jueves, 12 de septiembre de 2013

Micropterus Salmoides - Perca Americana

Más conocida por los pescadores como Black Bass, la Perca Americana se ha difundido actualmente de forma masiva por muchas aguas dulces del mundo debido principalmente a la introducción, legal o ilegal, por parte de algunas organizaciones pesqueras para realzar la pesca deportiva. Este hecho ha provocado graves desastres ecológicos en muchos ecosistemas, pues es un pez extremadamente voraz que se alimenta de peces, aves y pequeños reptiles, anfibios y mamíferos, por lo que se ha incluido en la lista de las 100 especies ivasivas más dañinas del mundo de la UICN. En Cataluña, por ejemplo, la legislación actual obliga a cualquier pescador a sacrificar cualquier ejemplar de Perca Americana que se cobre para intentar erradicarlas de las cuencas fluviales Catalanas con claro peligro de reducción de biodiversidad. Estos peces son oriundos de los Estados Unidos, donde viven en lagos, pantanos y estanques en grupos más o menos numerosos que barren constantemente toda la columna de agua en busca de cualquier presa que llevarse a la boca. Son poco comunes en estanques y acuarios debido a su aspecto poco llamativo y a la prohibición de su posesión y mantenimiento.

El cuerpo de estos peces, a pesar de ser grande y cilíndrico, dispone de aletas pequeñas y poco desarrolladas, lo que prueba que no son grandes nadadores y que cazan emboscándose entre la vegetación sumergida ayudados por su líbrea. La aleta caudal es triangular, la dorsal, dividida en dos partes (una al principio con radios muy espinosos y duros y la última con radios muy blandos), está situada bastante cerca de la caudal y la anal y las ventrales son de mediano tamaño, así como las pectorales. Sus ojos son de mediano tamaño y, lo más vistoso de estos peces, su boca, es protáctil y muy grande, capaz de abarcar presas de tamaño muy considerable, estando además cubierta por varias filas de dientes puntiagudos. Su líbrea consiste en una base de color plateado que en la zona dorsal es de color verde muy oscuro y está separada de la zona incolora del vientre por una franja horizontal negra. Las aletas son todas incoloras, si bien la caudal, la anal, la dorsal y las ventrales disponen de una escasa tonalidad negra. Los ejemplares jóvenes suelen sustituir la zona verdosa del dorso por el color plateado típico del vientre, aunque en algunos casos el plateado se transforma en un leve matiz dorado. Son peces de gran tamaño que en su hábitat natural Americano miden un metro de largo y pesan más de 20 kilos, aunque en estanques de gran tamaño se suelen estancar en 50 o 60 centímetros. Viven más de 20 años en un estanque espacioso. El dimorfismo sexual sólo se nota en ejemplares adultos: Las hembras tienen el cuerpo más abultado y la zona genital enrojecida, mientras que los machos són más esbeltos. En individuos jóvenes no es posible su sexado.
El mantenimiento de estos grandes predadores es muy fácil, pues se adaptan sin problemas a todo tipo de aguas, incluyendo las turbias y las considerablemente contaminadas, siendo los peces más adecuados para estanques ya que no les gustan nada las corrientes en el agua, cosa que los estresa muchísimo. No son adecuados para acuarios por su colosal tamaño a pesar de que en algunos casos se venden juveniles de unos seis centímetros como peces de acuario, que dejan de ser a partir de los 15 centímetros, momento en el que deben colocarse en estanques lo bastante grandes para que sobrevivan y se desarrollen completamente. Es indispensable que la profundidad del estanque sea de dos metros como mínimo para que puedan aletargarse en el fondo durante las estaciones frías del año, y es muy recomendable que se dispongan abundantes piedras y troncos en las orillas para que puedan emboscar a sus presas predilectas y se escondan en caso de necesitarlo. Pueden vivir en aguas menos oxigenadas que los Kois, aunque es mejor proporcionarles algo de aire fresco con alguna cascada o un aireador sumergido. No les gustan las aguas cristalinas, por lo que se debe permitir el desarrollo moderado de las algas verdes unicelulares, que hacen que estos peces se sientan más seguros. Un generoso lecho de plantas flotantes es muy agradecido por ellos. Estos peces no toleran el frío demasiado intenso, bajo el cual enferman rápidamente. La temperatura mínima debe ser de 13 ºC, y la máxima puede estar cerca de los 40 ºC. Las aguas duras y alcalinas son las mejores para su desarrollo a pesar de que puedan vivir sin problemas en aguas mucho más blandas y ácidas. El pH puede mantenerse entre 5 y 9 y la dureza entre 0 y 50 ºdGH. Soportan hasta casi 1000 ppm de nitrato y hasta 5 ppm de nitrito y amoniaco sin problemas, aunque para evitar la muerte prematura es necesario que los nitratos se mantengan por debajo de 50 ppm y que tanto el nitrtio como el amoniaco estén siempre a 0. Es muy raro que enfermen de los parásitos corrientes, como el punto blanco, pero suelen ser afectados frecuentemente por la Viremia de primavera y algún virus estacional como el SHC (Septicemia Hemorrágica de la Carpa). Estos grandes peces realizan migraciones estacionales entre el fondo y la superfície del agua, manteniéndose en éste último nivel sólo durante los momentos calurosos del año. El invierno lo pasan aletargados en las zonas más profundas.
Son animales estrictamente carnívoros que se alimentan de peces, aves, reptiles, anfibios y roedores que tengan la desgracia de encontrarse cerca de su acción depredadora. A pesar de esto no presentan reparos para comerse con ansia todo aquello que se les lance, llegando a engullir Guisantes, Maíz y trocitos de Zanahoria y o Patata entre otros vegetales. Los ejemplares más viejos comen pan, embutidos, ositos de goma y bollería con especias. Para que se mantengan sanos es indispensable ofrecerles abundantes proteínas en forma de carne de pescado cruda, peces vivos del tamaño de su boca, ranas, ratones y pollitos de gallina entre otras presas. No necesitan aportes vegetales, aunque algunos guisantes ocasionales los ayudan a purgar sus intestinos. Durante los primeros días en un nuevo estanque es normal que sólo acepten comida viva, pero muy frecuentemente acaban aceptando alimento inerte sólo a los dos días.
A pesar de lo feroz de su aspecto y a su colosal tamaño, las Percas Americanas son muy pacíficas y tranquilas que no muestran actitudes agresivas ni violentas hacia ningun pez con el que conviven siempre que no pueda ser engullido. No hay que mezclarlas con peces que puedan entrar por su boca (como la mayoria de Goldfish) a menos que les sean ofrecidos como comida, aunque hay quienes aseguran que ignoran completamente a peces demasiado pequeños como las Gambusias o los Neones Chinos al no satisfacer sus necesidades alimenticias. Pueden asociarse sin problemas con peces de su tamaño o mucho mayores que ellas: Kois, Carpas hervívoras, Bagres y Siluros. Es muy recomendable mantenerlos en grupos de unos seis ejemplares para que muestren su actitud más natural y estén más cómodas. A menudo pueden darse algunas riñas sin importancia entre machos.
Su reproducción es totalmente posible en un estanque, aunque la dificultad radica básicamente en la extrema violencia que presenta el macho hacia cualquier animal con el que conviva mientras cuida de los huevos, lo que hace que la freza natural se pueda hacer sólo en estanques muy grandes o mediante desove manual. Durante la estación fría, mientras se mantienen en las profundidades de su hábitat, los machos excavan un profundo nido en el sustrato en el que varias hembras depositan sus huevos. Cada hembra puede soltar hasta 10000 huevos segun su peso y su estado de salud. A continuación el macho asume la responsabilidad de cuidar los huevos y protegerlos de cualquier intruso, espantando incluso a las hembras reproductoras. Cuando los huevos eclosionan, al cabo de unos cuatro días tras la puesta, el macho abandona a los alevines, que deben apoyarse en su número para barrer el sustrato de cualquier microorganismo que encuentren. Cuando miden ya 10 centímetros (que suele ser cuando llega el siguiente otoño) los pececillos se reúnen en grandes bancos y viven en aguas muy superficiales aprovechando cualquier animal que caiga al agua. Para el desove manual hay que sacar primero el esperma del macho y luego los huevos de la hembra. Tras mezclarlos se incuban a unos 20 grados durante cuatro días. Los alevines se alimentan de Artemia recién eclosionada y son muy resistentes a la contaminación y a las variaciones bruscas, especialmente de la temperatura.


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