Dentro de la extensa y popular familia de los Poecílidos se encuentra una especie comunmente denominada "cola de espada", que es bastante común en los acuarios dada su resistencia, su adaptabilidad y a la sencillez que entraña su reproducción. Se trata de uno de los integrantes de mayor tamaño dentro de los Poecílidos y se puede encontrar, tanto en su forma salvaje como genéticamente modificada (esta última debido a la liberación accidental o intencionada en el medio natural), en casi cualquier tipo de ecosistema dulceacuícola siempre que esté bien infestado de plantas sumergidas o flotantes. Viven en grupos bastante numerosos y son muy activos. En centroamérica (de donde son originarios) comparten su hábitat con otros Poecílidos como el Guppy, el Molly y el Platy.
Se trata de peces poco comprimidos lateralmente, con la zona superior del cuerpo aplastada y la boca en posición súpera, lo que demuestra que se alimentan a nivel de superficie. Sus músculos están muy desarrollados y la rigidez y pequeño tamaño de sus aletas les permiten efectuar desplazamientos muy rápidos en caso de necesitarlo. Sus escamas son bastante grandes y bien visibles y los ojos son más bien grandes en comparación con el tamaño del cuerpo. Actualmente existen decenas de variedades obtenidas por selección genética de la especie salvaje, que luce un color verdoso de base con una sola franja horizontal amarillenta: Los hay monocromáticos (rojos, amarillos, negros, azulados, ...) bicolores, cálicos y albinos. La intensidad de la líbrea no es una característica distintiva de sexos ya que tanto los machos como las hembras lucen las mismas líbreas en intensidad y color, aunque distinguir los machos de las hembras es sumamente sencillo: Ellos presentan un alargamiento anormal de los radios inferiores de la aleta caudal y, además, presentan la aleta anal modificada formando un órgano copulador del que se sirven para fecundar a las hembras: El gonopodio, órgano característico de los Poecílidos. Las hembras por su parte carecen del alargamiento de los radios caudales y son algo más grandes que los machos (unos dos o tres centímetros). Son peces de tamaño considerable: Las hembras pueden superar los 15 centímetros de largo y los machos los 12. No suelen vivir más de 5 años.
al igual que ocurre con la mayoria de los Poecílidos, el mantenimiento de los Cola de espada está al alcance de cualquier aficionado dado que son muy resistentes y adaptables. Se trata de peces muy vivaces y activos que, además, alcanzan una buena talla, por lo que deben ser mantenidos en acuarios de gran tamaño (al menos 200 - 300 litros) y mucho más teniendo en cuenta que se trata de animales gregarios, es decir, que es mejor mantenerlos en grupos de unos 6 - 10 ejemplares. El agua debe estar excelentemente filtrada y no deben acumularse demasiadas cantidades de nitrógeno, algo a lo que estos peces son bastante sensibles, por lo que, además, se hacen indispensables los cambios de agua parciales. No son nada exigentes con la oxigenación del agua ni con el movimiento de la misma, pero requieren una potente iluminación para permitir el crecimiento de las colonias de algas que constituyen una buena parte de su dieta. Un sustrato de color oscuro y una buena cantidad de escondites a base de plantas, rocas y troncos ayuda a potenciar sus colores y a evitar el estrés. Conviene tapar bien el acuario ya que son excelentes saltadores. La temperatura del agua debe mantenerse entre 20 y 30 ºC, el pH mínimo debe ser ligeramente alcalino (superior a 7,5) y la dureza debe mantenerse sobre 15 ºdGH. La tasa de nitratos no debe superar las 50 ppm y los nitritos y el amoniaco deben estar ausentes. A pesar de ser bastante tolerantes con la mala calidad del agua y las variaciones bruscas de sus valores, lapsos de tiempo demasiado largos en condiciones inadecuadas acaban haciendolos pasto de todo tipo de enfermedades como el punto blanco, el Oodinium y la Columnaris, siendo esta última muy grave y capaz de acabar con los peces afectados en pocos días. No toleran nada bien el frío ni las aguas demasiado ácidas y blandas.
Se trata de peces naturalmente omnívoros pero con una gran parte de contenidos vegetales en su dieta. En la naturaleza se alimentan principalmente de algas y pequeños insectos que caen sobre la superfície del agua. En cautividad conviene usar como base un preparado vegetal específico para Guppies o Mbunas y alternarlo con algunas tomas semanales de alimentos vivos o congelados. Evidentemente, aceptan sin reparos otros alimentos comunes como la papilla para discos, el pienso para pirañas y las escamas para cíclidos, pero no hay que abusar con estos alimentos ya que pueden causar severos problemas digestivos. Si en el acuario existen grandes cantidades de algas no será necesario usar ningun suplemento vegetal. Es importante no sobrealimentarlos, puesto que son muy voraces y los problemas de obesidad, comunes en los Poecílidos, suelen acabar con ellos: Lo mejor es alimentarlos dos veces al día y dejarlos sin comer durante un día a la semana.
Estos peces son recomendables para un acuario comunitario poblado con especies de su mismo tamaño y de actitud nerviosa. No conviene asociarlos con peces demasiado tranquilos ni pequeños ya que serían intimidados por el nerviosismo de estos peces e incluso podrían quedarse sin comer por el mismo motivo. Tampoco convienen peces con aletas filiformes o demasiado esbeltas, pues los Colas de espada tienen la costumbre de morder las aletas de otros peces independientemente del tamaño de éstos. Se les debe mezclar solamente con Guppies, Mollies, Platties y algunas especies de Barbos (como el barbo cereza o el barbo rosado) y algunos peces de fondo como los de los géneros Ancistrus y Corydoras. En acuarios lo bastante grandes pueden no acosar a ningun pez con el que viven, por lo que entonces pueden ser mezclados con Cardenales y otros tetras que soporten las aguas duras y alcalinas. Evidentemente, los peces demasiado grandes verán a estos vivaces peces como una suculenta golosina, por lo que jamás hay que mezclarlos con Óscares, Terrores verdes, Flowerhorn ni otros cíclidos de gran tamaño. Y otro apunte más: Los machos no se toleran mucho entre ellos (menos aún si hay hembras) por lo que sólo se debe poner un macho en compañía de tres o cuatro hembras. En acuarios de volumen superior a 200 litros se pueden poner ya varios machos respetando la proporción indicada antes (tres o cuatro hembras por macho) y siempre que haya abundantes refugios para que los machos menos dotados se escondan de los dominantes.
Reproducir a estos peces es muy sencillo puesto que no se deben modificar las condiciones del agua ni alimentar concretamente a los adultos, aunque si la concentración de nitratos es baja y se les suministran abundantes presas vivas este proceso será más exitoso. El macho corteja a la hembra con un enérgico baile consistente en arquear el cuerpo y mostrar todas sus aletas abiertas. Acto seguido la fecunda internamente con el gonopodio y, tras tres semanas de gestación, la hembra alumbra varias decenas de alevines de dos o tres milímetros de longitud totalmente formados y que pueden alimentarse por si mismos. Es conveniente retirar a las hembras embarazadas a un recipiente a parte para evitar que los machos, súmamamente fogosos, sigan acosándolas. Las hembras pueden devorar a sus propios hijos recién nacidos, por lo que es indispensable la presencia de abundantes plantas para ofrecerles refugios. Los alevines se pueden alimentar de alimento seco pulverizado y crecen muy rápido.
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