lunes, 2 de septiembre de 2013

Cocos Nucifera - Cocotero


En todas las zonas tropicales de la tierra existen grandes grupos de Cocoteros en las zonas costeras, siempre en primera linea de playa o en los acantilados a pié del mar, donde suelen crecer con la copa orientada sobre la superfície del mar para dejar caer sus frutos para que sean distribuidos por las corrientes marinas. Como los Cocos aguantan mucho tiempo a la deriva en el mar y, además, se encuentran en todos los litorales cálidos de la tierra, su lugar de origen sigue siendo un misterio, aunque se barajan como posibles lugares las islas del mar Caribe o el Archipiélago de las Filipinas, en Asia. Es la planta de la que se conocen más aplicaciones a parte del alimenticio ya que es muy usada como planta ornamental en todo tipo de zonas tropicales en alineaciones, en jardines privados y públicos. Tambien se usa bastante como planta de interior en climas fríos aunque en este caso viven poco tiempo al no disponer de todas las condiciones necesarias para vivir.

El Cocotero es una planta perteneciente a la clase de las Monocotiledónias, es decir, plantas cuyas semillas poseen un único cotilédon, esas estructuras de reserva que las plántulas usas para vivir más o menos tiempo en ausencia de luz. En estado adulto, el Cocotero es una auténtica palmera de dimensiones muy considerables, con una altura que puede sobrepasar los 30 metros (las plántulas miden ya cerce de metro y nedio de altura), con hojas de hasta 6 metros de longitud y una vida que puede llegar a los 100 años. Los frutos de esta planta, los Cocos, son las semillas más grandes del reino vegetal, son ovalados, marrones y con envoltura fibrosa. En la cáscara poseen tres agujeros que forman un triángulo: El vértice superior es el lugar por el que emerge el tronco y las hojas, y los dos restantes, por donde salen las raíces. El tronco es liso, de color beige amarronado y lleno de fisuras y grietas. A pesar de ser menos grueso que el de muchas palmeras, su rigidez asegura su estabilidad. Las hojas, compuestas por un nervio central muy rígido y por folíolos largos, lanceolados y finos, son de color verde y se disponen en roseta. En las plántulas, las primeras hojas son simples pero divididas en dos desde la parte supuerior, teniendo un color verde muy intenso. Produce durante todo el año curiosas inflorescencias en panícula, algunas de flores femeninas y otras de flores femeninas. Mencionar, además, la necesidad de un baño en agua marina para la germinación de los Cocos. Debido a su porte, a su hábitat y a la necesidad de germinación que tienen los frutos, los Cocoteros son ideales para los bordes de estanques marinos aunque pueden cultivarse también en los bordes de estanques de agua dulce.
Los Cocoteros únicamente pueden ser cultivados en exteriores todo el año en zonas tropicales o subtropicales donde la temperatura no baje de 15 ºC o de los 0 en el caso de plantas muy desarrolladas (de más de 30 años de edad) y en perfecto estado de salud  y dónde la pluviometría anual sea como mínimo de 2500 milímetros al año. En zonas de inviernos fríos es casi imposible su viabilidad a menos que se ubiquen en invernaderos cálidos donde la temperatura y la humedad se mantengan en su punto ideal de forma constante. Cultivados en interiores viven poco tiempo ya que nunca disponen de la humedad suficiente (debido a las calefacciones y aires acondicionados, que secan muchísimo el aire) ni de la luz necesaria para realizar su metabolismo. Aun así es muy buena idea colocar estas extraordinarias palmeras en estanques marinos interiores (o mejor aún, si el estanque está dentro de un invernadero), donde pueden crecer hasta los cinco metros de altura y vivir más de 50 años. La clave para acertar con sus necesidades y conseguir que se mantengan esbeltos consiste en mantener constantes la humedad y la temperatura en el ambiente (humedad relativa siempre en torno al 80% y temperatura cercana a los 25 ºC). Al ser una planta heliófila, la luz juega un importante papel en su desarrollo, y es del todo indispensable situarlas a pleno sol tanto si son plantas adultas como plántulas, aunque en este último caso las hojas jóvenes se queman fácilmente si la temperatura supera los 26 ºC y si el ambiente es muy seco, por lo que conviene sombrearlas. Si se cultivan en interiores es indispensable instalar iluminación artificial adecuada para asegurarles un suministro óptimo para su crecimiento. Si no reciben suficiente insolación las hojas amarillean y el desarrollo se inhibe, muriendo al cabo de un mes más o menos si no se remedia la situación immediatamente. Es muy importante no pulverizar las hojas mientras reciben sol ya que se queman fácilmente. No son exientes con el sustrato, pero prefieren los suelos arenosos e incluso salinos, muy bien drenados y con pocos nutrientes (mencionar que requieren una cierta concentración de cloruros en el suelo para desarrollarse correctamente). La cal es indispensable en el cultivo de Cocoteros. Otra clave para conseguir su supervivencia consiste en el coco que conservan cuando se compran. Esta estructura es vital para que las plántulas sobrevivan hasta formar las primeras hojas folioladas, y debe conservarse muy bien hasta este tiempo. Aunque pueden sobrevivir perfectamente con el coco expuesto al aire libre conviene enterrarlo al menos en dos tercios de su volumen ya que de lo contrario las raíces se secan y si está demasiado enterrado la planta no se desarrolla con normalidad. El coco puede mojarse, aunque no hay que excederse para evitar su pudrición. En lo referente al abonado, los Cocoteros se conforman con una dosis mensual de abono genérico para plantas verdes y con flor. En lo referente al riego hay que tener presente que las raíces del Cocotero no toleran el encharcamiento continuo y prolongado porque se pudren, y tampoco hay que permitir que el suelo se seque por completo, siendo lo ideal mantener el suelo siempre húmedo. Como curiosidad mencionar que estas plantas gustan mucho de zonas con fuertes vientos que, además de ayudarles a soltar los frutos sobre el mar  y ser indispensables para la polinización de las flores, aumentan la rigidez de los troncos y de las hojas. Con frecuencia son las únicas plantas que quedan intactas cuando pasan fortísimos huracanes en su hábitat natural, llegando a resistir vientos de hasta 250 kilómetros por hora.
Los Cocoteros son plantas ideales para los bordes de cualquier estanque marino pero evitando el sumergimiento de las raíces en el agua ya que se pudren fácilmente. Aunque se sienten más cómodos en este tipo de lugares abundantes en sal, los Cocoteros se pueden plantar también en los bordes de un estanque de agua dulce siempre que el agua sea muy dura y alcalina, pues las aguas demasiado ácidas producen graves problemas de clorosis foliar. Plantados en alineaciones siguiendo los bordes de los estanques suponen un bonito conjunto arbóreo que puede embellecerse aun más situando, entre ellos, algunas plantas que vivan en el mismo sitio como Lirios marinos, Gramíneas dunares y, especialmente, atando a sus troncos plantas epífitas como las Orquídeas Phalaenopsis.
Esta planta se reproduce sólo mediante sus semillas, los Cocos, que se pueden adquirir en cualquier supermercado. El proceso de germinación es muy lento, y algunos Cocos tardan hasta un año en hacerlo. Para aumentar las probabilidades de éxito es necesario seguir una serie de pasos. En primer lugar hay que remojar la semilla en agua (mejor que sea agua marina) durante tres días. A continuación hay que preparar una maceta con unos tres centímetros de grava para el drenaje y, justo encima, una mezcla de tierra normal de jardín y tierra gruesa (la proporción necesaria es, aproximadamente, de 40/60 respectivamente). hay que colocar el coco sobre esta mezcla para ver qué parte pesa más, que es de la que emergerán las raíces. Una vez posicionado, se entierran dos tercios de la semilla en el mantillo preparado anteriormente y se coloca en un lugar parcialmente soleado y cálido (si se cubre todo con un film de plástico, mejor). La primera parte que nace son las ráices, que se entierran en el sustrato y, al cabo de unos dos meses más, brotan las primeras hojas, momento en el que se retira el film de plástico en caso de que lo tenga. Una vez emerjan las hojas hay que situar la plántula en un lugar parcialmente soleado y cálido y humedecer ligeramente el sustrato constantemente. Cuando la plántula tenga cuatro o más hojas puede ser trasladada a su lugar definitivo.


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