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viernes, 18 de abril de 2014

Rhododendron spp. - Rododendros

Los Rododendros son bellísimos arbustos ornamentales muy usados en jardineria por su gran tamaño y sus abundantes y coloridas flores. Esta planta procede de China y se cree que fue introducida al mismo tiempo que las Azaleas, plantas con las que están estrechamente emparentadas y que tambien proceden de China. Son muy tupidos y decorativos pero son bastante delicados en lo que a su cultivo se refiere siendo muy susceptibles a las plagas y enfermedades corrientes en las plantas de jardín, por lo que no son las más recomendadas para los principiantes. Hay que tener muchísimo cuidado a la hora de manipularlos ya que los Rododendros son una de las plantas más venenosas del reino vegetal siendo las hojas y las flores las partes más tóxicas. Una pequeña cantidad de tejido foliar o floral puede causar la muerte a una persona adulta, a perros, gatos y especialmente a niños pequeños, por lo que tanto mascotas como niños deben mantenerse siempre alejados de este arbusto.
El Rododendro es un arbusto de forma vistosamente esférica que dispone de un tronco central de superfície lisa, marronosa y con algunos puntos blancos. Dicho tronco puede superar los 20 centímetros de diámetro y ramifica a nivel del suelo. Las hojas son opuestas, de color verde claro muy vistoso, de unos 10 centímetros de largo por unos 5 de ancho y son bastante coriáceas. Las flores son idénticas a las que produce la Azalea; Pentapétalas, inodoras, con los estambres y el pistilo muy visible y estan bellamente coloreadas. A pesar de ser las mismas flores, las del Rododendro son más grandes (pueden llegar a los 10 centímetros de diámetro cada una) y se disponen en inflorescencias en corimbos muy densos y grandes. La gran abundancia de flores que produce cada año llega a ser suficiente para cubrir gran parte de las hojas, lo que le dá a este arbusto un aspecto extremadamente decorativo. La gama cromática que abarcan las flores es muy variada: Rosa, rojo, naranja, amarillo, blanco y mezclas bicromáticas de los colores anteriores. A pesar de que la mayoria de cultivares ornamentales son de flor simple existen algunos que cuentan con flores dobles. El tamaño del arbusto depende tambien del cultivar: Existen variedades enanas que a penas llegan a medio metro de altura y otras que llegan a sobrepasar los tres metros. Los ejemplares más grandes pueden llegar a tener más de dos metros de anchura.
Como he comentado antes, los Rododendros son más bien difíciles de cultivar ya que toleran muy mal los errores de cuidado y los ocasionales descuidos que puedan cometerse en especial los relacionados con el riego y el abonado. Como una de las cosas a las que es más susceptible es al cambio continuo de sitio y las ubicaciones incorrectas, no es adecuada para principiantes. El Rododendro es un arbusto perteneciente a la clase de las plantas acidófilas (a la que pertenecen tambien la Gardenia, la Azalea, la Hortensia y la Camelia entre otras) lo que indica claramente sus requisitos esenciales. El suelo en el que se asiente debe tener, ante todo, un pH ácido (entre 5 y 6), estar excelentemente drenado, muy aireado y debe contener bastante materia orgánica. No puede sobrevivir en terrenos arcillosos o excesivamente compactados ya que sus raíces, muy delicadas, se dañan muy fácilmente y se asfixian en estos casos, ni tampoco los suelos permanentemente saturados de agua (pudren las raíces) ni los que no la retengan en cantidad suficiente (la planta muere por estrés hídrico). Como toda planta acidófila, el Rododendro teme muchísimo la presencia de cal en el suelo (incluso en dosis bajas), pues este compuesto bloquea el hierro en el suelo impidiendo que sea absorbido por las raíces, lo que lleva a la clorosis férrica o amarilleo foliar, un problema fisiológico que retrasa el crecimiento del arbusto y lo hace más sensible a las enfermedades y a los parásitos. Para evitar este problema deben usarse suelos libres de cal, regar con agua descalcificada y aplicar productos específicos como quelatos de hierro al suelo. Para que la floración alcance su máxima belleza cada año es necesario que reciba mucha luz, pero la cantidad de la misma dependerá de la zona climática donde viva. En lugares donde la temperatura máxima no exceda los 24 - 25 ºC puede ponerse al sol directo de forma permanente, pero en zonas donde los veranos sean demasiado cálidos y secos es indispensable ponerlo en semisombra, pues un exceso de luz solar directa combinada con altas temperaturas acaba quemando toda la planta. Los Rododendros pueden cultivarse en interiores pero siendo necesario situarlos en una habitación muy luminosa que reciba algo de sol directo cada día o, si esto no es posible, situarlo bajo iluminación artificial muy potente. Sólo cuando el arbusto está florido puede estar en habitaciones sombrías siempre que se traslade a un sitio bien iluminado cuando termina la floración. Los Rododendros situados permanentemente en zonas poco iluminadas crean hojas muy grandes y verdes pero no florecen. Esta planta no tolera las heladas (ni si quiera las débiles; Temperaturas por debajo de 0 ºC dañan irremediablemente el arbusto), `por lo que sólo puede mantenerse continuamente en exterior en sitios con ausencia total de heladas invernales. No obstante, pasar algo de frío cada año le es beneficioso ya que potencia la floración y hace que el arbusto crezca con más fuerza y más vigoroso. Si la temperatura máxima llega a superar los 28 ºC es necesario sombrearlo considerablemente y humedecerlo constantemente ya que de lo contrario las hojas se secan y se caen. Si se da el caso de que la temperatura supera ya los 40 ºC es mejor trasladarlo a otro lugar más fresco o en interior. Este arbusto es muy exigente en agua tanto en el suelo como en el aire circumdante, por lo que los riegos deben ser muy regulares (no hay que dejar jamás que el suelo se seque por completo) pero sin llegar a encharcar en ningun momento el suelo. Las vaporizaciones diarias (o más frecuentes todavía) sobre las hojas permiten mantener un nivel de humedad aceptable y evitar así que las hojas se sequen. Un síntoma claro de que necesita más agua en el suelo es la languidez de las hojas y las flores, estado en el que no debe permanecer durante más de dos días ya que muere rápidamente. El secado de las puntas y los bordes de las hojas es un indicativo de que está en un ambiente demasiado seco, por lo que hay que humedecerlo más. No es demasiado exigente en abono ya que los suelos en los que se desarrolla son bastante pobres en nutrientes debido a su naturaleza ácida y a que las precipitaciones continuas se los llevan, por lo que no es necesario un abonado frecuente. Basta con aplicar una vez cada tres semanas un producto líquido para plantas acidófilas. En zonas donde los inviernos sean fríos el Rododendro detiene su crecimiento, por lo que en este periodo no hay que regarlo ni abonarlo. Cuando llega el calor renueva algunas hojas las cuales se amarillean y se caen; Esto es totalmente normal y basta con retirarlas para que no le resten vitalidad al arbusto. A pesar de su bellísimo aspecto, el Rododendro es de las plantas más susceptibles al ataque de plagas animales, fúngicas y bacterianas. Entre las dolencias más frecuentes en el Rododendro se encuentran los ataques de pulgón, araña roja, trips, nemátodos, Pytophora, Fusarium y algunos parásitos específicos que sólo atacan a este tipo de arbusto. Si las hojas empiezan a enrojecerse desde la punta y a secarse puede ser debido a un virus específico que está atacando las raíces. En estos casos es mejor quemar la planta afectada ya que las Viriosis vegetales son incurables.
Las condiciones de cultivo exigidas hacen del Rododendro un arbusto idoneo para habitar las cercanías de un estanque de agua dulce de biótopo amazónico u otro cuyas aguas sean blandas. Es imprescindible que el suelo cercano al estanque sea muy suelto y no retenga demasiada agua ya que esto acaba rápidamente con este arbusto (lo mejor es crear montículos y ponerlo ahí o adquirir un contenedor alto y plantarlo ahí colocando, acto seguido, el contenedor más cerca del agua). Combinado con otros arbustos tupidos de abundante floración crea conjuntos coloridos de gran belleza. Debido a que le vienen bien lo sombreamientos parciales, se puede plantar bajo un árbol alto y tupido que le tamice el exceso de sol.
Una de las ventajas del Rododendro es que se puede propagar de muchas maneras: Acodado, injerto, estaquillado y siembra de semillas. Las semillas deben recolectarse en cuanto empiecen a abrirse los frutos y se pueden sembrar immediatamente o conservarse durante bastante tiempo en recipientes herméticos mantenidos a una temperatura de unos 4 ºC. Si se quieren sembrar immediatamente después de la recolección (algo totalmente posible ya que no requieren tratamientos previos) se deben disponer sobre un lecho de turba, musgo, tierra de brezo (o una mezcla de los tres), regarse mediante aspersión, cubrirse con un vidrio y mantenerse siempre sombreadas a unos 18 - 22 ºC de temperatura. Las semillas tienen más posibilidades de germinar si no se entierran. La germinación ocurre en unas dos semanas y sólo pueden trasplantarse al cabo de tres o cuatro meses de vida ya que crecen muy lentamente. El principal método usado para la reproducción de este arbusto es el estaquillado. Para ello se toman esquejes terminales de unos 15 - 20 centímetros de largo que no estén aun lignificados, se despojan de cualquier rastro floral, se unta la zona de corte con hormonas de enraizamiento (IBA al 2%) y se entierran en un suelo ácido, suelto, muy fresco y aireado. Se deben mantener a 22 ºC y casi al 100% de humedad relativa (bajo niebla) hasta que aparezcan las raíces (unos tres meses desde el clavado). El injerto se realiza sobre pies de Rhododendron ponticum obtenidos de semillas. Se realiza un injerto chapado de costado para que tenga más éxito. El acodado funciona muy bien con este arbusto aunque hay que tomar la precaución de desinfectar bien todo el instrumental  usado para evitar la transmisión de virus y enfermedades a las que el Rododendro es muy sensible. Las ramas acodadas generan raíces en tres o cuatro meses tras los cuales pueden cortarse por debajo de las mismas y plantarse en otro sitio como una planta idependiente cualquiera.

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