especies comunes, aunque no les convienen los niveles de nitrato excesivamente elevados ni variaciones demasiado bruscas de las condiciones acuáticas.
Todo lo necesario para cuidar bien a los peces de acuario y a las plantas de jardín e interior.
¡¡¡TRADÚCELO!!!
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