domingo, 2 de febrero de 2014

Hippomane mancinella - Manzanillo de la muerte

De el Manzanillo de la muerte se ha llegado a decir que es la planta más tóxica y peligrosa de todas las que han existido en la faz de la tierra. Evidentemente, tal frase (que puede parecer exagerada) ha sido demostrada muchas veces en la historia de la humanidad por los conquistadores antiguos que ingirieron sus frutos, muriendo poco después de forma horrible, y se siguen dando intoxicaciones severas en turistas que actualmente visitan las playas Caribeñas, donde están protegidos. Este árbol de aspecto similar al manzano común se distribuye desde México hasta Colombia, donde habita en las playas de arenas finas lejos de la orilla del mar. Actualmente está en serio peligro de extinción debido a su erradicación masiva de su hábitat natural dada su peligrosidad, lo que evita que afecte a la salud de los muchos turistas que visitan las playas donde vive. Los pocos árboles que aún sobreviven se han cercado para evitar que la gente se acerque o tienen carteles de advertencia para avisar sobre su toxicidad.

Se trata de un árbol frondoso y de gran tamaño que puede alcanzar 20 metros de altura, aunque al vivir en suelos muy poco resistentes a pesos grandes es muy normal que se arquee y se doble a medida que crece, quedándose como mucho en tres o cuatro metros de altura. La copa, globosa y ancha, alxcanza cinco metros de diámetro. El sistema radicular es muy complejo y fuerte, consistiendo en una gran cantidad de raíces lignificadas de varios metros de largo y hasta 20 centímetros de ancho que horadan el suelo arenoso hasta llegar a la capa freática. En la zona terminal de cada raíz, más delgada y sin leña, hay raíces adventicias que toman el agua y los nutrientes necesarios para crecer. El tronco, que mide unos 50 centímetros de diámetro, dispone de una corteza fracturada, dura y áspera, de color marrón grisáceo y de muy buena calidad, aunque extremadamente tóxica y corrosiva. De las largas ramas que parten del tronco emergen hojas alternas, coriáceas, con forma elíptica y de color verde lima muy vistoso. Es un árbol monoico que dispone de flores masculinas y femeninas. Ambos tipos de flores son apétalas, pequeñas, insignificantes e inodoras, sin calidad ornamental alguna, y son polinizadas por insectos. Produce un fruto globoso, de color verde (se torna más amarillo a medida que madura), con la piel lisa y sin brillo y que emana una agradable fragancia. Es muy similar a la manzana, siendo la pulpa muy dulce y jugosa pero extremadamente tóxica: Un solo fruto puede matar a una persona adulta en poco menos de 24 horas. Como todos los demás miembros de su familia (Euforbiáceas), todas las partes de este árbol son venenosas. El simple roce de la piel con la corteza produce ampollas, eczemas y quemaduras a largo plazo, y el agua de lluvia que toca las hojas se acidifica increíblemente, produciendo abrasiones: Nunca hay que resguardarse de la lluvia bajo este árbol. Tampoco se debe permanecer bajo él, pues el polen que se produce durante la floración es corrosivo y tóxico. Se cuenta que, durante la conquista de américa del sur, los autóctonos envenenaban las puntas de sus flechas con el látex que emanan las zonas cortadas y que torturaban a criminales y asesinos atándolos al tronco y dejando que éstos murieran lentamente. Si se dispone de uno de estos árboles en cualquier jardín o estanque es imprescindible tomar las precauciones necesarias para que nadie se acerque (ni animales ni personas) para evitar fatales consecuencias.
No es precisamente un árbol muy fácil de cultivar ya que requiere unas condiciones muy especiales para poder sobrevivir. Lo más importante para acertar en su cultivo es el suelo: Este árbol crece sólo en suelos 100% arenosos finos, muy profundos y excelentemente aireados y drenados y con una considerable concentración de sal marina (aunque esto no es necesario). Es indispensable platarlos en suelos totalmente arenosos cuya granulometría sea como máximo de medio milímetro y cuya profundidad sea como mínimo dos metros (cuanto más profundo sea el suelo más altura y frondosidad foliar tendrá). Si se cultiva en macetones lo bastante grandes es totalmente necesario poner una gruesa capa de drenaje en el fondo de los mismos (corteza de pino o grava) para ayudar a que el suelo escurra cualquier exceso de agua. Se puede llegar a desarrollar en tierra normal de jardín siempre que se mezcle con una gran cantidad de arena de grano grueso y que nunca se apelmace. Los suelos demasiado compactados y húmedos pudren las raíces rápidamente y los que son demasiado sueltos acaban causando estrés hídrico irreversible. Una de las señales más evidentes de que no está en el suelo adecuado es la aparición de manchas negras en las hojas (lo que indica que el suelo está demasiado apelmazado) o su languidez y posterior caída (lo que indica que el suelo es demasiado suelto). No es imprescindible que el suelo sea salino (algo que agradece y que se puede conseguir regándolo con agua de mar de vez en cuanto) pero sí que sea alcalino, con un pH mínimo de 8, ya que en condiciones de alcalinidad escasa (de pH 7,5 para abajo) aparece clorosis foliar y, a la larga, se produce la muerte del árbol. Es un árbol típico de zonas áridas y con poca lluvia que teme muchísimo cualquier exceso de agua, por lo que hay que evitar el riego excesivo; Basta con regarlo cuatro o cinco veces al mes, aunque según la climatología de la zona donde vive y la capacidad de retención de agua en el suelo requerirá más agua. Por norma general hay que regarlo cuando los primeros 50 - 60 centímetros de suelo estén secos. La temperatura de desarrollo óptimo se encuentra entre 24 y 28 ºC; Valores fuera de este intérvalo hacen que el crecimiento se realentice o que incluso se detenga por completo, algo que suele pasar si hace demasiado frío. No es especialmente resistente al frío, pues le afectan las heladas fuertes de menos de -2 ºC, por lo que puede cultivarse perfectamente en zonas de inviernos templados o que no lleguen a helar. Es indispensable situarlo en un emplazamiento muy soleado para que se desarrolle bien. No admite sombreamientos, ni si quiera parciales, pues cualquier defecto de luz solar directa inhibe por completo la floración y la fructificación, produciéndose hojas y ramas más pequeñas y débiles y reduciéndose muchísimo tanto la vida como la calidad del árbol. No requiere grandes cantidades de nutrientes para vivir, pues los suelos en los que se desarrolla son muy pobres en ellos. Basta con abonarlo una vez al mes con un producto específico para árboles frutales o para plantas de flor. Cualquier exceso de abono produce necrosis radicular. Raramente es afectado por plagas y enfermedades parasitarias dadas sus infranqueables barreras venenosas. Sólo en árboles muy debilitados pueden darse ataques de pulgón, araña roja, Botrytis y otros parásitos oportunistas.
Este árbol se adapta muy bien a las cercanías de un estanque marino exterior debido a su necesidad de suelos sueltos, alcalinos y salinos. Sólo hay que tener la precaución de no permitir que la copa se sitúe encima del agua para evitar que el agua de lluvia acidificada caiga al agua. Tampoco se debe dejar que los frutos y las hojas caigan al agua y que sean ingeridas por los habitantes del estanque ya que se envenenarían gravemente. No es posible su asociación con otras plantas debido a su capacidad de acidificar el agua de lluvia y al poder abrasivo de su corteza; Toda planta que conviva con él debe situarse fuera del alcance de la copa para evitar problemas.
La propagación de este árbol se consigue mediante semillas que se siembran en su lugar definitivo immediatamente después de sacarlas del fruto maduro. No es necesario ningun proceso de estratificación aunque la germinación sólo ocurre si la temperatura es de unos 20 ºC. Para poder conservar las semillas el mayor tiempo posible es necesario dejarlas dentro del fruto para evitar que se pasen. El fruto se puede conservar en frío hasta que la temperatura sea la adecuada si en invierno se preveen temperaturas bajas. En zonas tropicales y con inviernos cálidos la siembra puede realizarse durante todo el año. Tambien se puede multiplicar mediante estacas semileñosas que se tratan con hormonas de enraizamiento y se conservan en caliente en un lecho de arena fina y con humedad constante y elevada. En poco menos de un mes enraizan bien. El proceso de multiplicación por estacas es delicado y pocas veces tiene éxito.

3 comentarios:

  1. Dejando a un lado la causticidad de su savia y polen, la peligrosidad de la planta se debe a que los frutos son atractivos en aspecto, olor y sabor. Hay muchas plantas igualmente tóxicas, pero que seríamos incapaces de probar por su amargor, por ejemplo.

    ResponderEliminar
  2. mi pregunta es ....porqué la naturaleza crea una planta tan asesina,cuál es el fin ?ó beneficio....

    ResponderEliminar
  3. Me gustaría saber si funciona como insecticida organico. Si alguien tiene información al respecto se lo voy agradecer.

    ResponderEliminar