Beaufortia Leveretii - Pleco de Borneo

Concidos tambien como limpiacristales de agua fría, se trata de pequeños peces de fondo muy parecidos a las Pastinacas marinas por su forma física. Viven en pequeños grupos en los ríos, torrentes y arroyos movidos, aireados y limpios de China, aferrándose a las rocas del fondo con su cuerpo (que funciona como una autentica ventosa) y camuflándose entre las mismas debido al color de su dorso. No son muy comunes en los acuarios domésticos ya que mueren con mucha rapidez si el ambiente no es exactamente igual al de su hábitat natural.

Su apariencia física es muy peculiar, pareciendose más a ciertas especies marinas como el Lenguado y la Pastinaca, con las que comparte algunas características corporales. De cuerpo muy aplanado dorsalmente, presenta dos pequeños ojos a cada lado de la cabeza (casi situados sobre la misma), permitiéndoles una buena vista de todo lo que ocurre encima de ellos. Las aletas pectorales y las ventrales son redondeadas y del mismo tamaño y presentan, en los bordes inferiores, pequeñas rugosidades que les permiten crear una especie de vacio bajo su cuerpo y engancharse cual ventosas a todos los sólidos que vean. La aleta dorsal es muy pequeña y se encuentra justo en la mitad del cuerpo, cuando terminan las ventrales. La aleta caudal es redondeada y pequeña, y se encuentra al final de la prolongación carnosa de su cuerpo, provista de fuertes músculos, que les ayuda a escapar a gran velocidad de cualquier peligro que los amenace. Su color es la clave de su supervivencia: La base es de color café entre muy oscuro y muy claro (según los ejemplares) manchado por pequeños puntos de color marrón muy oscuro (casi negros) que se extienden hasta los bordes de las aletas. La piel fina que tienen en el vientre permite ver latir su diminuto corazon. El dimorfismo sexual, casi inapreciable, radica en que los machos tienen el morro ligeramente puntiagudo mientras que las hembras lo tienen redondeado (sólo se distingue en peces adultos vistos desde arriba). Miden unos 7 cm de longitud y, en buenas condiciones, llegan a vivir hasta 10 años en un acuario.

Su mantenimiento en cautividad es algo complicado debido a que requieren unas condiciones casi idénticas a las de su biótopo natural, en cuyo caso mueren con mucha rapidez. Un volumen mínimo de 60 litros es ideal para mantener a un pequño grupo de 4 o 5 peces (o uno de 20 litros para un solo ejemplar), y es fundamental que esté bien decorado con piedras de gran tamaño y bien lisas sobre las que se adhiren para comer algas y el alimento que se les suministre. Las plantas acuáticas son tambien importantes ya que se esconden entre ellas y fijan sus territorios. Necesitan muchísimo movimiento en el agua y fuertes turbulencias que aseguren una gran oxigenacion. Los cambios de agua periódicos (cada siete días) y sifonados frecuentes del suelo ayudan a evitar la acumulación de desechos nitrogenados. No es recomendable instalar un calentador debido a que necesitan temperaturas frescas. El agua es mejor que sea medianamente dura y alcalina (pH entre 7 y 8 y dureza entre 15 y 25 ºdGH), y la temperatura puede estar entre 1 y 25 ºC, muriendo a temperaturas más altas. No toleran ninguna traza de cobre ni sal, los nitritos y el amoniaco deben estar siempre ausentes y los nitratos por debajo de 10 ppm. Es recomendable una iluminación muy intensa que permita el desarrollo de colonias de algas filamentosas y tapizantes de las que se alimenta y un sustrato de color oscuro para que se sientan más seguros.

Siempre que las condiciones ambientales y los demás peces del acuario sean de su agrado se alimentan con facilidad, especialmente de preparados para peces de fondo que deben ponerse fuera del alcance de otros peces para que puedan comer con tranquilidad (por ejemplo, en el interior de una cueva en la que sólo ellos puedan entrar o entre un denso amontonamiento de plantas sumergidas. Se alimentan, además, de escamas, gránulos y congelados que caen al fondo y de ciertas verduras como el pepino, cuyas rodajas pueden disponerse en un lugar poco concurrido para que las vayan royendo. Si no les gustan las condiciones del agua o sus compañeros son demasiado agresivos o grandes se intimidan muchísimo y no se alimentan.

A pesar de que no interactuan con ningun pez que viva en el acuario no les convienen animales demasiado grandes, agresivos o activos que les roban el alimento. Las relaciones entre ellos son algo agitadas, siendo los machos algo intransigentes entre ellos, intimidándose y empujándose mutuamente pero sin herirse lo más mínimo. Es mejor introducir a todos los peces a la vez en el acuario para evitar enfrentamientos. Una buena combinación consiste en mezclarlos con peces pequeños que no se acerquen mucho al fondo, siendo los Neones chinos y los pequeños rasboras los más adecuados, así como Guppies y ciertos carácidos de superfície como los peces Hacha. Los Goldfish no son muy recomendables debido a que rebuscan constantemente en el fondo y se comen el alimento destinado a estos pequeños peces, además de que su gran tamaño adulto los intimida. No es conveniente tampoco mezclarlos con otros peces de fondo (Corydoras, Ancistrus, Plecostomus y similares) ya que se producen constantes disputas por el territorio, siendo los Plecos de Borneo los que más posibilidades tienen de perder.

No se han reproducido aún en cautividad, aunque se sabe los soportes sobre los que desovan suelen ser lisos y escondidos (agujeros en troncos y piedras, conchas vacías de caracoles o agujeros en el sustrato muy fino). No se sabe si vigilan o no sus puestas. Los alevines se alimentan de las algas tapizantes que encuentrar sobre el soporte de puesta y crecen con relativa rapidez.