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miércoles, 30 de julio de 2014

Zebrasoma desjardinii - Pez cirujano Desjardinii

Este pez cirujano de magnífico colorido y presencia es uno de los peces preferidos por muchos aficionados a la acuariofilia marina, algo que se debe, además de a su extraordinaria líbrea, a su adaptabilidad a muchas condiciones de mantenimiento y a su resistencia a los problemas en el agua y a las variaciones no demasiado bruscas de sus características (merece especial atención su capacidad para tolerar desviaciones más o menos importantes de salinidad, algo inaudito dentro de los peces Cirujano). Este pez, casi idéntico al Z. veliferum, se encuentra en el mar rojo y en gran parte del océano indopacífico, asociado siempre a arrecifes de coral y a profundidades máximas de 30 metros.

 El cuerpo de este pez está fuertemente comprimido lateralmente y dispone de unas escamas muy pequeñas (casi invisibles) cubiertas por una mucosa muy resbaladiza que reducen al mínimo su resistencia al agua para permitirle moverse con rapidez y de forma puntual, por ejemplo, para atrapar una presa que se escapa o para huir de un peligro potencial. Las aletas de este pez están bordeadas por potentes músculos basales que le hacen muy fácil moverlas a gran velocidad para aumentar su velocidad de nado. Lo más destacable de este pez son las aletas dorsal y anal, bastante grandes y voluminosas (más pequeñas que las del Z. veliferum) y muy móbiles, llegando ambas hasta el pedúnculo caudal. La aleta caudal tiene forma de abanico y dispone, a cada lado de la misma, de un estilete retráctil muy afilado del que se vale para defenderse de sus posibles depredadores, para expulsar intrusos de su territorio o, más comunmente, para luchar con otros peces por sus dominios. A pesar de que estos estiletes no son venenosos pueden producir dolorosos cortes al contacto con la piel, por lo que conviene tener mucho cuidado al manipular este pez. La boca, en posición terminal y ligeramente ínfera, dispone de pequeños dientes cortantes especialmente pensados para arrancar las distintas clases de algas que crecen en el arrecife. La líbrea de este pez, muy llamativa, sufre un cambio bastante radical con la edad: Los peces juveniles presentan un colorido idéntico al rayado de una Cebra (fondo blanco con varias rayas negras verticales) y las aletas amarillas mientras que los adultos exhiben un fondo de color blanco ligeramente amarronadoen el cuerpo y una base de color marrón muy oscuro en las aletas, ambas trazas interrumpidas por vistosas lineas de color amarillo limón que, en la zona de unión con la aleta anal, se convierten en puntos. Presentan, además, un punteado amarillo en la aleta caudal y otro en la cara, que además presenta dos rayas verticales negras. El dimorfismo sexual, sólo escasamente visible en peces muy desarrollados, consiste en el mayor tamaño de los machos frente a las hembras. Alcanza 40 centímetros de longitud tanto en estado salvaje como en acuario y sobrepasa los 10 años de vida si se le mantiene en condiciones ideales.
Se trata de uno de los peces Cirujano menos delicados y fáciles de cuidar, siendo incluso más resistente que otras especies "fáciles" como el Zebrasoma veliferum, el Zebrasoma flavescens o el Ctenochaetus tominiensis, aunque no es precisamente apropiado para los recién iniciados ya que se muestra bastante susceptible a los errores de cuidado continuados y a la desatención. Como todos los demás Cirujanos, este reclama un acuario de gran tamaño (al menos 400 litros de agua por ejemplar y mínimo de un metro de largo) ya que se mueve constantemente y sufre de estrés en recipientes demasiado pequeños aunque se adapte perfectamente a ellos durante larg tiempo, cosa que conviene evitar ya que no detiene su crecimiento por lo que albergarlo en tanques demasiado pequeños puede ser causa de malformaciones orgánicas ante la falta de espacio. La decoración debe estar formada por abundantes rocas porosas que permitan el desarrollo de distintos alimentos necesarios especialmente durante la fase de climatización: Pequeños invertebrados y algas que gusta tomar de forma más o menos constante. Los amontonamientos de rocas le permiten, además, esconderse en caso de necesitarlo y fijar su territorio. La agitación y la aireación del agua deben ser muy fuertes y la iluminación debe ser muy intensa para permitir el desarrollo de las indispensables colonias de algas que forman gran parte de su dieta. Las condiciones acuaticas deben mantenerse constantes y sin cambios demasiado bruscos a excepción de la salinidad, pero sólo de forma puntual y siempre que este cambio sea lento: Temperatura entre 24 y 28 ºC, salinidad entre 1.022 y 1.030 y pH entre 8 y 8,4. Este pez es menos sensible al nitrato que otras especies de Cirujanos, llegando a soportar tasas de hasta 500 ppm siempre que se trate de peces adultos y en perfecto estado; Lo mejor es mantener las tasas de nitratos siempre por debajo de 30 ppm y las de nitritos y amoniaco a 0. Bajo condiciones permanentemente  deficitarias de mantenimiento puede verse fácilmente afectado por distintos tipos de enfermedades (especialmente punto blanco, Oodinium y punto negro) que pueden acabar con él si no se remedia la situación immediatamente, algo para lo que suele ser necesario emplear lámparas UV u ozonizadores ya que no tolera bien el cobre presente en los medicamentos comerciales. Si se le mantiene bien alimentado y consigue superar la fase juvenil en buenas condiciones es uno de los peces marinos más resistentes que se pueden mantener.
Su alimentación en acuario no plantea ningun problema a excepción de los ejemplares salvajes adultos, que suelen rechazar el alimento hasta morir, por lo que se deben aclimatar siempre peces jóvenes o, en su defecto, elegir ejemplares adultos que hayan crecido en cautividad desde pequeños. Durante los primeros días puede mostrarse reacio a alimentarse especialmente si el agua no está en buenas condiciones o si los demás peces lo estresan, por lo que conviene empezar con presas vivas o congeladas para romper la barrera de su timidez. Es del totalmente necesaria la presencia de colonias de algas que le ayuden a alimentarse durante este periodo de tiempo en caso de que no acepte el alimento que le demos, pues al menos no se morirá de hambre. Una vez perfectamente adaptado al acuario acepta sin problema alguno comida seca de todo tipo (escamas, gránulos, ...) y verduras cocidas y bien lavadas. Con este pez y con todos los Cirujanos en general no se debe abusar de alimentos excesivamente proteicos ya que se le puede provocar problemas digestivos graves que en ciertos casos pueden conducir a la muerte, siendo lo recomendable administrar sólo alimento seco genérico en alternancia con preparados vegetales.
Su comportamiento social es satisfactorio si exceptuamos otros Desjardinii, pues son tremendamente agresivos entre ellos (especialmente entre machos) dándose violentas peleas por el territorio que suelen acabar con la muerte del pez más débil, por lo que si se desea mantener más de un Desjardinii (sólo se pueden mantener parejas) se deben introducir a la vez y en la fase más juvenil, algo aplicable tambien a otras especies de Cirujanos que vayan a vivir con él (sobretodo otros Zebrasoma). En lo que respcta a otras especies su actitud depende de cada pez: Hay algunos muy sociables que no molestan a sus compañeros y otros que no los toleran, actitud esta última que puede mitigarse en acuarios de gran tamaño (de unos 500 litros o más) y que sean peces que puedan hacerle frente. Para evitar ataques constantes a los nuevos inquilinos es mejor introducir al desjardinii en ultimo lugar. Especies adecuadas para convivir con él son las de carácter asustadizo y de natación rápida: Damiselas, peces Mariposa, algunos peces Ángel y Lábridos. Los peces demasiado lentos tendrán problemas para comer dada la hiperactividad de este pez Cirujano. No causa daño alguno a invertebrados pero resulta catastrófico para las macroalgas ornamentales, a las que devora profusamente pudiendo hacerlas desaparecer por completo.
Como ocurre con todos los Cirujanos, el Z. desjardinii no ha sido reproducido en cautividad aún. Ello se debe, por una parte, a la larga fase larval de los alevines y, por otra, debido a la imposibilidad de juntar a varias decenas de peces adultos en un espacio restringido para que se dé el desove, que en la naturaleza ocurre en las zonas más expuestas de los arrecifes y de forma comunitaria y tumultuosa. Las larvas pasan casi tres meses en la superfície mezcladas con el pláncton hasta que descienden al lecho marino para empezar la fase juevnil.

1 comentario:

  1. Enhorabuena por la labor tan grande que realizáis en la divulgación de la acuariofilia, me gusta mucho vuestro contenido :D

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