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jueves, 29 de agosto de 2013

Paracheirodon Axelrodi - Neón cardenal

Los Neones cardenales fueron los segundos importados como peces ornamentales tras el P. Innessi, desbancando a éste como pez de cardumen en acuarios Amazónicos. La causa principal de esta sustitución reside en el hecho de que los colores del Cardenal son mucho más vivos y brillantes. Tambien los Cardenales son bastante más resistentes a las enfermedades y a las fluctuaciones de la calidad del agua, así como a los errores de cuidado básicos que cometen muchos principiantes, por lo que son bastante más fáciles de cuidar. Son peces de pequeño tamaño procedentes de la cuenca del río Amazonas, donde viven en grandes bancos en los brazos muertos de los ríos, en pantanos, lagos y charcas creadas por las inundaciones anuales de la selva. Se agrupan en torno a grandes plantas acuaticas, troncos y rocas de gran tamaño para aguacerse de sus depredadores.

Se trata de peces con el cuerpo comprimido lateralmente, con aletas pequeñas y rígidas y con los músculos bastante desarrollados para favorecer el rápido movimiento que suelen realizar para escapar rápidamente de cualquier peligro. A medida que crecen desarrollan una visible gibosidad tras la cabeza. Las aletas son muy pequeñas, pero su rigidez y la fuerza de sus músculos basales asegura su utilidad como armas de propulsión. La aleta caudal está bifurcada y presentan, además, una aleta adiposa cerca del pedúnculo caudal. Sus ojos son bastante grandes en comparación con su cuerpo y la boca, aunque parece pequeña a simple vista, puede abrirse bastante para engullir presas de tamaño considerable, algo a lo que ayudan los minúsculos y punzantes dientes de los que disponen. Su líbrea, muy llamativa, consiste en un dorso marronoso muy claro, una bella tonalidad roja muy intensa que, a diferencia del Neón Innessi, que sólo cubre la zona immediatamente inferior de la linea lateral, abarca la totalidad de los flancos y el pedúnculo caudal. El vientre es blanco. La línea lateral está reseguida con una raya horizontal de color azul celeste brillante que, sin embargo, puede llegar a ser incluso dorada en función del espectro luminoso que domine, el color del sustrato e incluso el estado de salud del pez. Todas las aletas son incoloras. Los machos son más esbeltos que las hembras, mientras que estas tienen el vientre visiblemente abultado. Suelen medir 4 centímetros de largo y vivir hasta diez años, aunque existe una variedad (llamada comercialmente XXL) que llega a los 8 centímetros de largo.
Debido a su diminuto tamaño no requieren instalaciones excesivamente grandes. Se considera que un acuario de 30 litros es suficiente para un grupo de seis a diez peces, aunque se sienten mucho más cómodos en recipientes más grandes. Como todo pez Amazónico, los Cardenales no gustan de la luz demasiado intensa, por lo que es necesario o bien adquirir una lámpara de baja intensidad o tamizar la luz con un manto de plantas flotantes. El sustrato, de color oscuro y grano medio, realza el color de los peces. No les gusta que el agua esté excesivamente movida pero sí que contenga una buena cantidad de oxígeno. La decoración debe estar formada por abundantes plantas, troncos o piedras para que puedan esconderse en caso de necesitarlo, y el agua debe filtrarse con turba para mantenerla en condiciones idóneas y, además, para teñirla levemente de color marrón, típico de las aguas que estos peces habitan. La temperatura debe mantenerse entre 20 y 33 ºC, el pH entre 5,5 y 7 y la dureza entre 0 y 10 ºdGH. Aunque pueden adaptarse más o menos bien a aguas más duras y alcalinas, muchos Neones resultan afectados por Calcionefrosis, es decir, los nefrones renales se taponan por sales de calcio, un problema que suele ser mortal para estos pequeños peces. Para evitarlo es necesario mantener el agua siempre ácida y blanda. La tasa de nitratos debe ser, como máximo, de 50 ppm (aunque se cree que pueden tolerar hasta 600 ppm) y los nitritos y el amoniaco deben mantenerse a 0 ppm.
No presentan ningun problema para alimentarse en cautividad, y aceptan de buen grado todo tipo de alimentos para peces, ya sean congelados, vivos, escamas y gránulos. Su dieta natural se compone casi por completo de materia proteica, por lo que las papillas específicas para Discos y el pienso para Pirañas son muy beneficiosos para ellos. Un aporte vegetal a la semana en forma de pastillas o escamas de Spirulina, verduras crudas y lavadas o trocitos de guisante tambien les benefician bastante al purgar sus intestinos eficazmente. Son muy voraces, por lo que no hay que sobrealimentarlos para evitar problemas de obesidad. Y otro apunte más: No es aconsejable administrar gránulos a menos que puedan ser engullidos sin problema por estos pequeños animales, pues no son raros los casos de Neones que se atragantan con un gránulo y mueren de asfixia.
Estos peces están presentes en todo tipo de acuarios comunitarios debido, en parte, a su excelente y brillante líbrea y, por otro lado, porque su actitud hacia cualquier animal con el que viven es excelente. Para que se encuentren realmente a gusto en un acuario comunitario es imprescindible mantenerlos en grupos de al menos doce individuos. Si se mantienen pocos ejemplares acaban acosando a sus compañeros e incluso mordiéndoles las aletas. Pueden ser acosados por Tetras más grandes como el Palo de golf, las Santa Filomena y los Teras fantasma, así como ser devorados por peces demasiado tragones que los ven como una suculenta golosina (como muchos Cíclidos), por lo que hay que abstenerse de mezclarlos con este tipo de animales. Un buen ejemplo de asociación sería, por ejemplo, matenerlos con un grupo de Neones Innessi, otro de Neones verdes, Corydoras o Ancistrus como peces de fondo, Peces hacha como animales de superfície y algun cíclido de mediano tamaño como el Cíclido Cerradura o algun individuo de Apistogramma. Su mantenimiento con Escalares y Discos sólo es posible si estos últimos peces de gran tamaño son introducidos después de los Neones, ya que de lo contrario estos son devorados. Tambien pueden pasar de ellos si crecen todos juntos.
A pesar de que se encuentran masivamente en toda tienda de animales y en los acuarios de muchísimos aficionados, los Cardenales no se reproducen a escala industrial por la extrema dificultad que supone sacar adelante los huevos y los alevines. Sin embargo, si se quiere intentar, conviene saber que los huevos no soportan el más mínimo rayo de luz durante su incubación, y los alevines tampoco. Si no se respeta esto la totalidad de los huevos o los alevines mueren irremediablemente. Son, además, muy sensibles a la polución y a las variaciones bruscas de las condiciones acuáticas, y la diminuta boca de los alevines hace que sólo puedan comer alimentos casi microscópicos. Para empezar es necesario acondicionar un acuario específico de cría con agua muy blanda y ácida (pH entre 5 y 6 y dureza entre 0 y 4 ºdGH), filtrada con turba y siempre muy pura, a una temperatura de 28 ºC. Como decoración se puede poner algun matojo de fibras de nailón que sirva como soporte para la puesta. Todo el grupo de Neones debe mantenerse durante un mes a una temperatura de 28 ºC y en agua muy ácida y blanda mientras que son alimentados con muchas presas vivas. Cuando se distinga el abultamiento ventral de las hembras (señal de que llevan huevos) y la actividad cortejante de los machos, se debe seleccionar a uno de cada sexo y trasladarlos al acuario de reproducción. Este acuario debe oscurecerse totalmente antes de introducir a la pareja reproductora. La puesta se desarrolla por la noche, y se debe mirar cada día con una linterna de muy poca potencia si hay huevos. Estos deben protegerse de los adultos para evitar canibalismo. Durante la incubación los huevos deben permanecer en absoluta oscuridad. tras dos días eclosionan, y los alevines deben alimentarse desde la segunda semana de vida con comida en polvo o en suspensión, así como con infusorios y otras presas vivas diminutas. Al cabo de un mes de empezar la alimentación externa hay que ir descubriendo el recipiente de reproducción a la luz muy gradualmente hasta dejarlo totalmente descubierto. A partir de este momento los pequeños Cardenales pueden trasladarse a un acuario definitivo.

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