¡¡¡TRADÚCELO!!!

sábado, 16 de agosto de 2014

Aponogeton madagascarensis - Planta reja

A esta planta se la ha descrito como un inusual caso del reino vegetal dada la composición de sus hojas, que son a la vez muy decorativas y bellas y muy frágiles ya que son muy propensas a las corrientes fuertes, a las altas temperaturas, a la luz demasiado potente y a las algas (especialmente a las tapizantes). Si a esto sumamos sus requerimientos de cultivo especiales dentro de las plantas estrictamente acuáticas, su cultivo es bastante difícil recomendándose sólo a personas muy cuidadosas que cuenten con cierta experiencia. Se trata de una planta endémica de la isla de Madagascar, donde vive de forma permanentemente sumergida en aguas sombreadas, casi estancadas y muy límpidas sometidas a variaciones paramétricas estacionales (especialmente en lo referente a la temperatura). Sus tubérculos, comestibles, se asan y comen habitualmente en su lugar de origen.

Esta extraña planta se sustenta mediante una estructura subterránea de reserva llamada tubérculo, muy similar a un rizoma, del que se diferencia por su mayor grosor, dureza y por presentar una capa protectora más gruesa y numerosos pliegues que hace que sea bastante voluminoso aunque su crecimiento es muy lento, necesitándose bastante tiempo para conseguir un tamaño notable. Dispone de hojas grandes (de hasta 40 cm de largo, peciolos incluidos) cuyo atractivo lo compone la ausencia total de tejido interneural, viéndose sólo los nervios. Estas hojas se disponen en roseta y son de un color verde esmeralda muy intenso. Durante la estación de desarrollo vegetativo produce espigas de flores aéreas que surgen de la base de cada roseta y pueden llegar a erguirse hasta más de 20 centímetros sobre la superfície del agua. Las flores son muy pequeñas pero numerosas, con seis estambres que rodean un solo pistilo y exhiben una chillona tonalidad magenta, lo que las hace muy interesantes. Los frutos son cápsulas dehiscentes que contienen una, dos o tres semillas con forma de lenteja. Si se mantiene en condiciones óptimas y se respetan sus exigencias de cultivo su vida puede llegar a los 30 años.
Como se ha dicho antes, el cultivo de esta planta es bastante difícil dadas sus exigencias particulares y la fragilidad de sus hojas. Ante todo es necesario mencionar que debe mantenerse siempre sumergida ya que sus hojas no toleran la falta de agua ni si quiera durante pocos minutos así como la desecación ambiental, por lo que conviene tener mucho cuidado a la hora de sacarla del agua para cualquier propósito. Como cualquier planta tuberosa, la planta reja debe cultivarse en un suelo de grano medio, muy suelto y que permita la libre circulación del aire puesto que el tubérculo se pudre con muchísima facilidad si se mantiene en sustratos demasiado apelmazados. Es indispensable, además, que el agua sea de pH ácido o, como mucho, neutro (entre 5,5 y 7) y que la concentración de sales de calcio y magnesio sean casi imperceptibles ya que obstruyen los vasos conductores de las hojas al concentrarse dentro de ellas. Tambien le es perjudicial la luz demasiado potente ya que las hojas se deterioran, por lo que le conviene una posición sombría en exterior (o, como mucho, que esté al abrigo de plantas más altas y tupidas que le tamizen el exceso de sol) y una luz poco intensa si se cultiva en interiores (no más de 1 watio por litro) pudiendo mantenerse sin luz artificial si en la estancia en la que se encuentra disfruta de abunante luz natural. Tampoco tolera las temperaturas superiores a 24 ºC (queman las hojas) ni las inferiores a 10 (matan la planta), siendo la temperatura ideal de mantenimiento la comprendida entre 20 y 24 ºC. Cabe mencionar, además, que requiere de un periodo de reposo invernal anual en agua fría (como mínimo a 12 ºC) para poder sobrevivir; Sin este periodo de reposo anual la planta termina muriendo rápidamente, por lo que es indispensable proporcionárselo. Necesita abonados regulares en forma de productos solubles especiales para plantas sumergidas, que deben suministrarse al menos una vez cada dos semanas. Las carencias de nutrientes (especialmente de hierro) son frecuentes en esta planta y suelen manifestarse en una detención total del crecimiento y en el amarilleo de las hojas. Y otro apunte más: Es totalmente necesario evitar a toda cosa el crecimiento de cualquier alga (filamentosas, tapizantes, algas verdes y demás) ya que destruyen completamente las delicadas hojas de la planta reja, por lo que se hace necesario controlarlas. Algunas soluciones para evitar el crecimiento de algas son el uso de caracoles que no dañen las hojas, algunos peces hervívoros (Crossocheilus siamensis, Plecostomus, Guppy, ...) y mantener el agua sin rastro alguno de sales de calcio y siempre ligeramente ácida, algo útil para evitar las indeseables algas verdes.
Esta planta sólo puede cultivarse en estanques y acuarios que reúnan todas las condiciones anteriormente citadas. También es muy importante el tipo de animales que viven en el agua para asegurar su supervivencia. Deben evitarse peces hervívoros o con tendencias cavadoras ya que sus hojas, tiernas y frágiles, son un alimento fácil para los peces e invertebrados comedores de plantas (peces como los Goldfish, Anostómidos, algunos Cíclidos y caracoles como el Pomacea canaliculata) y el agarre del tubérculo al suelo es bastante débil, por lo que es fácilmente extraíble por muchos peces de gran tamaño (Muchos Cíclidos y algunos Barbos). Para que luzca todo su esplendor debe colocarse al abrigo de plantas grandes y tupidas o, si está en acuarios y estanques interiores, brindarle una luz de potencia media a baja, como máximo de 1 watio por litro.
Esta planta puede multiplicarse mediante semillas y división del tubérculo. Las semillas deben sembrarse immediatamente tras sacarse de los frutos en un suelo muy suelto y bien aireado (pero nunca bajo el agua ya que se pudrirían) y mantenerse a una temperatura de unos 22 ºC. La germinación ocurre en una semana o dos y, cuando se vean aparecer las primeras hojas, deben trasladarse rápidamente bajo el agua para evitar que se sequen. La divisón de tubérculos se realiza durante la época de parada vegetativa, y consiste en cortar un trozo de éste (de unos 4 o 5 centímetros de largo con algunas raíces) y enterrarlo en otro lugar. Estos segmentos crean hojas al mismo tiempo de la planta de la que provienen, coincidiendo con el inicio del crecimiento anual.

No hay comentarios:

Publicar un comentario