En realidad, el Citrus x Paradisi es un árbol obtenido por hibridación entre el Naranjo dulce (Citrus x Sinensis) y la Pampelmusa (Citrus maxima), que es el verdadero Pomelo. Este árbol, llamado tambien Toronjo y Aranjero, se cultiva desde hace muchísimo tiempo en muchas zonas tropicales y subtropicales del planeta por su fruto, el Pomelo, que se consume como fruta fresca, en confituras, covertido en zumo y como acompañamiento en macedonias de frutas y diversos platos de carne, pescado y marisco, aunque debido a que es bastante ácido y amargo no son muchos los que consumen este fruto en crudo. Los Toronjos se encuentran concentrados en plantaciones frutales monoespecíficas en todo el globo (principalmente en Estados Unidos, que produce más de 100000 toneladas al año) pero tambien se ha conseguido naturalizar en zonas templadas y cálidas de la tierra habitando zonas muy soleadas y abundantes en precipitaciones y calor intenso.
El Toronjo es un árbol de hasta 10 metros de altura y cuyo tronco puede superar el metro de ancho. Tiende a ramificar a poca altura y su copa, inicialmente cilíndrica o desordenada, se redondea y densifica con la edad. La corteza es marronosa y está muy fisurada en placas finas que no se desprenden fácilmente. Las hojas, alternas, son más bien grandes (de hasta 10 centímetros de largo y unos 6 o 7 de ancho), tienen la nerviación central muy marcada, tienen un color verde oscuro muy intenso y desprenden un aroma muy agradable cuando se frotan. Los peciolos están estipulados y el tejido más superficial de las mismas es coriáceo. Produce las clásicas flores del género Citrus: Se trata de flores blancas, de unos 4 o 5 centímetros de diámetro, tetrapétalas o pentapétalas, muy fragantes y con estambres naranjas muy abundantes que rodean un pistilo más bien grueso y que sobresale algo de los estambres. Las flores se reunen en inflorescencias formando una especie de corimbo en cada axila foliar pero tambien pueden ser solitarias. El fruto, el Pomelo, es un hesperidio de hasta 10 centímetros de diámetro y de forma achatada similar a una Mandarina, su piel es de color amarillo levemente anaranjado y dispone de abundantes glándulas oliosas que desprenden un agradable olor ácido (de hecho, es de los Cítricos con la piel más aromática) y está despegada de la pulpa cuyo color puede variar entre el amarillo pálido y el rojo intenso y está compartimentada en gajos separados por una membrana fina y traslúcida. En general dispone de pocas semillas poliembriónicas y de forma irregular. Estudios realizados con estos frutos han demostrado que las mujeres que los consumen frecuentemente tienen menos riesgo de sufrir cáncer de mama que las que se tratan con hormonas y que pueden ser el desencadenante de efectos adversos graves al tomar diversos tipos de medicinas.
El Pomelero es un árbol subtropical que prospera muy bien en zonas caracterizadas por inviernos muy suaves o sin helada alguna. Requiere suelos muy bien drenados, aireados, que se mantengan siempre ligeramente húmedos y cuyo pH sea más o menos neutro ya que no le gustan la acidez ni la basicidad extremas en el mismo. No conviene plantarlo en suelos demasiado sueltos ya que se secaría rápidamente al no poder retener agua en sus raíces ni tampoco acomodarlo en suelos ácidos o alcalinos en exceso ya que son la causa principal de la clorosis foliar, algo que suele ocurrir en los suelos salinos. En lo que respecta a la luz, el Pomelero es de los Cítricos más demandantes en sol directo para conseguir grandes y abundantes frutos, por lo que es indispensable situarlo a pleno sol. Los árboles supervivientes en zonas escasamente soleadas desarrollan hojas muy grandes y verdes pero florecen muy poco o nada segun lo acusada que sea la falta de sol directo. Es precisamente la abundancia de hojas de gran tamaño que produce en condiciones de escasez de luz lo que hace que en contadas ocasiones se use como planta de interior siempre que se ponga en una habitación muy iluminada o que se situe bajo luz artificial lo bastante intensa. Este árbol demanda mucha agua en el suelo, por lo que los riegos deben ser muy frecuentes especialmente cuando esté en el periodo de máxima actividad vegetativa que se corresponde a la primavera y al verano en zonas de inviernos fríos, momento en el que entra en quiescencia para aguantar varios meses sin crecer, por lo que no hay que regarlo más que de forma muy ocasional (sólo cuando el suelo empiece a secarse) ya que de lo contrario se pudrirían sus raíces. En ningun caso hay que permitir que el suelo se seque completamente ya que el árbol se deshidrata rápidamente y puede llegar a morir. Como todo cultivo subtropical, el Pomelero es ávido en calor, desarrollándose a partir de los 15 ºC y parando su crecimiento por debajo de este valor. Si el árbol está expuesto a temperaturas inferiores a 0ºC pierde todas sus hojas y muere, por lo que en zonas donde en invierno se den heladas (aunque sean muy débiles) hay que protegerlo en un invernadero o en interiores hasta que pase el riesgo de heladas (aunque en zonas donde no existan heladas se puede mantener todo el año en el exterior sin problemas). Como todos los Cítricos, el Toronjo reclama mucho abono, por lo que es indispensable aplicar un producto específico para frutales (o un abono universal) en su entorno cercano cuando se esté desarrollando (no hay que abonar nada mientras esté en quiescencia). Tambien le van muy bien los abonados con materia orgánica (estiércol, restos de comida y de poda, hojas secas, ...) y productos de liberación lenta aplicados cerca de sus raíces. Es muy sensible a la falta de nutrientes del suelo, problema fácilmente detectable por el amarilleamiento de las hojas, el decaimiento de la floración y la abcisión (caída) de los frutos immaduros.
Una de las enfermedades más graves y devastadoras que sufre este frutal es el virus de la tristeza que tambien infecta a Mandarinos y Naranjos amargos. Este virus ataca el sistema immune del árbol y lo destruye inhibiendo por completo las funciones de absorción de nutrientes y acelerando los procesos de maduración y floración, por lo que es muy normal que los árboles afectados florezcan de forma demasiado abundante y a destiempo (por ejemplo a finales o a mediados de invierno) y produzcan cantidades excesivas de frutos más pequeños de lo normal. Segun la gravedad de la infección, el árbol dura más o menos tiempo, aunque en muchos casos se produce la muerte del mismo en poco más de dos o tres meses justo después de acabar la floración, pero como sólo afecta a las hojas y a las ramas principales, los frutos permanecen colgados del árbol con las todas las hojas secas a su alrededor. En ciertos casos la infección es mucho más lenta pero igualmente dañina lo que hace que los árboles afectados se mantengan con floraciones exageradas y fuera de temporada y con frutos pequeños y poco vistosos durante años antes de sucumbir a este virus. Se ha descubierto que los árboles injertados sobre pies de Naranjo amargo son muy sensibles a este virus, pero tambien se han conseguido árboles resistentes al mismo injertándose sobre pies de Mandarino Cleopatra y otros. Actualmente está prohibido el uso del Naranjo amargo como portainjerto debido a su sensibilidad al virus, que es transmitido por diversas especies de Pulgones. Como resulta imposible eliminar el virus una vez se encuentra dentro del árbol, la única solución posible es arrancar de raíz y quemar todos los que estén infectados. De esta forma se evita que se pueda transmitir a otros árboles sanos.
El Pomelero es un árbol muy adecuado para la zona media de un estanque de agua dulce en la que el suelo se mantenga siempre muy húmedo pero jamás saturado o encharcado para evitar la muerte del árbol por pudrición radicular. Para evitar el riesgo de que las raíces se puedan sumergir bajo el agua se pueden crear montículos de tierra o, como los Cítricos lo permiten perfectamente, plantarlo en un contenedor grande y profundo y situar este más cerca del agua. Su alta densidad foliar garantiza una excelente sombra a plantas que se planten debajo de él y sus aromáticas flores perfuman agradablemente las cercanías del lugar.
El Pomelero se reproduce mediante semillas e injerto. Las semillas se siembran immediatamente después de sacarse del fruto ya que en poco tiempo pierden la capacidad de germinar. No necesitan tratamiento previo alguno. Es muy importante mantener siempre la temperatura entre 25 y 30 ºC hasta la germinación ya que si no esta no ocurrirá. Tambien es necesario mantener el suelo húmedo. La germinación ocurre en unas dos semanas y las plántulas pueden pasarse a su sitio definitivo cuando midan unos 5 o 6 centímetros de altura. Mientras que el tronco central no lignifique las plantas deben mantenerse alejadas del frío ya que no lo toleran. Al injerto se recurre para conseguir árboles idénticos a los originales y con diferentes propiedades y sabor, siendo este el método más empleado para la producción de Toronjos para uso ornamental y frutal.
Todo lo necesario para cuidar bien a los peces de acuario y a las plantas de jardín e interior.
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