Las Anémonas son animales pertenecientes al la clase de los Antozoos, que comparten con los Corales y los Cerianthus, entre otras familias. Son los huéspedes por excelencia en muchos acuarios marinos aunque su mantenimiento no es sencillo debido a que reclaman aguas de excelente calidad y prácticamente libres de cualquier sustancia contaminante, nitratos incluidos. La simbiosis que realizan con los peces Payaso es comun en todas las especies de Anémonas, siendo este otro de sus principales atractivos para los acuariófilos. La E. Cuadricolor es de las más mantenidas junto con las del género Heteractis y Stichodactyla al encontrarse frecuentemente en los comercios especializados y, además, por ser de las que mejor se adapta a la vida en un acuario aunque este sea de modestas dimensiones. La Anémona burbuja puede encontrarse en el océano Indopacífico y en el mar rojo, siempre asociada a arrecifes de coral y a profundidades comprendidas entre 1 y 50 metros en agyas fuertemente movidas y aireadas.
Existen diferencias de coloración y forma entre las Anémonas que habitan en aguas superficiales y las que viven en aguas profundas. Las primeras tienen un color más vivo y brillante, burbujas en la zona terminal de cada tentáculo y un diámetro comprendido entre 20 y 40 centímetros, soliendo encontrarse en colonias de varias decenas de individuos. Las segundas tienen un diámetro de 50 centímetros aproximadamente, no presentan las burbujas en los tentáculos y tienen un color más apagado. En los comercios se encuentran las que habitan en aguas superficiales cuyo color puede ser rojo, verde, marrón o azulado entre otros. Están ancladas de tal manera sobre las rocas que resulta imposible arrancarlas sin seccionar el disco pedio, por lo que se venden siempre con un trozo de la roca a la que iban adheridas tras la recolección. Todos los tentáculos se agrupan alrededor de un disco oral que hace las veces de boca para captar las presas sólidas que comen. En sus tejidos más expuestos a la luz presentan microscópicas algas llamadas Zooxantelas que, además de dar el color a los tejidos de la Anémona, le proporcionan casi la totalidad de los nutrientes que necesita mediante fotosíntesis. El disco pedio, muy desarrollado y musculoso, puede expandirse o contraerse a voluntad del animal, pudiendo moverse por su entorno para buscar la zona con mejor iluminación y que, además, disponga de generosas corrientes.
Pese a ser más robusta que otras Anémonas, la E. Quadricolor exige minuciosos cuidados indispensables para que viva perfectamente durante mucho tiempo. Es indispensable, en primer lugar, que el acuario donde se hospede esté fuertemente iluminado (más de 1 watio por litro) y el agua esté fuertemente agitada y oxigenada, algo indispensable para que se puedan limpiar sus tejidos de sedimentos ligeros que de otro modo asfixiarían a las algas simbiontes acabando por consiguiente con la vida del animal. El uso de un Skimmer o espumador de proteínas es totalmente necesario para tratar los residuos que produce y, al mismo tiempo, para mantener a raya todo lo que se pueda los compuestos úricos, que son letales para este animal. Se imponen, asimismo, cambios parciales de agua (al menos una vez a la semana) para mantener el agua siempre pura y en buen estado. La densidad puede estar entre 1.022 y 1,033, y la temperatura entre 24 y 28 ºC. No soportan nada bien temperaturas fuera de este intervalo, temiendo mucho las variaciones bruscas de densidad. La tasa de nitratos no debe sobrepasar las 10 ppm, y tanto el nitrito como el amoniaco no deben existir en el agua. A pesar de que no es necesario, agradecen la adicción periódica de compuestos líquidos como el Yodo, el Boro y el Estroncio, que son usados para mantener sanos a los Corales. Hay que estar muy atento al aspecto que presenta cualquier anémona en cautividad, pues si se ve que se empieza a deshacer o a soltar los intestinos por el disco oral significa que está muriéndose, siendo necesario sacarla immediatamente del agua para evitar la liberación de sustancias tóxicas que dan al traste con todo un tanque completo. El momento más crítico para las Anémonas es la introducción al acuario; Es mejor no sacarlas del agua en ningun momento para evitar que posibles burbujas de aire retenidas entre los tentáculos los terminen pudriendo. La luz debe apagarse durante esta fase y la adaptación al agua y a la temperatura (que se realiza de la misma manera que para los peces) debe prolongarse durante una hora o, mejor aún, hora y media. Una vez dentro del acuario hay que colocarla en el lugar más sombreado del acuario. No hay que preocuparse por esto, pues ella misma se moverá hasta encontrar el lugar ideal donde se asentará definitivamente. Otro apunte más: Cuidado con los tubos de entrada de los filtros y bombas de agua. No es extraño el caso de que una Anémona sea engullida por los tubos y triturada por la hélice de estos aparatos. En casos así es mejor irse despidiendo del acuario, desmontarlo y empezar de cero, por lo que conviene tapar estas entradas con mallas rígidas.
Como todos los invertebrados fotosintéticos, la Anémona burbuja no presenta ningun problema para nutrirse en un acuario. Sólo necesita una luz muy intensa y corrientes generosas que limpien sus tejidos. El 95 % de sus necesidades nutritivas son solventadas por las algas simbiontes presentes en sus tejidos, por lo que no hay que preocuparse. Aún así, tambien se benefician de las aportaciones de alimentos planctónicos para los Corales o de los pedacitos de alimento rechazados por los peces. No hay que sobrealimentar a ninguna Anémona con presas externas para evitar trastornos graves.
Pocos son los aficionados que mantienen Anémonas únicamente por sus calidades decorativas. En efecto, la simbiosis entre éstas y los peces Payaso es a menudo la razón de peso para el mantenimiento de estos animales, por lo que es muy normal su presencia en acuarios que contienen peces Payaso. La Anémona burbuja, como todas las demás Anémonas, también realiza simbiosis con los peces Payaso, aunque en su caso el número de especies con las que lo hace es mucho más reducida que en el caso de las Heteractis y las Stichodactyla. El Premnas Biaculeatus, el Amphiprion Frenatus y el Amphiprion Melanotus (entre pocas más) son las que simbiotizan con esta Anémona, por lo que es muy recomendable introducirla en acuarios en los que vivan estos peces. En lo que respecta a su relación con otros invertebrados como los Corales hay que saber que las Anémonas son muy agresivas con otros invertebrados sésiles, pues la toxina que producen para cazar a sus presas es tambien una poderosa arma química capaz de exterminar a muchos corales. A esto se une la capacidad que tienen para moverse libremente por todo el acuario quemando a todos los invertebrados que toquen, por lo que es mejor introducir a las Anémonas en primer lugar para que tengan su terreno de alimentación bien definido y no se muevan para cambiarlo. Los corales duros como las Euphyllias, Acroporas y Montiporas son adecuados para convivir con la Anémona burbuja dado que tienen capacidad para mantenerla a raya en caso de ser necesario, no así otras especies de corales como las Sinularias, las Xenias y los Zoanthus, que son exterminados rápidamente en caso de estar cerca de estos animales.
La reproducción de esta Anémona es sexual o bien asexual segun las condiciones ambientales y el espacio del que dispone. La reproducción sexual, que se da mediante huevos y esperma dispersados directamente al agua por Anémonas macho y hembra, sólo se da en la naturaleza. Los huevos se mantienen durante una o dos semanas con el plancton superficial hasta que eclosionan. Las larvas continuan en suspensión en este lugar durante un tiempo hasta que bajan al sustrato para empezar la fase de Anémona que todos conocemos. La reproducción asexual se da por simple escisión del invertebrado. Aunque no lleve ningun disco oral, la zona separada se asienta al lado de la Anémona madre, desarrolla un nuevo disco oral, adquiere de nuevo la forma semicircular y empieza a vivr como una Anémona independiente. La zona dañada de la Anémona madre se regenera rápidamente. De este modo sale un animal idéntico al original, del mismo sexo. Esto se puede realizar en cautividad cortando un pequeño pedazo de la Anémona madre con un bisturí cuidadosamente desinfectado (separando del todo la zona cortada del invertebrado madre, disco pedio incluido). En más o menos tiempo la zona cortada se transformará en un nuevo individuo.
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