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viernes, 31 de mayo de 2013

Abudefduf Luridus - Fula negra

En ciertos acuarios marinos es muy frecuente encontrar a estas vistosas Damiselas de colores oscuros y atrayentes rebordes azulados, aunque se trata de las más agresivas de todas. Son peces territoriales y poco sociables que viven principalmente en el océano Atlantico Oriental (desde Canarias hasta el norte de África en el hemisferio norte y en Senegal en el hemisferio sur), en aguas más o menos cálidas, sobre fondos rocosos y praderas de posidonias, asociadas en ocasiones a algunos tipos de corales arborescentes. Tanto los jóvenes como los adultos se mueven en bancos bastante densos (aunque los machos de más edad pueden vivir en solitario o con sus hembras reproductoras) y estrictamente dominados por el macho más grande.


Tienen la típica forma de las Damiselas: Cuerpo robusto y comprimido lateralmente, aletas cortas y rígidas, boca pequeña, ojos pequeños y escamas grandes y muy visibles, presentando un pequeño abultamiento en la zona de la cabeza. Sus colores son llamativos y varian con la edad. Los ejemplares jóvenes tienen todo el cuerpo y las aletas de color negro, una raya de color azul eléctrico que se extiende desde cada ojo hasta la mitad del cuerpo y atravesando a ambos y algunas franjas azules más en los flancos que en ocasiones crean elaborados dibujos. Los adultos pierden casi por completo el color negro del cuerpo, sustituyéndolo por un marrón grisáceo. La zona superior de la cabeza permanece de color azul muy oscuro, así como las aletas dorsal y caudal. Las aletas pectorales son de color azul marino muy vistoso, y la anal y las ventrales están bordeadas de azul celeste brillante. El cambio de color se produce, aproximadamente, a los tres años de edad. Los machos, que pueden medir hasta 15 cm, son algo mayores que las hembras. Pueden vivir unos 10 años en cautividad.
Es muy fácil mantenerlas en un acuario ya que se adaptan sin problemas a variaciones bruscas de parámetros, a la contaminación moderada y, especialmente, a volúmenes pequeños de agua, viviendo en acuarios de unos 40 litros. Para que estén saludables y cómodas el acuario debe tener un mínimo de 100 litros para un ejemplar y a partir de 400 si se quieren mantener en grupo, y debe decorarse con abundantes rocas vivas, conchas y otros objetos sólidos que les proporcionen encueves. Al igual que el resto de Damiselas, necesitan fuertes turbulencias y cambios parciales de agua cada siete días aproximadamente. El uso de un buen espumador de proteínas es necesario para contribuir a su mejor estado de salud. La densidad puede estar entre 1.018 y 1.030, la temperatura entre 20 y 30 ºC (por debajo de 18 ºC enferman fácilmente y mueren) y llegan a tolerar hasta 300 ppm de nitrato, siendo mucho mejor mantenerlos siempre por debajo de 30 ppm y tanto los nitritos como el amoniaco a 0 ppm. Son propensas a saltar, por lo que es conveniente tapar bien el acuario. Gustan de escarbar en el sustrato y mover pequeños objetos decorativos (algo que puede causar derrumbes y roturas desastrosas), por lo que se les debe proporcionar una capa de al menos 5 cm de sustrato coralino de grano medio y fijar los pequeños adornos con silicona atóxica.
No presentan ningun problema para alimentarse en cautividad una vez se han aclimatado, periodo durante el cual es normal que se muestren tímidas y rechacen el alimento, algo que se soluciona con abundantes presas vivas y, especialmente, manteniendo el agua bien saneada, aunque lo normal es que acaben por alimentarse de cualquier cosa al cabo de dos o tres días. Una vez adaptadas aceptan sin ningún problema escamas, granulados, liofilizados, vivos y congelados sin dilación. Un aporte vegetal semanal en forma de escamas de algas o verduras les es muy beneficioso.
No son peces nada adecuados para un acuario comunitario a menos que éste sea muy grande (de unos 1000 litros como mínimo) y los demás peces sean bastante mayores que ellos. No toleran a ningun pez desconocido en el mismo acuario, da igual la especie que sea, atacándolos salvajemente hasta acabar con ellos. Su asociación en grupos es también complicada, aunque no suelen surgir problemas si todos los peces se introducen a la vez y en su etapa juvenil. Es muy importante no introducir una nueva Fula negra en un grupo ya formado, pues el nuevo ejemplar es atacado constantemente por el macho líder (también por todas las demás) hasta acabar muriendo. Si se introducen en último lugar en acuarios demasiado pequeños junto con otras especies, toman rápidamente el control absoluto de todo el tanque matando al resto de peces (en el caso de que el acuario sea muy voluminoso se las puede intentar juntar con peces de gran talla y que sean capaces de amedrentarlas como ciertas especies de Cirujanos, peces Ángel, peces Mariposa, Escorpiones y algunos Lutjánidos de gran tamaño. No se deben mezclar con ninguna otra especie de Damisela para evitar violentas disputas con final fatal.
Si bien es muy normal que desoven en el acuario (siempre que las condiciones acuáticas sean las correctas) los alevines son extremadamente delicados con la alimentación, siendo muy normal que no consigan sobrevivir poco más de dos días desde su nacimiento debido a la falta de alimentos adecuados, pues demandan exclusivamente plancton marino rechazando cualquier otro alimento que haya en el agua, icluidos los Rotíferos. El macho líder se aparea con varias hembras, que ponen sus huevos en grutas y escondrijos entre las rocas. Durante los tres días que dura la incubación el macho protege los huevos de cualquier peligro, llegando a matar a otros machos que se acerquen a ellos (incluso a los que sean de su propio grupo) y a cualquier otro animal que se aproxime demasiado, siendo atacadas también las manos del acuariófilo y cualquier material sólido que entre en el acuario. Las hembras ayudan a veces al macho, pero lo más frecuente es que se mantengan alejadas. Los minúsculos alevines son abandonados a su suerte cuando nacen y se agrupan en densos cardúmenes que barren la columna de agua y las rocas sobre las que nadan, manteniéndose siempre al abrigo de una cueva, de la que no se alejan hasta que miden unos 4 cm.

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