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jueves, 22 de agosto de 2013

Eichhornia Crassipes - Jacinto de agua

Las plantas flotantes son las mejores aliadas de los peces más timidos y asustadizos, como numerosos peces amazónicos, al proveer abundante sombra y lugares de refugio y muy valiosas para alevines de todas las especies de peces y, especialmente, son muy buscadas por los peces que construyen nidos de burbujas al constituir el marco de realización de dichos nidos. La mayoria de estas plantas se propaga rápidamente en condiciones ideales de mantenimiento, por lo que pueden ser un problema para las plantas sumergidas al dejarlas sin la luz necesaria para vivir, por lo que deben aclarase frecuentemente. El Jacinto de agua es una de las plantas flotantes más conocidas y mantenidas en acuarios y estanques (tanto exteriores como interiores) por su apariencia y a sus flores parecidas a las del Jacinto. No obstante, en América central y en la zona sur de EEUU es considerada como una plaga invasora al propagarse sin control debido a la ausencia de depredadores que la devoren. Está incluida en la lista de las 100 especies invasivas más dañinas del mundo de la UICN, estando prohibida su importación, venta y tenencia en los lugares anteriormente citados. Esta planta es originaria de la cuenca del Amazonas, dándose en cualquier sistema acuático poco movido y con generosas cantidades de nutrientes.

Tiene la forma típica de cualquier planta flotante, es decir, un sistema radicular voluminoso y complejo que se mantiene totalmente sumergido, compuesto por raíces negras con las puntas blancas y con abundantes raicillas a su alrededor, y una parte vegetativa compuesta por unas curiosas hojas de forma semicircular cuyo peciolo, formado por una gran cantidad de bosas de aire que lo mantienen hinchado, le permiten flotar sobre el agua. Las hojas no tienen nervios visibles, su color puede adquirir varias tonalidades de verde según la cantidad de luz que reciben y la concentración de nutrientes presente en el agua y se disponen en roseta. En su hábitat natural produce inflorescencias en espiga durante prácticamente todo el año, aunque en zonas de inviernos fríos o con heladas débiles florece sólo durante el verano. las flores son petaloides, hexámeras y disponen de un pistilo largo y diminutos estambres a su alrededor. A excepción del pétalo superior, cuyo centro es amarillo y rodeado por un halo de color violeta oscuro, el resto de pétalos son de color rosa azulado. Es muy difícil que llegue a florecer en interior. Cada planta puede tener 30 centímetros de diámetro y medir hasta 30 de altura.
Es una planta muy versátil capaz de adaptarse a muchos tipos de agua y a muchos sistemas de cultivo. Se utiliza básicamente para adornar estanques interiores y exteriores, siendo algo menos frecuente en los acuarios por el problema que presenta el calor emitido por la iluminación, que quema rápidamente las hojas. Tolera también el cultivo emergido en macetas corrientes siempre que el sustrato que la hospede esté siempre saturado de agua y no tenga la mas mínima compactación. No es excesivamente exigente con el agua, pudiendo mantenerse en valores de pH comprendidos entre 6 y 8 y durezas entre 5 y 30 ºdGH, aunque los intervalos óptimos para su desarrollo están entre 6,5 y 7,5 de pH y entre 10 y 20 ºdGH de dureza, razón por la que se desarrolla muy bien en EEUU y centroamérica y, con menos profusión, en el Amazonas, cuyas aguas son demasiado ácidas y blandas para permitir su rápido crecimiento. Es muy tolerante con la luz, pudiendo crecer bien entre 0,5 y 1,5 watios por litro en intensidad lumínica. Se cultiva muy fácilmente en presencia de luz artificial y en el interior en habitaciones muy iluminadas, aunque si se cultiva en estanques al aire libre, donde tolera bastante bien el sol directo, conviene resguardarla un poco durante las horas más cálidas del día para evitar que la planta se queme, algo a lo que es especialmente susceptible. La temperatura debe mantenerse entre 18 y 28 ºC, intérvalo en el que se da el crecimiento vegetativo. Si la temperatura sube por encima de 30 ºC la planta se quema, empezando por las hojas más viejas y las raíces, para terminar muriendo. En lo que respecta al frío, la parte vegetativa se mantiene intacta hasta los 0 ºC, perdiéndose completamente a partir de -1 ºC, aunque no hay que preocuparse porque, mientras se conserve el capellón con algunas raíces, la planta crea nuevas hojas cuando la temperatura llega a los 18 ºC. No necesitan muchas cantidades de nutrientes en el agua, sobreviviendo incluso en lugares muy pobres en los que ni si quiera la Lenteja de agua sobrevive. Con abonar el agua una vez a la semana con un producto específico de plantas acuáticas es suficiente. Cultivada en el exterior es propensa a los ataques de la Araña roja y los pulgones.
Como toda planta flotante, es muy beneficioso su mantenimiento en acuarios y estanques que requieran luz tamizada para aquellas especies tímidas que huyan de la iluminación demasiado intensa, tales como los Discos o las Pirañas. También suele usarse en recipientes destinados al mantenimiento de alevines, que se refugian entre sus densas raíces y para la cría y reproducción de Guramis, que las usan como base para la construcción de nidos de burbujas. Las plantas que se deterioran con demasiada luz, como las Anubias o el Helecho de Java, agradecen su presencia. A pesar de todo esto son un manjar para muchos peces hervívoros, que devoran las raíces, los peciolos y las hojas sumergidas. Los caracoles hervívoros como Pomacea Canaliculata o Lymnea Ovata las devoran profusamente, así como algunos parásitos vegetales como los Minadores o los Pulgones, que las atacan si se cultivan en el exterior. Para evitar el colapso total de la superficie del agua deben irse sacando con frecuencia, algo que ayuda también a seleccionar las mejores matas. Otra de las razones de su éxito como plantas ornamentales es su bonita floración que atrae a ciertos insectos polinizadores y, por consiguiente, a sus depredadores. Es común su asociación con la Lenteja del agua en muchos estanques artificiales.
Esta planta se propaga por estolones que salen de la roseta central de hojas y se conectan a la misma planta madre mediante un tallo carnoso. Dicho tallo puede cortarse cuando la plántula tenga unas cinco hojas medianas, lo que hará que se desarrolle un nuevo ejemplar. Si las condiciones son las adecuadas, cada planta puede producir hasta cinco hijuelos cada mes (o durante cada més cálido en zonas de inviernos fríos). También se puede propagar mediante semillas, que se entierran en un sustrato encharcado y suelo, como vermiculita, y que germinan en pocos días a unos 25 ºC. Cuando las plántulas tienen cinco hojas pueden trasladarse a su emplazamiento definitivo.



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