El miembro más grande de la família de los Lábridos, que actualmente reúne a más de 200 géneros de peces marinos, es el Pez Napoleón, un pez de gran tamaño y de comportamiento tranquilo pero territorial que vive de forma solitaria en todo tipo de arrecifes de coral de todo el arco indopacífico, encontrándose desde el mar rojo hasta Australia. En otro tiempo muy abundantes, la población de este gigantesco Lábrido está disminuyendo de forma rápida debido a la pesca indiscriminada (su carne es muy apreciada en muchos lugares por su sabor y por sus propiedades afrodisíacas), lo que ha provocado que se incluya en la lista roja de especies amenazadas de la UICN. Debido a que no se reproduce en cautividad, su presencia en los acuarios marinos domésticos es casi nula debido a su gigantesco tamaño, y se puede ver algun ejemplar solitario en acuarios públicos de grandes dimensiones. El comercio de esta especie esta estrictamente regulado por el CITES.
Este pez tiene el cuerpo poco comprimido lateralmente y dispone de unas aletas muy pequeñas para el tamaño de su cuerpo, aunque tiene, como el resto de Lábridos, músculos muy desarrollados que le permiten nadar con rapidez y realizar desplazamientos fulmíneos en caso de ser necesario. La boca, muy grande y no protáctil, está provista de robustísimos dientes caninos y molares con los que puede trocear las presas duras y punzantes que constituyen su alimentación (mención especial merece la estrella de mar "corona de espinas", un equinodermo invasivo y devastador de corales del que se alimenta, regulando algo su población). La boca está rodeada de unos gruesos labios que la protegen. A medida que avanza su edad, estos peces desarrollan un gran bulto en la cabeza de la misma forma que los Cíclidos Flowerhorn y Terror verde, siendo el tamaño del mismo un perfecto indicativo de su edad. La aleta caudal tiene forma de abanico, la dorsal se extiende desde el final de la cabeza hasta el pedúnculo caudal y la anal, que tiene casi la mitad del tamaño de la dorsal, va desde el ano a la cola. Las aletas pectorales y ventrales tienen forma triangular. La líbrea de este pez varia mucho con la edad: Cuando son jóvenes son de color marrón rojizo y con abundantes dibujos delgados de color blanco que recorren la cabeza y el cuerpo; Los adultos adquieren un fondo de color azul turquesa y conservan los dibujos del cuerpo con abundantes barras paralelas de color blanco que recorren todo el cuerpo, que tienen más grosor, y pierden buena parte de los de la cabeza. Sea cual sea el color del pez, la aleta caudal siempre es de color oscuro, mientras que el resto son más claras y, en el caso de las pectorales y las ventrales, de color blanco azulado (en los jóvenes las pectorales son transparentes). presentan un dimorfismo sexual muy marcado que se identifica fácilmente por el color del cuerpo: Las hembras conservan el colorido juvenil mencionado antes y los machos el color azul turquesa típico de los peces más viejos. la totalidad de los peces que nacen son hembras, que cambian de sexo a partir de cierta edad (no se sabe por qué). Además, los machos son dos veces mayores que las hembras. En la naturaleza se han encontrado y pescado ejemplares de dos metros de largo y 200 kilogramos de peso, dimensiones que puede llegar a alcanzar en cautividad siempre que se les albergue en acuarios extremadamente grandes. Pueden vivir 30 años.
El cuidado del pez Napoleón es más bien difícil por dos motivos: Requiere acuarios muy grandes y es bastante sensible a la contaminación orgánica y a las variaciones bruscas de las condiciones acuáticas. De entrada cabe decir que no es un animal apto para acuarios domésticos normales debido a sus exageradas dimensiones: Se requieren grandes tanques (de mucho más de 5000 litros de agua) para albergar a un único ejemplar. La decoración, formada por abundantes rocas, debe estar fuertemente sujeta a las paredes del tanque ya que posee una fuerza tremenda que le permite mover piedras muy pesadas e incluso causar derrumbes (algo que hace fácilmente cuando quiere desenterrar presas o acurrucarse en sus cuevas predilectas), pudiendo cargarse el tanque con todas las consecuencias que esto acarrea. Es indispensable ofrecerle un encueve donde entre entero y un vasto espacio libre de decoración para que pueda moverse sin demasiadas limitaciones. Este pez remueve constantemente el sustrato en busca de presas, por lo que la capa de arena debe tener un grosor de unos 50 centímetros como mínimo y debe ser bastante gruesa (granulometría de hasta 5 milímetros). No tiene ningun reparo en desplazar todos los adornos que pueda mover para realizar dicha tarea, por lo que conviene tener cuidado con esto. Los equipamientos de filtración, calefacción, espumación y demás deben ser externos ya que este pez puede inutilizarlos durante sus quehaceres diarios (son ideales los filtros externos con calentador incluido aunque sirve tambien un filtro de decantación situado bajo el tanque). El espumado se debe realizar en superfície para evitar que el pez entre en contacto con el aparato y pueda estropearlo. El caudal de filtración debe ser muy potente, así como la oxigenación y el movimiento del agua para poder tratar la grandísima cantidad de desechos que produce, y el espumador debe funcionar siempre perfectamente por el mismo motivo. Con este pez se hace indispensable cambiar parcialmente el agua cada semana y sifonear el fondo del tanque para extraer el excedente de excrementos que produce. La iluminación debe ser muy potente para favorecer el desarrollo de las colonias de algas que constituyen una parte importante de su alimentación.Requiere que las condiciones del agua se mantengan siempre constantes: La temperatura debe situarse entre 24 y 28 ºC, la densidad entre 1.020 y 1.030 y las concentraciones de nitritos y amoniaco deben ser siempre nulas. A pesar de que puede tolerar niveles de nitratos cercanos a las 200 ppm no conviene mantenerlo sobre 20 para evitar futuros problemas de salud. Bajo condiciones de estrés reiteradas es propenso a padecer punto blanco, Oodinium y hasta Tuberculosis, aunque siempre que se mantengan las condiciones acuáticas constantes y los niveles de nitrógeno lo más bajos posible (no debe darse ninguna variación brusca) a la larga se convierte en un pez muy resistente y longevo que puede llegar a sobrevivir en condiciones más malas de lo que cabría esperar.
La aclimatación de este pez a la cautividad sólo es posible si los ejemplares son muy jóvenes, pues los adultos mueren muy rápido debido al grave trauma que sufren y a su total negativa a alimentarse. Durante los primeros días en el acuario hay que alimentarlo sólo con presas vivas (Artemias, Cyclops y demás) y alternarlas con alimentos congelados. Una vez acepte sin reparos la comida congelada se puede intentar con la seca, que seguramente acabará aceptando siempre que se respeten sus condiciones de vida explicadas antes. En la naturaleza su dieta la componen principalmente Crustáceos, Moluscos y Algas, por lo que es fundamental que en el acuario haya la suficiente cantidad de invertebrados y algas que le sirvan para romper la barrera inicial de la timidez. Una vez totalmente aclimatado acepta sin reparo alguno todo tipo de alimento: Desde los alimentos congelados típicos hasta los desecados, pasando por los liofilizados, las frutas, las verduras y el pan y hasta pequeños peces vivos que pueda engullir (tales como Guppies y Goldfish pequeños). Es de todos conocido la confianza que establece con su cuidador, lo que hace que incluso coma de su mano sin ningun tipo de reacción.
En el plano social se trata de un pez muy independiente que ignora por completo a todos los demás peces con los que conviva en el acuario. Únicamente pueden presentarse problemas de peleas territoriales con animales recién llegados o que lo ataquen constantemente, en cuyo caso se defenderá encarnizadamente. No hay que mezclarlos con peces que entren por su boca ya que es seguro que acabará devorándolos de un solo bocado. Es ideal para mezclarlo con peces de gran tamaño y de temperamento tranquilo tales como Peces León, peces Mariposa, Ángeles de gran tamaño y Morenas de distintas especies. Es beneficiosa la presencia del Labroides Dimidiatus ya que limpia su gigantesco cuerpo de todo rastro de suciedad que pueda tener. Es muy importante no juntar a dos ejemplares en el mismo acuario ya que no se toleran entre ellos. No causa daño alguno a Corales, Anémonas ni otros invertebrados sésiles, aunque devora rápidamente a Erizos, Caracoles, Gambas y otros invertebrados acorazados.
En lo que respeta a su reproducción, no se ha conseguido aún en cautividad. Se trata de hermafroditas de fecundación externa, pero no se sabe exactamente si la puesta se realiza en aguas abiertas o sobre un soporte que el macho cuida hasta que eclosionan los huevos.
Todo lo necesario para cuidar bien a los peces de acuario y a las plantas de jardín e interior.
¡¡¡TRADÚCELO!!!
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