Dendrobium nobile
Dendrobium aggregatum
Cultivar Dendrobiums es muy sencillo debido a que demandan pocos cuidados y a que se adaptan muy bien a condiciones en las que otras Orquídeas morirían rápidamente. Como toda planta epífita, las Dendrobium necesitan muchísima ventilación en las raíces, por lo que deben plantarse en un sustrato específico (denominado sustrato para Orquídeas) que se compone por corteza de Pino y musgo de esfagno, ambos componentes secados al aire. Pueden plantarse incluso en tierra normal de jardín siempre que nunca se apelmace ni lo más mínimo y que permanezca siempre muy suelta y excelentemente drenada (se hace indispensable el uso de una capa de drenaje en la base de las macetas). Las macetas pueden ser o no transparentes, pues parece que a estas Orquídeas no les afecta tener las raíces completamente a oscuras. Requieren un ambiente húmedo y bien ventilado de forma constante (humedad relativa en torno al 60%), por lo que se pueden cultivar en exteriores en zonas climáticas propicias. Estas plantas son propensas, en ambientes excesivamente secos, al aborto de los capullos y a la caída de las hojas, por lo que conviene pulverizar las immediaciones de la planta frecuentemente si hace demasiado calor (pero sin mojar las flores, que se estropean con el agua). Al igual que ocurre con las Phalaenopsis y las Cymbidium, las Dendrobium requieren un periodo de descanso anual para asegurar su desarrollo vigoroso y su longevidad (que puede superar los 10 años en buenas condiciones), por lo que conviene mantenerlas en sitios más bien frescos (unos 12 - 15 ºC) durante unos tres meses al año para asegurarles dicho reposo. La falta de este periodo de quiescencia perjudica seriamente el desarrollo vegetativo y la floración, resultando plantas a la larga cada vez más débiles, pequeñas, lacias y que mueren rápidamente. Otra de las ventajas que presentan es su resistencia a temperaturas muy bajas: Pueden sobrevivir a temperaturas de hasta 0 ºC durante meses sin sufrir daños (aunque si se suceden heladas, aunque sean débiles o cortas, se producen daños graves), lo que posibilita su cultivo en exterior todo el año en zonas sin heladas invernales. Pueden tolerar máximas de hasta 45 ºC siempre que dispongan de abundante agua y aire húmedo a su alrededor. Estas plantas requieren mucha luz para desarrollarse y florecer vigorosamente: Acepta el cultivo en interior siempre que se sitúe en una habitación bien iluminada y que reciba algunos rayos de sol matinal. Si se cultiva en exterior se puede situar a pleno sol, aunque no es recomendable hacerlo de forma permanente ya que las hojas se terminan quemando: Es mucho mejor resguardarlas del sol directo durante las horas centrales del día (especialmente si hace mucho calor) para evitar posibles quemaduras. La falta de luz solar directa de forma acusada no perjudica el crecimiento vegetativo (de hecho, las hojas y los tallos son más vistosos en ejemplares permanentemente sombreados) pero inhibe completamente la floración. Es preciso abonar una vez a la semana el suelo con un producto específico para Orquídeas durante la estación de crecimiento ya que el sustrato en el que viven no retiene a penas ningun nutriente (la carencia de elementos nutritivos amarillea las hojas y perjudica la floración). Cabe mencionar la necesidad de soportar las macetas de Dendrobium de cualquier modo ya que el peso de los tallos y flores desequilibra las macetas fácilmente haciendo que se vuelquen constantemente.
Dendrobium Thyrsiflorum
Estas resistentes plantas epífitas pueden decorar muy eficazmente cualquier estanque de agua dulce debido a sus abundantes flores. Aunque se sienten mucho más cómodas sujetadas a los troncos y ramas de los árboles (como ocurre en su hábitat natural), estas Orquídeas tambien pueden plantarse en el suelo del estanque junto a otras plantas florecientes de su tamaño. En este caso hay que tener presente que las raíces necesitan muchísima ventilación, por lo que no conviene plantarlas en zonas en las que la tierra esté demasiado apelmazada o saturada de agua (pueden ponerse las macetas de Dendrobium sobre el suelo para evitar el encharcamiento radicular que no toleran). Estas bellas plantas adornan mucho cualquier árbol ribereño al que se adhieran (Álamos, Olmos, Fresnos, Pinos, ...), aunque tambien pueden adherirse a arbustos lo bastante grandes como el Acebo y el Ricino. Pueden combinarse con otras especies de Orquídeas (especialmente con Phalaenopsis y Cymbidium) para lograr un mayor efecto decorativo.
Dendrobium kingianum
La forma más fácil y eficaz para propagar estas plantas es la división de mata, que se realiza cuando termina el periodo de reposo anual. Se debe sacar la planta de la maceta con todo el sustrato al que se haya adherido, retirar éste cuidadosamente de las raíces y retirar las que estén dañadas o secas. Si la planta tiene más de un tallo nuevo o en formación con algunas raíces propias, se pueden separar con cuidado de la planta madre y enterrarse en otro sustrato para que se forme una nueva planta idéntica a la original. Si la planta vive atada a un soporte con las raíces al aire la operación se reduce a separar el tallo nuevo con sus raíces y sujetarlo a otro lugar. A pesar de que se puede multiplicar mediante semillas y esquejes de tallo tratados con hormonas de enraizamiento, en la práctica no se hace así ya que son procesos muy delicados y largos, además de poco exitosos.
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