Las conocidas Calas (llamadas también Alcatraces) son plantas palustres emergidas originarias de las zonas tropicales de África, encontrándose en los bordes de lagos, pantanos, estanques, ríos o en cualquier zona en la que el suelo se mantenga permanentemente húmedo. En muchos casos su sistema radicular está completamente sumergido bajo el agua, lo que la convierte en perfecta para adornar los bordes de estanques, tanto interiores como exteriores. A pesar de su belleza presenta el pequeño defecto de ser muy venenosa, pues sus tejidos contienen alcaloides, unos compuestos que causan irritaciones de la piel y mucosas e incluso la muerte en caso de ser ingeridos. Es una de las plantas más cultivadas en todo el mundo por su deslumbrante aspecto, y sus flores son muy usadas para realizar ramos de flor cortada debido a la prolongada duración de las mismas siempre que el tallo esté sumergido en el agua.
Se trata de una planta rizomatosa especialmente adaptada para la vida en ambientes muy humedos, pero tambien prospera perfectamente en climas más secos siempre que disponga de abundante agua. El rizoma es voluminoso, de hasta cinco centimetros de diámetro y otros varios de largo, y está provisto de grandes y fuertes raíces subterráneas que le proporcionan un sólido anclaje en el suelo para evitar ser arrancada. Tanto el rizoma como las raíces son blancos. Las hojas son muy grandes, finas y lanceoladas, pudiendo medir hasta un metro y medio de largo (peciolos incluidos) y hasta veinte de ancho. Normalmente son de color verde oscuro, aunque en climas secos en los que reciben mucho sol suelen adquirir un tono más claro e incluso levemente amarillento. Existen variedades con manchas blancas en las hojas. La cutícula de las hojas es muy fina, y disponen de muchos estomas para ayudar en la abundante transpiración que realiza esta planta. Produce unas bonitas inflorescencias denominadas espádices, que no son más que una especie de palo grueso cubierto por numerosísimas flores amarillas en la zona superior y blancas en la parte baja. Dichas flores son, respectivamente, masculinas y femeninas. Están agradablemente perfumadas y durante su periodo de duración expelen abundante polen blanquecino. Estos palos estan rodeados por una bráctea blanca, denominada espata, de color blanco nieve, aunque existen variedades con la bráctea amarilla, naranja e incluso violeta oscuro. Este conjunto está unido a la base de la planta mediante un peciolo de cinco centímetros de diámetro y hasta dos metros de largo. Como todas las plantas con rizoma, este actua como medio latente cuando la planta se queda sin hojas, por ejemplo, durante una sequía prolongada o inviernos fríos, resistiendo varios meses.
Es una planta muy versátil y adaptable que, pese a su origen tropical y húmedo, se adapta sin problema alguno a climatologías mucho más estrictas y adversas, tales como climas mediterráneos e incluso de alta montaña, pudiendo mantenerse sin problemas como plantas de interior por la escasa luz que necesita. Es indispensable colocar estas plantas en un lugar sombreado para evitar que se quemen sus delicadas hojas, aunque los rayos directos del sol matutino las benefician mucho. Durante las épocas más frescas en las que la planta tenga aún hojas puede estar a pleno sol todo el día, pero en veranos muy cálidos le es indispensable mucha sombra. En interiores es suficiente colocarlas en una habitación bien iluminada. Normalmente estas plantas se posicionan en los bordes de estanques, donde el rizoma queda permanentemente sumergido, aunque si el agua se calienta demasiado la planta pierde todas sus hojas y muere sin remedio, por lo que, una vez más, es mejor ponerla en un lugar resguardado del calor intenso. El sustrato debe estar suelto, muy aireado y no debe compactarse nunca, pues esto produce la pudrición de las raíces. Es ideal la arena de río no demasiado fina. No es demasiado exigente con el abono, debiendo recibir al menos una dosis mensual de abono sólido para plantas acuáticas cuando tiene flores. Sólo se muestra exigente con la temperatura ambiente; Para que presente hojas y flores durante todo el año es indispensable que la temperatura no baje de 15 ºC (tanto en el aire como en el agua), pues por debajo de este valor pierde todas las hojas y entra en un estado de letargo que dura hasta que suben de nuevo las temperaturas, produciendo nuevas hojas y flores. Por este motivo no presenta problemas para ser cultivada en estanques al aire libre que, durante el invierno, sufran incluso la congelación de la superfície. Si la temperatura del agua sube por encima de 26 ºC la planta muere al quemarse el rizoma. Cabe mencionar que ninguna de sus hojas debe quedar jamás sumergida bajo el agua ya que se pudren y, por consiguiente, afecta al resto de la planta.
Estas plantas son ideales para los bordes de estanques, donde el rizoma queda totalmente sumergido, o para las zonas algo más alejadas, dando cobijo a muchos animales terrestres como anfibios, reptiles e insectos. Forma excelentes composiciones de gran belleza junto a otras plantas que viven en la misma zona, como la Caña o la Acorus Gramineus, con las que pueden asociarse para formar barreras vejetales de gran valor decorativo. Una de las ventajas más grandes de estas plantas reside en su toxicidad, lo que hace imposible que algun animal hervívoro pueda devorarlas (en caso de que eso ocurra, su ingesta resulta mortal), ni si quiera las babosas ni las langostas se atreven con ellas, y parece que los animales han aprendido que no se deben consumir. A menudo sirven como refugio a alevines de muchos peces cuando una pequeña parte de los peciolos foliares quedan bajo el agua. El delicado perfume de las inflorescencias atrae a muchos insectos polinizadores, principalmente escarabajos.
La propagación de estas plantas se consigue mediante división del rizoma subterráneo, que se posiciona horizontalmente en el terreno de siembra y se cubre con algunos centímetros de tierra. En zonas con inviernos cálidos, donde las hojas y flores permancen durante todo el año, la división se puede realizar en cualquier momento del año, mientras que en zonas de inviernos fríos se debe hacer sólo cuando la planta esté reposando (cuando pierden todas las hojas). Haciendo esto se pueden obtener varias plantas cada año segun el tamaño del rizoma madre que se usa para separar. Es importante tener cuidado a la hora de cortar, evitando a toda costa el contacto del flujo interno de la planta con las mucosas para que no se irriten.
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