En muchos acuarios marinos son muy corrientes las invasiones de Aiptasias, un género de hidrozoos que agrupa varias especies de Anémonas muy poco vistosas y cuyo tamaño oscila entre los 4 milímetros y los 10 cm de altura, siendo o no coloniales, y que poseen la capacidad de propagarse a una gran velocidad cubriendo rápidamente grandes superficies sólidas, muchas veces llegando a suplantar a otras anémonas simbióticas y siendo capaces de exterminar a otros invertebrados sensibles como muchos corales blandos ornamentales. Este género de invasores está distribuido por todos los sistemas marinos del planeta excepto en las zonas polares, siendo las más corrientes en los acuarios marinos tropicales las especies A. Diaphana y A. Mutabilis.
Es difícil generalizar en la descripción fisica de estas Anémonas ya que cada especie presenta diferencias únicas respecto al resto de especies. Las más comunes son las que tienen el tronco muy erguido, un disco oral muy visible y bastante amplio y, en torno a este, dos hileras de tentáculos: Unos más cortos y otros más largos, siendo con estos últimos con los que capturan su alimento predilecto (A. Diaphana). Se interpreta que los más cortos contienen las algas Zooxantelas responsables de la fotosíntesis para abastecer al individuo de nutrientes básicos. En los tentáculos más largos poseen, además, Nematocistos, células venenosas que producen una toxina muy potente (más fuerte incluso que las producidas por las Anémonas ornamentales corrientes) con la que paralizan o matan a sus presas antes de devorarlas. Otra especie común en los acuarios es A. Mutabilis, que presenta el tronco mucho más corto y rechoncho aunque un mayor número de tentáculos gruesos y coloridos alrededor del disco oral, distribuyéndose en dos filas: Una de tentáculos cortos y otra de tentáculos más largos. Cualquiera de las dos especies posee colores poco agradables, siendo el básico el marrón pardusco en toda la estructura, aunque la Mutabilis puede presentar varias franjas paralelas de color marrón mas claro (tambien pueden ser amarillas e incluso verdosas= y las puntas de los tentáculos largos con una tonalidad blanca muy visible.
No son nada exigentes con el tamaño del acuario, desarrollándose perfectamente incluso en acuarios de unos 5 litros de agua pero siendo en estos recipientes mucho más fáciles de erradicar. Como todas las Anémonas, las Aiptasias se fijan con gran fuerza a un sustrato determinado, siendo muy difícil arrancarlas. Se posicionan en el acuario por sus propios medios, moviéndose lentamente e incluso dejándose llevar por las corrientes, eligiendo siempre un sitio bien iluminado y con abundante corriente, que además de ayudarlas a limpiar sus tejidos superficiales promueve su reproducción incontrolada. Se fijan sin problemas a cualquier sólido que tengan a su alcance (rocas, sustrato, cristales, plásticos, conchas de caracoles vacías o llenas e incluso en las entradas y salidas de los filtros) y en cualquier rincón o fisura que haya, lo que hace muy difícil verlas a todas y mucho más eliminarlas. Se adaptan sin problemas a cualquier tipo de condiciones acuáticas: Densidad entre 1.017 y 1.040, temperatura entre 10 y 35 ºC, hasta 600 ppm de nitrato y hasta 5 ppm de nitrito y amoniaco, lo que hace que puedan reemplazar a muchos invertebrados. Tambien soportan muy bien variaciones considerablemente bruscas de las condiciones acuaticas e iñuminaciones modestas (nunca menos de 0,7 watios por litro). Como ocurre con las demás anémonas, cuando mueren expelen una sustancia muy tóxica que puede causar la pudrición del acuario completo, y más aún si mueren una gran cantidad de ellas a la misma vez, siendo muy recomendable, aunque duela, intentar cuidarlas como si de cualquier invertebrado ornamental se tratase e ir eliminándolas gradualmente mediante productos químicos o ciertos animales que las puedan devorar, nunca todas a la vez para evitar el gran desastre.
Su alimentación, al igual que otros Hidrozoos, consiste por una parte en los beneficios obtenidos mediante la fotosíntesis realizada por las algas Zooxantelas de sus tejidos y por otra en la digestión propia de las presas que capturan con sus tentáculos venenosos. Su alimentación en un acuario es muy fácil debido a que necesitan poca luz y a que, además, aprovechan casi cualquier alimento desechado por los peces para subsistir.
Estas Anémonas expelen de forma casi constante componentes urticantes por sus tentáculos, compuestos que dañan irremediablemente a muchas especies de corales sensibles como Xenias, Clavularias, Briareum, Zoanthus y demás, invertebrados immóviles como gusanos tubícolas y Esponjas, otras anémonas simbiontes (Las Heteractis y las Entacmaea son las más afectadas) e incluso pueden causar graves daños a peces Cofre y a otros excesivamente sensibles a los Nematocistos urticantes. Los Corales duros como las Acroporas y las Euphyllias son de los pocos que resultan prácticamente immunes a estas Anémonas al ser bastante tóxicos y no permitirles acercarse a ellos. No suelen ser tóxicas para los distintos crustáceos y la mayoria de Equinodermos.
Se reproducen por fragmentación del disco pedio, creándose clones de la anémona madre, y mediante huevos y esperma producidos por Anémonas macho y hembra. La reproducción asexual a partir del pié es la más corriente en los acuarios, además de ser la más rápida y la menos costosa para estos animales. Mediante huevos ocurre básicamente en la naturaleza, siendo tanto éstos como el esperma expulsados al agua, donde se mezclan. Los huevos, poco pesados, ascienden hasta la superfície donde se incuban durante una semana. Tras la eclosión, las larvas permanecen un tiempo entre el plancton superficial para bajar seguidamente al fondo, fijarse a un sustrato y empezar su fase de Anémona independiente.
Existen muchos métodos para controlar las plagas de Aiptasias en acuarios marinos. Los más comunes y prácticos son el control químico mediante componentes que destruyen las Anémonas y el control biológico mediante animales diversos que se alimentan de Aiptasias. El control químico se realiza con líquidos conocidos comercialmente como "AntiAiptasias", y suelen ser líquidos a base de ácidos fuertes que, aplicados en el disco oral de las anémonas, las matan en el acto y, además, las desintegran, evitando contaminación secundaria. Uno de los inconvenientes de este método consiste en que los líquidos que destruyen a estas Anémonas pueden ser perjudiciales para los demás invertebrados, así como por la ardua tarea de ir boca por boca enchufando el líquido mortal. Tiene mucho más éxito y acogida entre los aficionados el control mediante peces y crustaceos devoradores de Anémonas, especialmente en acuarios totalmente invadidos. Los animales más eficaces son la gamba Lysmata Wurdemanni, el Nudibranquio Berghia Verrucicornis, el pez hoja marino (Acreichthys Tomentosus) y los peces mariposa del género Chelmon. Sin embargo, si en el acuario hay otros corales o otras anémonas ornamentales es mejor ahorrarse a los Chelmon ya que pueden devorar, además de a las Anémonas invasoras, a los demás invertebrados sésiles ornamentales. Jamás hay que intentar eliminarlas arrancándolas de su soporte, pues esto mejora extraordinariamente su propagación.
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