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sábado, 19 de octubre de 2013

Bidens Aurea - Aceitilla

Esta planta, conocida también como té silvestre, aceitilla o té castellano, pertenece a la familia de las compuestas, familia que agrupa miles de especies de plantas cuya característica principal son sus flores en capítulo que, en contadas ocasiones, está rodeado de flores liguladas o brácteas. Tambien es un rasgo general su gran adaptabilidad  y resistencia a las condiciones ambientales más adversas y a las distintas plagas animales que sufren las plantas, poseyendo, además, colores muy vivos y flores bastante duraderas. La Aceitilla se desarrolla especialmente en suelos muy húmedos e incluso totalmente llenos de agua, por lo que es muy abundante en las riberas de los ríos, lagos y estanques de todo tipo. A pesar de su aspecto y de sus llamativas flores, se trata de una planta de crecimiento muy rápido y con gran capacidad invasiva que suele acabar penetrando en los huertos instalados cerca de los ríos, siendo prácticamente imposible erradicarla una vez se ha instalado. Antiguamente era muy usada como sustitutivo del té debido a que contienen componentes beneficiosos que ayudan al tránsito intestinal y alivian los dolores musculares y de cabeza.

Se trata de una planta herbácea que se desarrolla a costa de un rizoma subterráneo largo, flexible, muy resistente y de color blanco que dispone de pequeñas y fuertes raíces para sujetarse fuertemente al sustrato evitando que las riadas ocasionales los arrastren corriente abajo. El rizoma puede medir varios metros de largo y cubrir una superficie de terreno muy importante. De este rizoma emergen tallos de unos 8 milímetros de diámetro y hasta dos metros de altura y cuya base, inicialmente de color verde, se enrojece con el paso del tiempo. A pesar de que pueden lignificar, es muy raro que lo hagan ya que es un proceso muy lento, a lo que no ayuda nada la extrema fragilidad de los tallos, que se rompen con vientos demasiado fuertes o durante riadas ocasionales. Las hojas son opuestas, lanceoladas, de color verde intenso y con los bordes visiblemente dentados. Las flores son solitarias y emergen de las axilas de las hojas. Se componen de un capítulo redondo de flores tubulares de color amarillo negruzco que, a su vez, está rodeado por hasta siete flores liguladas cuyo color puede ser blanco, amarillo, anaranjado, ligeramente rosado o sólo con la base blanca (segun la variedad). Duran unas dos semanas y estan agradablemente perfumadas. El fruto es la clásica "pipa" sin vilano y que germina espontáneamente cuando cae al suelo al marchitarse la flor.
El cultivo de esta planta es extremadamente sencillo siempre que se respete su única exigencia: La gran cantidad de agua que requiere. La iluminación es muy importante para que desarrolle hojas bien bellas y grandes y abundantes flores de gran tamaño, por lo que debe exponerse al sol directo durante todo el día. No le gusta la sombra excesiva, y si no recibe la cantidad suficiente de luz directa no se desarrollará bien ni dará flores, acabando por morir. Se adapta sin ninguna dificultad a cualquier tipo de suelo, aunque prefiere los arcillosos y bien compactados que retengan muchísima agua (a diferencia de muchísimas plantas, a la Aceitilla no le afecta el encharcamiento de las raíces lo más mínimo). No es exigente con el pH ni la cantidad de calcio del mismo, aunque se desarrolla mucho mejor en suelos neutros y con poco calcio. Si se plantan en suelos demasiado sueltos y oxigenados, como la tierra normal de jardín o la arena fina de playa, conviene aplastarlos con fuerza para compactarlos y aumentar su capacidad de retención de agua. Requieren abundante agua para sobrevivir, debiendo ser regadas varias veces al día en durante las estaciones más calurosas y al menos una vez al día durante el invierno. Nunca hay que dejar que el suelo se seque. Estas plantas demuestran con rapidez cuando les falta agua ya que sus hojas decáen y los tallos se doblan a la altura de la zona de desarrollo apical (se recuperan rápidamente si se riegan de immediato, aunque si no se soluciona el problema toda la planta se acaba secando). Es necesario abonarla con abundancia durante todo el año para asegurar su desarrollo vigoroso y que produzca abundantes flores. En lo que respecta a la temperatura, esta planta tolera perfectamente tanto el frío extremo como el calor sofocate, pudiendo resistir incluso heladas muy fuertes (hasta -25 ºC) durante varios meses, aunque en estos casos los tallos caen anualmente mientras el rizoma reposa hasta que empieza el calor, cuando vuelve a brotar nuevos tallos con mucha rapidez. Siempre que dispongan de muchísima agua en el suelo son capaces de tolerar hasta 50 ºC. El único problema al que son extremadamente sensibles és el Oídio, una especie de moho blanquecino que se deposita sobre las hojas, a las que acaba secando y matando. La causa un hongo y afecta a las Aceitillas presentes en suelos y ambientes demasiado secos. Este hongo no perjudica la floración pero sí afea el aspecto de la planta, que pierde todas las hojas bajas por desecación. Se puede tratar con un fungicida adecuado.
Es una planta ideal para ser plantada en los bordes de cualquier estanque de agua dulce, pudiendo mantenerse perfectamente con el rizoma totalmente sumergido, lo que ofrece la ventaja de poder tratarla como cualquier planta semiemergida. Forma bonitos conjuntos con cualquier otra planta verde y que tenga su mismo tamaño, aunque como es bastante invasiva conviene controlar constantemente su desarrollo para que no perjudique a los demás vegetales. Debido a la agradable fragancia de las flores, muchos insectos acuden a ellas para tomar nectar, lo que posibilita que los distintos animales acuáticos puedan alimentarse de ellos si caen al agua.
Multiplicar esta planta es extremadamente fácil, y se puede hacer por semillas o por división del rizoma. Las semillas, pequeñas y con una cáscara de color negro, se siembran en cuanto las flores se marchitan, bien en un lugar determinado o al voleo, no siendo necesario enterrarlas. En unos cinco días germinan, aunque tardan un año en comenzar a florecer. La división del rizoma es un proceso muy sencillo que se puede hacer durante todo el año. Consiste en cortar un trozo del rizoma subterráneo (de unos cinco centímetros) y enterrarlo a poca profundidad. También se puede arrancar un tallo directamente del suelo ya que siempre lleva algun pedazo de raíz adherido (aunque con muchísimo cuidado para no separar el tallo de la raíz). Tanto el rizoma como el tallo con raíz deben estar en contacto permanente con el agua desde que se arrancan hasta que se plantan para evitar que se sequen. Una vez enterrados se deben regar continuamente de forma que el sustrato esté siempre muy húmedo (incluso empapado) hasta que en una o dos semanas se recuperen y emprendan de nuevo su desarrollo rápido.

1 comentario:

  1. Efectivamente es tremendamente invasora, originaria de América, que en poco tiempo coloniza todo desplazando a otras plantas para evitarse competencia, sobre todo si se remueve el sustrato en el que vive, porque se reproduce activamente por sus rizomas. En mi opinión no es una planta muy adecuada porque aunque le gustan los terrenos húmedos no soporta los encharcados, así que dudo que se puede cultivar como semisumergida. En alguna regiones de España ya la consideran como alóctona invasora. Es muy difícil de erradicar una vez se ha instalado.

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