Tambien denominandos Pageles, las Brecas pertenecen a la importante familia de los Espáridos, famosos tanto por la exquisitez de su carne como por las generalmente prolongadas y violentas luchas que ofrecen cuando se pescan con caña y sedal. Las Brecas son de los más deliciosos de la familia, y se preparan de varias maneras para consumirse (preferentemente al horno y a la plancha). Se trata de peces gregarios que se mueven en grupos más o menos importantes en zonas tanto cercanas como lejanas de las costas, siempre en lugares muy concretos de los que nunca suelen alejarse. Estas zonas son llamadas por los pescadores "posturas" o "querencias", y pueden estar en cualquier profundidad comprendida entre 10 y 200 metros de profundidad. Se encuentran en el océano Atlántico (desde el mar del Norte hasta Cabo Verde) incluyendo todo el mar mediterráneo y los archipiélagos de Canarias, Madeira y también en las islas Azores. habitan en fondos mixtos de roca, arena y algas. A penas son mantenidos en acuarios domésticos dada su escasez actual, lo que hace muy difícil pescar ejemplares juveniles para cuidar.
Tienen el cuerpo muy comprimido lateralmente, con aletas rígidas y cortas (excepto la caudal, que es bastante amplia) y músculos muy desarrollados para nadar con rapidez. Lo que los distingue de otros Espáridos parecidos como el Besugo es la relación de tamaño entre los ojos y la boca (siendo en las Brecas más grande la boca que los ojos). Al igual que el resto de Espáridos, las Brecas disponen de duros y punzantes radios dorsales que les ayudan a defenderse de sus posibles depredadores. Su coloración varia mucho a lo largo de su vida. Durante sus primeros dos o tres años presentan un color amarronado muy claro en todo el cuerpo y aletas incoloras. Hasta los seis o siete años su cuerpo es de color rosa violáceo con algunas líneas azules brillantes y con las aletas azules, y a partir de los ocho años de edad todo su cuerpo es rosado (menos intenso que en el Besugo) y las aletas se vuelven transparentes, presentando en los opérculos y en los bordes de las aletas algunas manchas rojas. El dimorfimso sexual es muy poco visible y suele radicar en el color, que es algo más rosado en los machos que en las hembras. Son animales hermafroditas que pasan sus primeros tres años como hembras, transformándose seguidamente (sólo algunos) en machos. Llegan a medir unos 30 centímetros en acuario y viven unos 10 años.
Al igual que el resto de especies de la familia, las Brecas requieren acuarios muy grandes para poder mantenerse en perfecto estado. Dado que deben mantenerse en grupos, a su tamaño adulto y a su necesidad permanente de nadar, un acuario de unos 2000 litros como mínimo es adecuado para ellas (aunque se puede mantener a un solo ejemplar en unos 500 litros de agua sin problemas). La decoración, formada por rocas vivas que creen abundantes refugios, no debe cubrir demasiado volumen interno del tanque a fin de no impedir que naden tranquilamente. El movimiento y la oxigenación del agua deben ser excelentes, y un potente Skimmer y cambios de agua periódicos son necesarios para evitar la acumulación de residuos nitrogenados. Dado que les gusta escarbar en el sustrato éste debe tener un espesor de unos 7 cm como mínimo y ser de grano medio. La densidad puede mantenerse entre 1.020 y 1.030 y la temperatura entre 15 y 30 ºC. Son muy sensibles a los excesos de nitratos (nunca deben sobrepasarse las 50 ppm) y no toleran ninguna presencia de amoniaco y nitritos. Las variaciones bruscas de las condiciones acuaticas son desastrosas para estos peces, que acaban siendo atacados por todo tipo de parásitos (hongos principalmente) y terminan muriendo.
Se trata de peces casi exclusivamente carnívoros cuya dieta natural incluye la gran variedad de Moluscos, Crustáceos y Cefalópodos que encuentran en su hábitat. En cautividad se adaptan rápidamente a todo tipo de alimentos (congelados, secos y vivos) con más o menos dificultad segun el estado del agua y el temperamento de sus compañeros de acuario. Normalmente suelen tardar hasta una semana en aceptar alimentos sintéticos, por lo que se comprende la importancia de mantener una generosa cantidad de roca viva para que puedan comer algas y otras formas de vida. Una vez perfectamente aclimatados se comen con voracidad cualquier bocado comestible que caiga al agua. No se deben intentar aclimatar peces salvajes adultos ya que mueren irremediablemente. Los juveniles de unos 5 o 7 cm se aclimatan casi siempre a un acuario.
Se trata de peces pacíficos y sociables que no muestran nunca actitudes agresivas o violentas hacia ninguno de sus compañeros de acuario, aunque su nerviosismo e hiperactivdad estresan a peces demasiado tranquilos. Pueden ser asociados sin problemas con Sargos, Salpas, Doradas, Castañuelas, Doncellas y otras especies activas, evitando peces como los Gobios que, al ser tímidos y lentos, pueden quedarse sin alimento. No es conveninente su asociación con Crustáceos ni Moluscos ya que acaban devorándolos, aunque no causan daño alguno a invertebrados sésiles, Gusanos tubícolas ni Cerianthus. A pesar de que pueden vivir aislados, es mejor mantener un pequeño grupo de 6 ejemplares para que muestren su comportamiento más natural y estén más tranquilos, aunque deben introducirse todos a la vez y en la fase juvenil.
No se ha documentado aún su reproducción en cautividad. En la naturaleza se reproducen entre principios de primavera y finales de otoño en zonas cercanas a las costas. La freza es tumultuosa y comunitaria, y tanto los huevos como el esperma se abandonan a las corrientes marinas para que los dispersen. Estos huevos permanecen durante cuatro días mezclados con el plancton superficial, igual que las crías de hasta medio centímetro de longitud. A partir de entonces bajan al sustrato para empezar a alimentarse de todo aquello que el mar les proporciona.
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