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domingo, 31 de mayo de 2015

Sarracenia purpurea "venosa" - Planta cobra roja

El género Sarracenia incluye varias especies de plantas herbáceas y carnívoras cada vez más comunes en terrarios, interiores y jardines dada su resistencia y a la relativa facilidad que supone su cultivo. Casi todas las especies proceden de las zonas tropicales y subtropicales de américa del sur y del norte, así como del estrecho de Panamá y el archipiélago cubano. En particular, Sarracenia purpurea (y todos sus híbridos naturales) proceden del norte del norte de Estados Unidos y del sur de Canadá, donde viven en suelos pantanosos, muy ácidos y casi despojados de nutrientes minerales (especialmente nitrógeno) y con una gran capacidad de retención de agua (a menudo se desarrollan sobre lodos emergidos y permanentemente humedecidos).
Fuente: www.carnivorousplants.org

Estas plantas sobreviven a expensas de un tallo rizomatoso subterráneo del que emergen varias estructuras tubulares, coriáceas y de colores variables segun la incidencia de la luz solar. La única estructura visible de estas plantas (a parte de los órganos florales) son las trampas, que hacen la función de las hojas al poseer pigmentos fotosintéticos en sus tejidos. La mata llega a escasos 10 centímetros de altura y las trampas, cubiertas de una gran cantidad de pelillos duros y en posición descendente, reposan en el suelo. La apertura superior de estas estructuras está protegida por una especie de tapa envolvente que evita la dilución excesiva de los zumos digestivos que se producen y que son los encargados de digerir las presas que caen en su interior. Cuando un insecto cae dentro de la trampa le es imposible subir por las paredes de la misma ya que los pelillos de las mismas se lo impiden, por lo que la presa en cuestión muere ahogada y es digerida por las encimas digestivas que, una vez hayan disuelto totalmente la presa, permiten la nutrición nitrogenada de la planta entera. El color de las trampas en esta variedad depende de la cantidad de luz solar que recibe: Si reposa en sitios bien iluminados adquieren un vistosísimo color morado rojizo, mientras que las que están en zonas sombrías son de color verde, aunque en cualquier caso se conservan las venaciones rojizas características de esta variedad. Cabe mencionar tambien que el tamaño de las trampas puede variar en función de la luz: En posiciones soleadas tienden a ser más pequeñas. La floración de esta planta es realmente vistosa, y consiste en una única flor por mata que reposa sobre un tallo floral erguido que puede llegar a los 40 centímetros de altura. Tiene un cáliz pentalobulado muy visible y cinco pétalos de color rojo intenso que envuelven una gran cantidad de estambres y pistilos. Esta planta puede vivir mucho tiempo si se le proporcionan los cuidados necesarios.
Fuente: gobotany.newenglandwild.org

El cultivo de esta carnívora es bastante fácil, y se recomienda a principiantes puesto que no demanda muchas atenciones ni labores excepcionales para vivir. En lo que respecta a la temperatura, esta especie necesita un obligado reposo invernal anual (entre 3 y 5 meses) con temperaturas por debajo de 10 ºC. Si no se le permite este reposo cada año empezará a debilitarse considerablemente hasta terminar muriendo. No es ávida del calor excesivo dada la sensibilidad de sus raíces (la máxima no debe superar los 30 ºC) pero es capaz de soportar cambios bruscos de temperatura (nunca menos de 6 o 7 ºC al día). Previamente al reposo, toda la parte aérea se seca y se marchita, permaneciendo el rizoma subterráneo latente hasta la subida de las temperaturas. Esta variante en concreto es capaz de soportar heladas fuertes (hasta -10 ºC) durante el reposo, aunque el suelo no debe estar muy mojado para evitar riesgos de pudrición por el frío. La iluminación no supone un aspecto decisivo para su supervivencia, pues se adapta a la sombra completa y al pleno sol, pasando por la semisombra y la luz interior de las casas. La luz solar directa, a pesar de ser muy recomendable para resaltar sus tonos cobrizos, puede ser mortal si la temperatura ambiente es superior a 30 ºC o si la planta no se ha adapatado previamente a ella (si ha crecido en invernadero y se expone directamente al sol, se daña irremediablemente) por lo que en ambos casos una posición semisombría se revela mucho más efectiva. Si crece en sombra completa o en interior no florece. Requiere un nivel de humedad ambiental considerable (al menos por encima del 60 % de forma constante) para evitar que las trampas y las flores se sequen, pero no es recomendable la pulverización para evitar que los pelillos cuticulares se dañen. Crece en suelos muy húmedos y con un buen grado de retención de agua, por lo que lo más adecuado es un sustrato mayormente cenagoso (no arcilloso ya que su dureza impide el desarrollo de las raíces) que se puede obtener mezclando una tres cuartas partes de arcilla y tres cuartas partes de limo de río o arena muy fina. El suelo debe mantenerse siempre muy húmedo (a excepción de la época de reposo, cuando debe mantenerse más seco) para lo que se recomienda regar abundantemente (al menos una vez al día) o, si está en maceta, mantenerla dentro de un cuenco con agua de forma que la base de la maceta quede en contacto con la misma. Es importante que el suelo sea ácido y que no contenga a penas nutrientes minerales, pues estas plantas obtienen éstos únicamente de los insectos que capturan. Los suelos demasiado alcalinos (pH sobre 7,5) o demasiado ricos en nitrógeno, fósforo, potasio o similares terminan por destruir las raíces y matar la planta. Jamás hay que fertilizar las plantas carnívoras (ni con líquidos ni con pastillas de liberación lenta). En lo que a su nutrición se refiere, esta planta puede pasar mucho tiempo sin insectos puesto que muchos de sus nutrientes esenciales los obtiene de la fotosíntesis, aunque si se cultiva en interiores se pueden suministrar una vez al mes o cada dos semanas un pequeño insecto (del tamaño de una mosca de la fruta) a todas las trampas que estén abiertas. Si se vé que sus trampas están demasiado vacías es necesario rellenarlas manualmente al menos hasta que la superfície del líquido interior quede a un centímetro de la apertura de las mismas. Tanto para regar como para rellenar las trampas se debe utilizar agua destilada o descalcificada.
Fuente: cpphotofinder.com

Las orillas de un estanque de agua dulce son el lugar perfecto para establecer una de estas plantas puesto que en su hábitat natural se desarrollan en este tipo de ambientes. No obstante deben tomarse ciertas precauciones, como medir la alcalinidad y la salinidad del suelo y del agua (no se debe plantar cerca de estanques de aguas duras o salobres) así como el nivel freático para evitar la pudrición de las raíces por encharcamiento. Si el agua del estanque se calienta demasiado las raíces pueden dañarse. Se pueden alinear siguiendo el agua, asociarse con herbáceas diversas y plantarse bajo arbustos o árboles tupidos que las protejan del sol directo en días demasiado calurosos. Pueden ser muy efectivas para combatir las plagas de insectos propias de los estanques (Mosquitos especialmente).
Fuente: carniplant.es

Estas plantas se pueden propagar fácilmente mediante división del rizoma, que se practica durante el periodo de reposo invernal. Para ello se corta un trozo del rizoma que tenga al menos una yema latente y algunas raíces, y se entierra en posición horizontal en un nuevo lugar, donde reanuda su crecimiento cuando suben las temperaturas. Tambien se multiplican mediante semillas, que deben sembrarse immediatamente tras sacarse de los frutos en un suelo muy húmedo y que se mantenga siempre caliente. Es aconsejable no enterrar las semillas, que germinan al cabo de unas dos semanas. Cabe decir que las plantas jóvenes (de menos de dos o tres años) no requieren reposo invernal (de hecho, temperaturas demasiado bajas pueden acabar con ellas) por lo que hay que protegerlas del frío hasta que empiecen a florecer.

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