La Piña tropical es una de las frutas más conocidas en todo el mundo y muy apreciada por numerosos paladares. Su sabor es extraordinariamente dulce, se conserva muy bien y se utiliza en todo tipo de platos y preparaciones como macedonias de frutas, al natural y como acompañamiento de platos principales como ensaladas, aves, caza y cerdo. Tambien se empieza a usar más en tartas, pasteles y hojaldre como entremés o merienda. La immensa mayoria de las Piñas que se ven en los comercios proceden de Brasil, donde se cultiva masivamente en grandes extensiones de regadío. La variedad variegada de la planta Piñera no tiene uso alimenticio (aunque los frutos obtenidos sean perfectamente comestibles), aunque se usa mucho como planta ornamental y de interior por su llamativo aspecto.
La planta piñera pertenece a la familia de las Bromelias, plantas mayormente epífitas que, en su hábitat natural, viven adheridas a los troncos de los árboles frondosos que tamizan el exceso de sol que puede perjudicarlas seriamente. La Piña variegada es una de las pocas Bromelias totalmente terrestres que existen, cosa que facilita bastante su mantenimiento al no requerir tanta agua como sus parientes epífitos. Las hojas de esta planta, dispuestas en roseta basal, son largas, acintadas, rígidas y bordeadas por afiladas espinas frágiles y duras. Toda la superficie de las hojas está cubierta por una dura cutícula que previene a la planta de pérdidas acusadas de agua en ambientes demasiado secos (al menos de forma temporal). Dichas hojas son de color blanco, amarillo o ligeramente rosado y con los bordes de color verde intenso. En el centro de la roseta, las hojas forman unos cuencos que atrapan el agua de lluvia que la planta usa cuando éstas escasean. La floración, muy atractiva, consiste en una especie de espádice cilíndrico compuesto por numerosas brácteas de color fucsia muy brillante que protegen las verdaderas flores tetrapétalas, inodoras, de color púrpura intenso y que duran a penas unos tres o cuatro días. Una vez se marchitan las flores, los receptáculos se cierran y se carnifican, uniéndose entre ellas hasta formar las Piñas, que son infrutescencias formadas por todos los receptaculos florales carnificados alrededor del tallo central de la inflorescencia (que tambien se carnifica). En la parte superior, la Piña conserva un penacho de hojas idénticas a las de la planta madre que sirven para reproducirse en caso de separarse del fruto. En el caso de esta variedad ornamental, la piel de la piña es más rosada que las variedades comunes para consumo, aunque sigue siendo igual de dura e impenetrable.
La Piña es una de las Bromelias mas fáciles de cuidar ya que sus exigencias son bastante mínimas y tangibles para cualquier aficionado con cuierta experiencia. Sin embargo, conviene saber que se trata de una planta tropical típica de climas ecuatoriales que difícilmente prosperaría en exteriores en nuestras zonas climáticas. El cultivo de la Piña variegada requiere, de entrada, una temperatura anual media de unos 25 - 27 ºC para permitir el correcto desarrollo de la planta y de los frutos, si bien puede tolerar mínimas de unos 10 ºC e incluso cercanas a los 0 ºC (pero sólo si la temperatura sube bastante durante el día), aunque no soporta la más ligera helada, ni tan solo las débiles. Los síntomas más claros de que está expuesta a temperaturas demasiado bajas es la inhibición total del proceso de fructificación y la aparición de manchas marronosas en las hojas. Puede tolerar máximas de hasta 45 ºC siempre que disponga de abundante agua a su alrededor. Tan importante como la temperatura es la humedad ambiental: Requiere un 60 - 70% de humedad relativa durante todo el año ya que de lo contrario las puntas de las hojas se secan y la planta muere a largo plazo. A pesar de que puede tolerar ambientes bastante secos durante poco tiempo no es recomendable ya que se puede perjudicar el desarrollo de la planta de forma grave. Es indispensable rociar el follaje durante las estaciones más cálidas y secas así como llenar con agua el centro de la roseta para aumentar la humedad ambiental (es recomendable que los cuencos de la base de las hojas tengan siempre algo de agua). No requiere ser regada de forma tan abundante como las Bromelias epífitas ya que las raíces siempre están bajo tierra, aunque no tolera los encharcamientos, que pudren toda la planta, ni tampoco la sequedad excesiva del mismo, que acaba matando al vegetal. Lo ideal es mantener el sustrato siempre húmedo pero no saturado, no permitiendo jamás que se seque por completo. Esta planta demanda una gran cantidad de luz para florecer y fructificar sin problemas; Necesita estar en un sitio muy iluminado e incluso al sol directo pero teniendo la precaución de que se pueda sombrear durante los momentos más cálidos del día ya que las hojas se queman fácilmente. Durante las estaciones más frías puede estar al sol durante casi todo el día, algo que la ayudará a desarrollarse más vigorosamente. Puede mantenerse en interior en habitaciones muy iluminadas, aunque en estos casos las hojas pierden su color y la planta no florece nunca. La Piña requiere abundante abono a base de potasio para producir frutos de calidad; Hay que aplicar al menos una vez a la semana un producto específico para plantas de flor durante el verano y una vez al mes durante el invierno ya que no presenta ningun periodo de reposo invernal. Esta planta sufre una grave enfermedad fúngica conocida como la podredumbre del corazón, un desorden caracterizado por el ennegrecimiento del centro de la roseta basal, que se va ablandando y deshaciendo hasta que, finalmente, toda la estructura se desprende, produciéndose la muerte de la planta. Durante este proceso es muy fácil detectar el olor a algas podridas que emanan las partes afectadas. Es necesario retirar y quemar las plantas enfermas especialmente en plantaciones monoespecíficas ya que es un hongo muy contagioso.
La Piña variegada se desarrollará muy bien en sitios donde el suelo esté bastante húmedo y donde la luz solar sea intensa pero no excesiva, por lo que es muy adecuada para las orillas de un estanque de agua dulce exterior o interior en el que pueda recibir algo de sol directo. Al ser extremadamente sensible a los encharcamientos, no hay que ponerla demasiado cerca del agua; Se puede hacer, sin embargo, poniéndola en una maceta y esta más cerca del agua. Se puede plantar en alineaciones siguiendo el agua o en arreglos con plantas herbáceas de su mismo tamaño. Como curiosidad mencionar de que, en los cuencos de agua de la roseta basal de todas las Bromelias vive una especie de cangrejo de agua dulce que pone en ellos sus huevos y en los que alimenta a sus crías, aprovechando la planta los desechos que se producen para crecer. Se puede recrear esta simbiosis adquiriendo algunos de estos cangrejos y poniéndolos dentro de la roseta llena de agua.
Esta planta sólo se reproduce vegetativamente. Por un lado se pueden separar los vástagos o hijuelos que nacen alrededor de la planta madre cuando esta muere tras florecer. Estos hijuelos se separan con cuidado y se plantan en otro sitio, desarrollándose una nueva planta independiente. Tambien se pueden usar los penachos de hojas que hay sobre las Piñas. Para ello hay que cortar el conjunto de hojas con parte del tallo floral carnificado y limpiarlo bien. Este conjunto se entierra en un sustrato suelto, húmedo y aireado, manteniendo la temperatura a unos 26 ºC y una humedad elevada de forma constante. No es necesario emplear hormonas de enraizamiento. En algo más de un mes la planta habrá enraizado y se desarrollará un nuevo ejemplar.
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