jueves, 26 de diciembre de 2013

Anampses Meleagrides - Lábrido moteado

Dentro de la immensa familia de los Lábridos se encuentra un curioso y bellísimo pez que hace las delicias de muchos aficionados a la acuariofilia marina a pesar de que es extremadamente difícil que se adapte al cautiverio, cosa que ocurre menos entre los aficionados que cuentan ya con cierta experiencia. La razón de esta reticencia consiste en su total intolerancia a cualquier compuesto nitrogenado y a las variaciones bruscas de cualquier parámetro así como la dificultad que presenta a la hora de acostumbrarse al alimento congelado. Este pez se encuentra en todo el océano Indo - Pacífico, en el mar Rojo y en la zona este de Surafrica, siempre asociado a arrecifes coralinos y a profundidades que varian entre 1 y 50 metros.
Se trata de un Lábrido típico cuyo cuerpo, poco comprimido lateralmente, posee desarrollados músculos (especialmente en la base de las todas las aletas) que le permiten maniobrar con precisión en el agua y con extrema rapidez, más si se tiene que escapar de algun depredador ocasional. Su boca, pequeña y no protáctil, posee afilados y duros dientes caninos con los que arranca las presas con cáscara (Caracoles, Lapas, ...) de las rocas y robustos dientes molares con los que las tritura con mucha facilidad. Cualquier invertebrado acorazado que caiga en esta trampa mortal no tendrá ninguna posibilidad de escape, ni si quiera los erizos más bien armados. Los ojos son de tamaño medio, las aletas pectorales y las ventrales son pequeñas y la caudal tiene forma de abanico. La aleta dorsal empieza justo antes de la mitad del cuerpo y termina en la zona caudal, mientras que la anal empieza justo tras el ano y termina, tambien, en la zona caudal. Lo que más destaca de este pez es su espectacular colorido, consistente en un fondo negro azabache con una miríada de puntos blancos dispuestos de forma muy ordenada y que miden unos tres o cuatro milímetros de diámetro. La aleta caudal es de color amarillo limón y en la zona terminal de las aletas dorsal y anal presenta una mancha azul marina rodeada por un ribete amarillo. Las aletas pectorales son incoloras. En algunos ejemplares el color blanco de los puntos se convierte en azul celeste a medida que se acercan a la zona caudal o al final de las aletas, que tambien están punteadas. El dimorfismo sexual en estos peces es muy evidente: Los machos tienen la totalidad del cuerpo de color marrón casi negro (aletas incluidas, aunque pueden presentar algunos dibujos levemente azulados en éstas y en la zona de la cabeza) y no presentan prácticamente ningun punto blanco (y si los tienen, sólo algunos y de color azul celeste muy poco visible). Las hembras por su parte son los individuos clásicos que se venden, con el llamativo punteado blanco sobre un fondo negro y la aleta caudal con un intenso color amarillo limón. Pueden medir hasta 23 centímetros de longitud en un acuario y se cree que pueden llegar a vivir más de 10 años en cautiverio.
A la hora de decantarse por el mantenimiento de este espectacular Lábrido hemos de ser conscientes de que nuestra instalación requiere unas condiciones muy específicas para asegurar su supervivencia. En lo que respecta al tamaño del tanque, mejor que tenga más de un metro de largo y medio de ancho (un volumen mínimo de 250 - 300 litros es suficiente). Es muy importante ofrecerle los refugios que tiene en su hábitat natural para mitigar su estrés y conseguir más garantías de que acabe adaptándose: Una espesa capa de sustrato (de unos 10 centímetros de grosor) formada por arena sugar para que se entierre y un buen amasijo de roca viva en el que encuentre encueves y agujeros para aguacerse cuando lo necesite. A diferencia de otros peces sedentarios como los Mandarines, este Lábrido necesita espacio libre para nadar, por lo que no conviene llenarlo todo con demasiadas piedras. La tanto la roca viva como la gruesa capa de arena tienen la función de servir de refugio a pequeños animales como Copépodos y Anfípodos indispensables para que el pez se alimente durante sus primeros días (aunque para conseguir una generosa cantidad hay que dejar que el conjunto funcione durante al menos medio año largo), de lo contrario morirá sin remedio. Si no dispone de una capa de sustrato gruesa y de suficientes agujeros se estresará enormemente, por lo que durará poco tiempo. La segunda gran dificultad consiste en su intolerancia a las variaciones bruscas (aunque sea en poco grado) de las condiciones del agua, situación que acaba desencadenando en infecciones de ectoparásitos (especialmente Oodinium y Cryptocarion) que se pueden contagiar al resto de peces. Estas condiciones, sin embargo, no son distintas de las necesarias para cualquier acuario marino tropical: Densidad entre 1.020 y 1.028, temperatura entre 23 y 28 ºC y pH superior a 8 (entre 8 y 8,5). Tambien resulta muy sensible a las concentraciones demasiado elevadas de nitrato durante mucho tiempo (no mantenerlos a más de 5 ppm) y a cualquier traza de nitrito y amoniaco, por lo que se imponen frecuentes cambios de agua semanales y el uso de potentes sistemas de filtración y espumado. Debido a la extrema sensibilidad de este magnífico pez a los parásitos infecciosos es muy recomendable el uso de ozonizadores o lámparas UV que acaben con ellos, debiendo abstenerse de usar medicamentos con Cobre ya que tampoco parece tolerarlos muy bien.
En realidad no es un pez difícil de alimentar, aunque en la mayoria de casos el tiempo que pasa desde que entra en un acuario nuevo hasta que acepta el congelado es muy largo, cosa que acaba con él al no poseer muchos acuarios las cantidades suficientes de animales que pueda ir devorando. Es importante recalcar que este Lábrido no acepta ningun alimento seco, por lo que nunca hay que comprarlo si sólo se usa este tipo de alimentos ya que se le condenaria a una muerte lenta y dolorosa. Para conseguir su delicada y difícil adaptación es necesario introducirlo en acuarios bien maduros y con muchos animales diminutos que le sirvan de alimento. Es mejor no darle congelados en al menos una semana o poco más. Pasada la primera semana se puede inentar darle unas cuantas artemias congeladas para ver si las acepta. En caso de que no se las coma, se le deja otra semana más y se vuelve a intentar hasta que acabe devorándolas. Como en muchos casos no suele pasar esto, es mucho mejor tener a mano Artemias vivas que parecen gustarle mucho más, aceptándolas en muchos casos a las dos o tres semanas de entrar en un nuevo acuario. Evidentemente, si las condiciones del agua o sus compañeros de acuario no son los adecuados, las posibilidades de que se adapte al alimento sintético se reducen muchísimo, por lo que hay que mantener el agua siempre en muy buen estado y seleccionar peces que se comporten bien con él (da buen resultado introducirlo en primer lugar).
Este pez es pacífico y raramente molesta o incordia al resto de peces con los que convive. Sin embargo, puede mostrarse algo intransigente con los recién llegados o bastante agresivo con otros Lábridos presentes en el acuario especialmente si tienen sus mismos colores y forma física. No hay que mantener a más de un ejemplar de esta especie en el mismo acuario (a menos que éste sea muy grande) ya que son solitarios y no se toleran entre ellos. Si convive con especies demasiado grandes o acosadoras (como algunas Damiselas) se arrinconará en una esquina sombría del acuario por el miedo, dificultando su ya difícil alimentación en cautividad, pero igualmente puede quitarle el alimento a peces demasiado lentos. Se puede asociar con peces que tengan su mismo tamaño y una actitud apacible como algunos Cirujanos, algunos peces Payaso y similares. No es compatible con ningun tipo de molusco o gasterópodo (ni si quiera con los que limpian) ya que los devora.
No se tiene constancia de que se haya reproducido en cautividad. Tampoco se conoce en absoluto su proceso reproductivo en la naturaleza (si es mediante puesta libre, nidos de algas u otros mecanismos). Todos los ejemplares que se encuentran en los comercios son salvajes, por lo que se recomienda encarecidamente adquirir sólo ejemplares jóvenes y sólo si se está seguro de que sobrevivirán en nuestro acuario.


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