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jueves, 13 de febrero de 2014

Chaetodon Ephippium - Pez Mariposa de silla

Los peces mariposa forman una de las famílias de peces marinos más extensas que hay. Todas estas especies son tropicales, de llamativos colores y de vistoso porte y nado, aunque desgraciadamente muchas de ellas son muy dificiles de aclimatar a la vida en un acuario, algo que se explica fácilmente por la especialización de su dieta en su hábitat natural (Corales, Anémonas, Esponjas, huevos de otros peces, ...). El pez mariposa ensillado es una de las especies más llamativas y coloridas de esta familia, aunque tambien es de las más difíciles de aclimatar. Se distribuye abundantemente por todo el océano Pacífico, donde se encuentra en todos los arrecifes de coral que se forman en esta zona.

El cuerpo de este pez está muy comprimido lateralmente y dispone de fuertes y desarrollados músculos que le permiten nadar largas distancias de forma fácil y sin cansarse en exceso. Su boca se encuentra al final de una prolongación facial que mide unos tres centímetros y está dotada de dientes cortantes que les permiten alimentarse de los distintos invertebrados que componen su dieta. La finalidad básica de esta prolongación facial es permitir al pez llegar a oquedades y agujeros estrechos para conseguir alimento inaccesible para otras especies de peces. La aleta dorsal se extiende desde el final de la cabeza hasta el pedúnculo caudal, es redondeada, con los primeros radios duros y espinosos y con los últimos blandos, presentando además una prolongación filamentosa en la misma cuya longitud aumenta progresivamente con la edad. La aleta anal, tambien redondeada, se extiende desde el ano hasta la cola, siendo esta triangular. La líbrea de esta especie, muy vistosa y particular, consiste en una base de color blanco mate con algunas franjas horizontales y brillantes en la zona inferior de cada flanco (que pueden tener un leve color azulado segun el ángulo de visión), una gran mota de color negro en la segunda mitad superior de cada flanco (que cubre la aleta dorsal) y está bordeada de un llamativo brillo incoloro. La zona inferior de la cara es de color amarillo limón (así como las aletas ventrales), las pectorales y la caudal son incoloras, la anal es blanca con el borde amarillo bordeado de naranja y la primera mitad de la aleta dorsal es blanca mientras que la segunda mitad es negra y la zona terminal de cada radio presenta cuatro franjas distintas que se disponen en el siguiente orden: Negro, blanco, negro y naranja. No presentan dimorfismo sexual, pueden medir 24 centímetros de longitud y sobrepasar los 10 años de vida.
El cuidado de este pez exige acuarios de gran tamaño (al menos 400 litros por ejemplar) decorados con abundantes rocas y otros adornos sólidos que les proporcionen refugios y zonas en las que picotear continuamente. El agua debe estar bastante movida (no excesivamente para no dificultar su natación) y excelentemente oxigenada, así como muy bien filtrada y exenta de todo producto tóxico. Uno de los constituyentes de su dieta básica son las algas verdes, por lo que se debe instalar iluminación artificial muy potente para permitir su crecimiento. Es recomendable que la capa de arena tenga unos 6 - 7 centímetros de espesor y que su granulometría sea bastante fina para permitir que escarben en ella y extraigan algunos pequeños animales que viven en ella. La densidad debe mantenerse entre 1.020 y 1.027 y la temperatura, constante durante todo el año, debe estar comprendida entre 24 y 28 ºC. Es imprescindible que las tasas de nitrato no superen nunca las 20 ppm y que el amoniaco y el nitrito estén siempre ausentes, para lo cual se deben realizar cambios de agua periódicos y usar un eficaz espumador de proteínas ya que son muy sensibles a la urea. El pez mariposa ensillado teme muchísimo cualquier variación brusca de las condiciones del agua así como tasas demasiado elevadas de nitrógeno, siendo blanco fácil de enfermedades como el Criptocaryon y el Oodinium, aunque los peces mariposa en general son frecuentemente afectados por Tuberculosis y erosión de la línea lateral. En caso de darse un problema sanitario se debe tratar rápidamente para evitar la muerte de los peces, aunque el Cobre no es recomendable ya que estos peces no toleran este compuesto, por lo que es más eficaz el uso de lámparas germicidas y ozonizadores. Cabe decir que los peces mariposa son de los peces más resistentes que se pueden mantener en un acuario marino siempre que superen muy bien la delicadísima fase de aclimatación y se les alimente de forma muy variada y rica. El pez mariposa ensillado, en particular, raramente es afectado por parásitos cutáneos si se aclimata bien al acuario y recibe la alimentación necesaria.
La causa principal del fracaso generalizado en el mantenimiento del pez mariposa de silla es la alimentación, pues su elevada especialización alimenticia hace que muy pocos sean capaces de brindarle todo aquello que necesita para mantenerse en forma durante mucho tiempo. Aunque una vez adaptado al acuario acepta sin rechistar todo tipo de comida corriente (incluso las escamas) debe recibir una dieta bastante específica basada en Corales, Esponjas, Cerianthus y Crustáceos, alimentos que pueden ofrecérsele al natural manteniendo algunos corales duros y blandos en el acuario para que los devore (lo que resulta muy caro) o utilizar preparados especiales para peces ángel y mariposa. Los suplementos vitamínicos para estos peces, vendidos en forma líquida que se añaden al alimento seco antes de distribuirlo, resultan muy útiles para evitar carencias. Las Artemias congeladas o vivas, las algas verdes y los Mejillones crudos ayudan también a diversificar la comida. Durante los primeros días en un nuevo acuario es indispensable ofrecerle únicamente presas vivas o dejar que picotee las algas filamentosas del decorado. A partir de una o dos semanas se puede intentar con el alimento congelado y al cabo de una o dos semanas más, con el seco. Cabe mencionar que los especímenes que tienen más posibilidades de sobrevivir son los peces adolescentes, más resistentes, pues los juveniles suelen negarse a comer y son muy frágiles y los adultos mueren rápidamente al no adaptarse al acuario. La más mínima deficiencia nutritiva derivada de una alimentación inadecuada se manifiesta rápidamente por el enflaquecimiento generalizado del pez, la pérdida de apetito, la apatía y la muerte prematura, problemas que suelen ir acompañados de parásitos de todo tipo al debilitarse considerablemente las defensas de los animales.
Al igual que casi todas las especies de peces mariposa, el de silla presenta una marcada intolerancia hacia sus congéneres, por lo que no es nada aconsejable el mantenimiento de un C. Ephippium en el mismo acuario (sólo se puede probar en recipientes muy grandes, de más de 2000 litros, y si se meten todos los peces al mismo tiempo y en la fase más juvenil), actitud que puede extenderse hacia otros peces que presenten formas corporales o líbreas semejantes. Su comportamiento interespecífico es bastante satisfactorio en acuarios lo bastante grandes, aunque puede molestar a recién llegados o a otros peces mariposa que tengan una líbrea similar a la suya. En lo que respecta a los invertebrados sésiles, el C. Ephippium no resulta nada adecuado para un acuario de invertebrados ya que de seguro dañará a todos los Corales (tanto duros como blandos), Anémonas, Cerianthus, Esponjas y Gusanos tubícolas que haya, si bien sirven para eliminar Anémonas invasivas (Aiptasia spp.) o Myrionemas, un tipo de Hidrozoo invasivo. Sus compañeros deben tener su mismo tamaño y una actitud más bien nerviosa: Son ideales los peces Cirujano, Lábridos de tamaño medio, Anthias, Damiselas grandes, Peces Ballesta y Peces Ángel del género Pomacanthus, siendo muy aconsejable el mantenimiento de algun pez desparasitador (Labroides dimidiatus o Gobiosoma spp.) para que le limpie la piel. No suele causar daños a Caracoles, Erizos de mar, Estrellas de mar, Ofiuras ni Crustáceos que sean lo bastante grandes.
Hasta la fecha no se ha conseguido su reproducción en cautividad. En la naturaleza el desove se realiza de forma comunitaria o por parejas aisladas. Los huevos son expulsados al agua, fecundados por el macho y seguidamente arrastrados por las corrientes. Cuando eclosionan (al cabo de una semana) las larvas se mantienen mezcladas con el plancton superficial, del que se alimentan, para bajar luego al fondo y empezar la fase adulta propiamente dicha.

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