Lilium spp. - Azucenas orientales

Las conocidas Azucenas son flores muy llamativas, coloridas y grandes que constituyen el principal material utilizado para la confección de ramos de flores, centros de mesa y arreglos florales para todo tipo de propósitos. En la actualidad existen miles de variantes comerciales destinadas especialmente a la producción de flor cortada y a su uso ornamental, existiendo varios grupos distinguibles principalmente por el color, el tamaño y el aroma de las flores. Las Azucenas orientales son las más usadas para fines ornamentales y para ramos de flores por sus bellos colores y, en especial, por la intensa y agradable fragancia que emanan. Este grupo de plantas bulbosas proceden de Asia, donde son típicos en las zonas selváticas húmedas donde abundan el agua y los sombreamientos.

Todas las especies del género Lilium son bulbosas vivaces que se sustentan gracias a un bulbo subterráneo de unos 7 centímetros de diámetro (puede llegar a superar los 10 centímetros) y unos 4 o 5 de altura. De la base del bulbo emergen unas raíces tuberosas y fuertes que los anclan fuertemente al suelo haciendo bastante difícil su extracción. De cada uno de los bulbos emerge una única parte aérea consistente en un tallo erguido, rígido y de color verde intenso con hojas opuestas, lanceoladas, de hasta 10 centímetros de largo y 4 de ancho, con el tejido y los bordes lisos, la nerviación central muy marcada y de color verde intenso. En las axilas foliares más extremas de cada tallo aparecen flores hexapétalas, generalmente grandes, con un pistilo y unos estambres muy largos y sostenidas al tallo mediante un grueso y resistente peciolo. En el caso de las plantas orientales, las flores sobrepasan los 10 centímetros de diámetro y su coloración consiste básicamente en una franja vivamente coloreada que recorre cada pétalo desde la base hasta la punta. En la base de cada uno de estos pétalos se presentan abundantes puntos de colores muy vivos (que pueden estar presentes o no segun el cultivar), siendo el resto del tejido petaloide de colores muy diversos: Blanco, rojo, amarillo, rosa, púrpura y granate principalmente. Las flores orientales se distinguen, además, por presentar algunos "pelillos" de colores vivos en la zona interior de la corola carcana al ovario floral. Además de poseer las flores más grandes y bellamente coloreadas, las plantas orientales son las más aromatizadas, siendo especialmente por la noche cuando más se puede sentir esta agradable fragancia. Tambien son las plantas más altas: Cada tallo puede medir un metro de altura y las hojas son, igualmente, las más grandes.

A pesar de su belleza y exquisita fragancia, las Azucenas orientales ofrecen más dificultades de cultivo que las especies procedentes de zonas más bien secas y demasiado calurosas de Europa, África y Centroamérica. Este grupo de Azucenas demanda mucha agua y humedad ambiental, un suelo muy fresco, suelto y muy bien drenado que se mantenga siempre muy húmedo y una exposición a la luz solar más corta. A la hora de decantarse por este grupo de Azucenas hay que asegurarse de que se dispone del suelo necesario para ellas: Debe ser un suelo muy suelto, ligero, que no se apelmace y que esté muy bien aireado y excelentemente drenado. A diferencia de la mayoria de azucenas, las orientales no toleran las sequías ni los déficits hídricos en el suelo, por lo que conviene regarlas abundantemente pero sin encharcar nunca el suelo, cosa que produciría la pudrición rápida de toda la planta. Cuando a estas plantas les falta agua lo demuestran languideciendo las hojas y los pétalos florales. Si la situación no se corrige rápidamente las flores y las hojas caen pudiendo perderse la parte aérea de ese año. Por el contrario, los síntomas típicos del exceso de agua son la aparición de manchas negras y circulares en las hojas y el marchitamiento de las flores, situacion que de no corregirse produce la muerte de la planta. Es mejor que el agua de riego no contenga cal, pues las Azucenas orientales son bastante sensibles a la carencia de hierro (detectable por el amarilleamiento de las hojas) causada por un pH anormalmente elevado (lo mejor es que esté entre 5,5 y 6,5). Para que se desarrollen con más fuerza es necesario que la humedad relativa sea elevada (alrededor de un 60% de forma constante), lo que se puede conseguir rociando la planta de vez en cuando pero sin mojar las flores. A diferencia de otros cultivares, este grupo de Azucenas no tolera la exposición demasiado prolongada al sol directo, siendo lo mejor situarlas en sombra parcial. Un exceso de sol directo quema las hojas y las flores y un defecto de sol inhibe la floración. Pueden cultivarse en interiores sin problemas siempre que se situen en una habitación muy iluminada que reciba una o dos horas de sol matinal. Las Azucenas orientales son más sensibles al frío que la mayoria de los cultivares vendidos en la actualidad, aunque un cierto periodo de frío hace que las flores sean de más calidad. Estas plantas requieren un reposo invernal durante cinco o seis meses al año con temperaturas comprendidas entre 10 y 13 ºC para que, cuando llegue de nuevo el calor, produzcan flores más bonitas y llamativas. Cuando la temperatura baja por debajo de los 15 ºC la parte aérea se pierde (flores y hojas incluidas), pero rebrota de nuevo cuando llega el calor. Este tipo de Azucenas no soportan nada bien las temperaturas demasiado elevadas, por lo que conviene mantenerlas en un sitio que se mantenga siempre fresco (mejor no subir nunca de 28 ºC) y lejos de la luz solar si hace demasiado calor. Los bulbos son sensibles a las heladas, por lo que nunca deben dejarse expuestos a las mismas en zonas donde exista este riesgo (basta con acolchar el suelo y suspender por completo los riegos hasta la llegada de la primavera). El abonado debe realizarse semanalmente con un producto específico para plantas de flor cuando asomen los primeros brotes del suelo. Jamás se debe abonar durante la época de reposo.

Estas plantas de espectaculares flores pueden adornar muy bien las orillas de cualquier estanque de agua dulce, donde deben situarse lo más cerca posible del agua para satisfacer sus necesidades hídricas. No obstante conviene situarlas en un sitio donde no sea posible que las raíces se sumerjan en el agua para evitar la pudrición de la planta. El exquisito aroma que emanan las flores durante todo el tiempo, además de resultar muy agradable para el olfato, atrae a muchos insectos que, si caen al agua del estanque, pueden servir de alimento a sus habitantes. Puede combinarse con otras plantas de flor y de su mismo tamaño como Tulipanes, Ranúnculos, Anémonas, Fresias y similares para formar bellos conjuntos florales. Si el estanque está situado en el exterior en una zona muy soleada es muy beneficioso para estas plantas situarlas bajo un árbol alto y denso que tamice el exceso de sol del mediodía.

La propagación de estas plantas se realiza casi exclusivamente mediante separación de los pseudobulbos que se forman alrededor de uno de gran tamaño ya que la siembra de semillas, además de ser un proceso muy poco usado, es poco exitoso y bastante complicado. Los pseudobulbos deben separarse del bulbo madre cuando las hojas y las flores del mismo se hayan marchitado, lo que ocurre hacia finales de la primavera. En cuanto se hayan cortado los tallos marchitos hay que desenterrar los bulbos con sus raíces y, con mucho cuidado, separar los pequeños bulbitos y mantenerlos, junto con el de gran tamaño, en un sitio totalmente fresco y seco (a unos 10 ºC como mínimo) para volver a plantarlos en primavera. Los bulbos pequeños extraídos en la temporada anterior pueden tardar hasta 5 años en alcanzar la madurez floral.
No es absolutamente necesario desenterrar los bulbos cada año y separar manualmente los retoños; Basta con cortar todos los tallos secos y dejar los bulbos enterrados en su sitio durante todo el periodo de reposo hasta la siguiente temporada, periodo de tiempo en el que no hay que regar ni abonar lo más mínimo. Los pseudobulbos que se hayan formado empezarán a engordar solos y, al cabo de un tiempo, florecerán. Estas plantas se naturalizan por si mismas si las condiciones ambientales se lo permiten, formando bulbillos año tras otro.