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miércoles, 1 de abril de 2015

Sinningia speciosa - Gloxinia

La Gloxinia es una planta herbácea, vivaz, de cultivo bastante fácil que destaca especialmente por su exhuberante y colorida floración. Incluida anteriormente en el género Gloxinia, actualmente pertenece al género Sinningia, aunque conserva la denominación comercial de Gloxinia. Esta planta procede básicamente de las selvas lluviosas y húmedas de Brasil, donde vive siempre en emplazamientos muy protegidos del viento, la lluvia y el sol intenso, sus peores enemigos. Se puede cultivar tanto en interior como en exterior y admite bastantes tipos de metodologías de cultivo y formas de multiplicación.
Fuente: foroantiguo.infojardin.com

Esta planta se sostenta gracias a un tubérculo subterráneo globoso y de tamaño bastante grande que crea finas y largas raíces que absorben el agua y los nutrientes del suelo y, además, aseguran la correcta sujeción del vegetal. Su tallo es muy pequeño (a menudo queda oculto en el suelo) y crea unas cuantas hojas ovales, aterciopeladas, de color verde fuerte y con los bordes debidamente ondulados. Las flores se desarrollan a lo largo de un tallo floral que alcanza los 20 - 25 centímetros de altura y aparecen de forma solitaria. Son acampanadas, de gran tamaño, con cinco pétalos soldados longitudinalmente, de tacto pegajoso y muy frágiles. No tienen perfume y poseen, en su centro, un pistilo largo y bien visible rodeado por varios estambres cortos. Actualmente existen muchos cultivares ornamentales que se distinguen por el color de las flores (rojas, blancas, violetas, rosas o mezclas de dos o más colores) así como por su configuración (los hay de flores simples y dobles). La vida de cada tubérculo puede ser de hasta 10 años.
Fuente: lepidoptera.butterflyhouse.com.au
 
Cultivar Gloxinias es bastante sencillo siempre que las proteja del sol excesivo, de la lluvia y del viento, especialmente cuando se encuentran en plena floración. Como planta subtropical que es, la Gloxinia no tolera el frío ni las heladas: La parte aérea se pierde por debajo de 10 ºC y el tubérculo puede perderde a menos de 0 ºC, por lo que en climas donde existan heladas o temperaturas invernales bajas, se debe cultivar en interior o sacarla al exterior sólo durante el verano, cuando la temperatura sea adecuada para su desarrollo. El tubérculo puede mantenerse en exterior durante el invierno a condición de que éste sea seco y no llegue a helar. Tampoco tolera temperaturas excesivamente elevadas: Por encima de 30 ºC pueden perderse las flores, por lo que se impone un lugar fresco durante la floración especialmente si se cultiva en el exterior. Reclama un suelo suelto, bien drenado, rico en materia orgánica y que retenga muy bien la humedad, siendo muy tolerante con la acidez del mismo (el pH puede variar entre 5 y 8) pero no con la sal, que no tolera en absoluto. No se da bien en suelos duros, mal drenados y que no permitan una buena aireación ya que el tubérculo no se desarrolla bien y, además, se puede pudrir. La parte aérea de la Gloxinia es un buen indicador del apelmazamiento del suelo: Si las hojas son grandes, lisas y las flores se abren completamente y con colores muy vivos, el suelo es ideal. Como toda planta de flor, la Gloxinia necesita muchísima luz para poder florecer y crear hojas cada año, pudiendo situarse a pleno sol pero sólo durante las horas más frescas del día ya que el sol tórrido del verano chamusca las hojas y las flores. Puede mantenerse en interior en habitaciones muy iluminadas que reciban una o dos horas de sol matinal. Las plantas que no reciben suficiente luz durante la estación de floración pueden inhibir la brotación o la floración en la siguiente temporada debido a que el tubérculo no es capaz de acumular suficientes reservas para entonces. La Gloxinia adora el agua, tanto en el suelo como en el aire, y reclama riegos muy abundantes de forma que el suelo esté siempre húmedo pero nunca encharcado. Sólo cuando termine la floración se debe dejar que el suelo se seque ligeramente antes de regar, y cuando las hojas se seguen, se debe detener por completo el riego ya que comienza su etapa de reposo anual, durante la cual no necesita agua. Si está sometida a déficit hídrico durante la floración las estructuras florales se marchitan rápidamente, pero tambien si sufre encharcamientos frecuentes o prolongados, por lo que hay que tener cuidado. La humedad ambiental es importante, siendo la ideal en torno al 60 - 80% pero, asimismo, debe proveerse una eficiente ventilación para evitar que el vapor condense sobre sus hojas y flores, que en tal caso se deterioran. Las flores se ponen lacias si la humedad está por debajo del 60%. Paera aumentar la humedad se puede poner cerca de un recipiente con agua, pero no es aconsejable pulverizar para no mojar sus hojas, algo que debe tenerse presente igualmente en el momento de regar. A esta planta le beneficia el abonado periódico durante la floración puesto que favorece la acumulación de nutrientes para la temporada siguiente, pero es importante que el abono sea rico en potasio para favorecer la floración (abonos demasiado nitrogenados favorecen el desarrollo foliar en exceso, pudiendo inhibirse la floración). No se debe abonar la Gloxinia cuando esté en reposo.
Fuente: www.sakataornamentals.com

Las orillas de un estanque de agua dulce son el lugar propicio para el buen desarrollo de la Gloxinia ya que se cuenta con humedad procedente de la evaporación del agua, pero debe plantarse donde el tubérculo no quede sumergido para evitar la muerte completa del ejemplar. Plantarla en montículos es la manera más natural de conseguirlo, aunque pueden plantarse en macetas o cestas colgantes que después pueden sujetarse a una rama de un árbol o arbusto que crezca cerca del agua. Si se pone en el suelo es ideal que esté cubierta del exceso de sol por un árbol o un arbusto bien tupidos.
Fuente: www.katalog-rostlin.cz

La Gloxinia puede multiplicarse mediante semillas, esquejes de hoja y división del tubérculo. Las semillas, que se recolectan a finales de verano, deben sembrarse immediatamente en un suelo suelto y bien aireado que se mantenga siempre húmedo y a unos 10 - 15 ºC de temperatura (necesaria para romper la latencia del embrión). Al cabo de uno o dos meses (o más segun el lugar de siembra) las semillas germinan y, cuando las plántulas midan cinco centímetros de altura, pueden pasarse a su lugar definitivo. La separación del tubérculo se hace cuando las hojas se secan antes del reposo, momento en el que se extrae el tubérculo y se separan los retoños que éste ha creado. Tras guardarse junto con el tubérculo madre en un sitio fresco y seco, se plantan por separado a principios de primavera para que se conviertan en adultos. Al igual que su prima la Violeta Africana, la Gloxinia admite la multiplicación in vitro (mediante trozos de hoja sembrados en un medio MS con AIA, una hormona enraizante) y tambien de forma directa a partir de una hoja entera. En el caso de la Gloxinia, este proceso es más complicado, pero tiene mucho éxito si se hace bien. Para ello se debe tomar una hoja grande y sana y cortarla hacia la mitad del peciolo. Acto seguido se realizan cortes transversales en los nervios principales de la hoja y se la sujeta a un sustrato rico en AIA y bien húmedo mediante unas grapas. Al cabo de poco más de dos o tres semanas sale una nueva plantita de cada corte que puede ser separada cuidadosamente y cultivada independientemente.

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