Iris pseudacorus - Lirio de agua

Las plantas pertenecientes al género Iris gozan de gran popularidad debido a sus espectaculares flores. Amantes de la luz y el aire fresco, no toleran ningun exceso de agua en su sistema radicular, algo que sólo pasa con el Lirio de agua, una especie de planta bulbosa semiacuática originaria de la región mediterránea que actualmente se encuentra naturalizada en las riberas de los ríos, pantanos, lagos, estanques, acequias y arrozales de todo el lugar. Esta planta es muy usada para restaurar orillas degradadas de ríos que atraviesan grandes núcleos urbanos. Es una planta perenne o vivaz (segun el clima de la zona) que resulta especialemente decorativa en los bordes de cualquier estanque de agua dulce potentemente iluminado.

Es una planta bulbosa que se mantiene a costa de un grueso y resistente rizoma subterráneo de varios centímetros de diámetro y de color amarronado. EL rizoma produce unas raíces largas y tuberosas (llamadas rizoides) que lo anclan fuertemente al sustrato evitando que pueda ser arrancado por ocasionales riadas. Del rizoma emergen rosetas basales en forma de abanico de hojas acintadas, de hasta 80 centímetros de largo, rígidas, suaves al tacto y de color verde esmeralda muy intenso. Del fondo de estas rosetas emergen los tallos florales de que llegan al metro de altura y que contienen de una a cinco inflorescencias formadas por tres flores tubulares rodeadas por un pétalo redondo y colgante y por otro rígido, pequeño y con forma de espátula. Toda la estructura es de color amarillo limón y los pétalos colgantes tienen originales dibujos rojos en su base. Los tallos florales portan algunas hojas acintadas y de menos de 20 centímetros de longitud. Cada inflorescencia es sustituida por un fruto dehiscente y tricarpelar de color amarronado que contiene gran cantidad de semillas rectangulares y aplanadas.

El cultivo de este Lirio es muy sencillo. Sólo exige dos cosas: Agua en abundancia y muchísima luz solar de forma constante. Para que crezca sana y sin problemas se debe plantar en un suelo suelto pero que se pueda apelmazar un poco (es ideal la tierra normal de jardín mezclada con humus de lombriz) y que de esta forma retenga una gran cantidad de agua. De hecho, el rizoma y los rizoides pueden sobrevivir sin problemas totalmente sumergidos bajo el agua, por lo que no supone problema alguno que el suelo se encharque. No es recomendable que el drenaje sea muy rápido ya que de otro modo el suelo se secaría rápidamente y la planta puede morir de sed, de lo que se deduce que jamás hay que dejar que el suelo se seque por completo. En lo que respecta a la luz, la requiere en gran cantidad para florecer abundantemente, por lo que lo mejor es situarla a pleno sol. En regiones donde el verano sea demasiado cálido y seco se puede sombrear durante las horas más cálidas del día para evitar posibles quemaduras. La carencia acusada de luz solar directa provoca la inhibición de la floración y fallos graves en el crecimiento que hacen que la planta termine muriendo, por lo que no es adecuada para cultivarse en interior a menos que se instale bajo potentes luces artificiales que sustituyan la ausencia de luz solar. Requiere que la humedad ambiental sea muy elevada (en torno al 70% de forma constante), para lo cual se puede pulverizar el follaje regularmente pero sin mojar las flores. Un síntoma claro de que a este Lirio está en un sitio demasiado seco es el secado de las hojas y flores, por lo que hay que vigilar. Soporta un gran abanico de temperaturas: Mínimas de -15 ºC (siempre que el rizoma esté bien protegido de las heladas extremas) y máximas de 50 ºC (aunque la temperatura del agua no debe subir de 33 ºC para evitar que el rizoma se hierva), mencionando además su necesidad de pasar un cierto tiempo en frío para producir flores de calidad a la siguiente estación cálida, por lo que no se adapta excesivamente bien en climas con inviernos cálidos. Durante el invierno es normal que pierda gran parte de sus hojas (que amarillean previamente y se secan), pero no hay que preocuparse: Las recupera rápidamente cuando llega el calor de nuevo. Es indispensable el abonado regular del suelo durante la floración y el crecimiento vegetativo para que se vea mucho más vistosa. Es una planta muy resistente a plagas de origen animal, aunque en situaciones demasiado secas puede ser atacada por la Araña roja, siendo los Caracoles y las Babosas sus principales enemigos al devorar ávidamente todas sus hojas.

Probablemente ninguna otra planta sea más adecuada para la decoración de los bordes de un estanque como ésta. Es muy recomendable enterrar el rizoma bajo el agua y dejar las hojas fuera de la misma para que se sienta como en su casa, aunque puede sobrevivir sin problemas en la misma orilla. Puede combinarse con otras plantas que vivan de la misma manera como las Calas para lograr efectos más decorativos.

Esta planta se reproduce mediante semillas o por división del rizoma. Las semillas se recolectan tan pronto como los frutos se hayan abierto y se siembran immediatamente en su lugar definitivo. Si se hace así, hasta que no llegue el calor de nuevo no germinarán, aunque se pueden sembrar recién empezada la primavera para evitar posibles pudriciones. La germinación ocurre en unos cinco o seis días tras haber sembrado las semillas (sólo si se hace cuando hace calor). Es mucho más fácil dividir el rizoma ya que así nos aseguraremos la obtención de una planta de la misma calidad que la original. Hay que desenterrar parte del rizoma de la planta madre y cortar una porción con una herramienta dura y precisa (el corte debe ser siempre muy limpio). Seguidamente se entierra la porción cortada en otro sitio y se espera a que enraice, algo que suele pasar en una semana aproximadamente. Como ocurre con las semillas, el enraizamiento de los rizomas divididos no empieza si no hace calor, por lo que se puede guardar la porción en un sitio fresco y seco para enterrarla recién empezada la primavera.