Próximas a los Nenúfares, las Ninfoides son plantas flotantes con rizoma sumergido que se desarrollan en aguas muertas, quietas o muy poco movidas, principalmente en estanques, lagos, pantanos y charcas, aunque en ocasiones llega a crecer en arrozales y pozas estacionales. Se encuentran asilvestradas en toda la zona Mediterránea, así como en el sureste Asiático, siendo muy usadas como plantas para estanques exteriores de inviernos fríos por su resistencia a las bajas temperaturas. Son mucho más fáciles de mantener que los Nenúfares, dando bonitas flores durante el verano y sirviendo de refugio a muchos animales acuáticos.
El rizoma de estas plantas se encuentra enterrado en el sustrato, a veces a más de un metro de profundidad. La fuerza y resistencia de sus raíces hace imposible su extracción del suelo a menos que se excave en él. Las hojas nacen del sustrato, tienen forma redondeada faltándoles una pequeña porción justo donde se une al peciolo y normalmente son de color verde intenso, aunque en muchos casos pueden tener matices pardos o ser casi negras segun la cantidad de sol que reciban. Las flores son amarillas, pentapétalas y sobresalen del agua unos cinco centímetros. Disponen de un pistilo en la zona central rodeado de pequeños estambres y son amarillas, aunque existe una variedad con flores blancas. Cuando florecen forman un bonito conjunto flotante que adorna muy bien estanques exteriores. Están levemente perfumadas. Las plantas más viejas pueden desarrollar hojas sumergidas y emergidas, que tienen la misma forma y colores que las flotantes pero unos tejidos mucho más rígidos y resistencias cuticulares más importantes, lo que explica su rigidez.
Estas plantas se cultivan sin ningun problema en estanques exteriores, siendo una opción preferida por muchos aficionados antes que los Nenúfares, que suelen ser más exigentes con el agua y, especialmente, con la temperatura. Las Ninfoides requieren mucha luz, debiendo posicionarse a pleno sol, pero pueden ponerse en lugares más sombreados siempre que reciban algunas horas de sol, de lo contrario sus hojas acaban degradándose y la planta muere por falta de luz. Al contrario que otras plantas acuáticas, estas prefieren un sustrato muy compactado y espeso para garantizar el buen agarre de las raíces, que son, además, sensibles a la luz y a un exceso de oxígeno. No hay que abonar en exceso ya que el sustrato arcilloso retiene muchos más nutrientes que uno más suelto; Con poner una vez cada tres o cuatro meses una pastillita de abono sólido cerca del rizoma es suficiente. Un exceso de abono puede necrosar toda la planta. No son exigentes con la temperatura, soportando perfectamente entre 1 y 30 ºC, sobreviviendo incluso a las heladas medias (de hasta -5 ºC) y en aguas cubiertas de hielo, aunque si se desea que florezcan deben mantenerse en climas cálidos que en verano garanticen que el agua tenga unos 25 ºC.
Es una excelente planta flotante para estanques que contengan plantas y animales que huyan de la luz demasiado intensa, suponiendo además un excelente refugio para muchos animales pequeños (alevines de peces incluidos). A menudo los Anfibios como las Ranas se posan sobre las hojas para respirar o para capturar insectos. Junto con otras plantas flotantes florecientes, como el Jacinto de agua o la Lechuga de agua, forman durante el verano composiciones florales muy atractivas que, además, suponen todo un reclamo para los insectos polinizadores.
Esta planta se reproduce de forma natural mediante semillas que, una vez que caen al fondo, germinan y forman nuevas plantas. Sin embargo, se pueden propagar mediante división del rizoma durante el invierno en zonas frescas y durante todo el año en zonas cálidas. Para ello hay que cortar un trozo de rizoma subterráneo (no hace falta que tenga ni hojas ni raíces) y enterrarlo en otro lugar en posición horizontal a una profundidad de unos diez o veinte centímetros. En poco tiempo se forma una nueva planta idéntica a la original. Sacar parte del rizoma subterráneo para cortarlo puede ser muy difícil debido al sólido agarre que éste tiene en el sustrato, por lo que se recomienda muchísima paciencia y cuidado con no dañar el rizoma principal.
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