sábado, 15 de junio de 2013

Pterois Volitans - Pez León

Uno de los peces marinos más espectaculares, aunque venenoso, es el pez León, un animal de gran tamaño oriundo del océano Índico y la zona occidental del Pacífico, si bien se ha extendido hasta las zonas costeras del mar Caribe y los Estados Unidos, donde es considerada una especie invasora al reproducirse rápidamente y, especialmente, por empezar a mermar considerablemente poblaciones de peces y animales pequeños de esos lugares. Viven tanto en solitario como en parejas o pequeños grupos en zonas rocosas o arrecifes aprovechando cualquier agujero o gruta en los mismos para emboscar a sus presas. Tienen costumbres crepusculares.

Tanto su aspecto como su coloración son espectaculares, siendo para muchos aficionados los peces por excelencia de cualquier acuario marino. Su cuerpo está poco comprimido lateralmente, siendo la cabeza ancha, con ojos de gran tamaño y una gigantesca boca protáctil que se abre desmesuradamente pudiendo devorar presas de tamaño más que respetable. Sus aletas son bastante peculiares ya que tienen muy poco tejido interradial. La dorsal está compuesta de varios radios muy largos, duros y punzantes, separados entre ellos y que tienen un pequeño penacho de piel . Pasa lo mismo con las pectorales. Las ventrales, también muy grandes, tienen los radios menos separados, distinguiéndose perfectamente el tejido interradial. La aleta anal y la caudal tienen la configuración clásica (radios delgados y flexibles unidos por tejido) así como la segunda dorsal, que se encuentra después de los punzantes radios dorsales. Presentan un penacho de piel encima de los ojos y una sucesión de estos en la mandíbula superior. Se desconoce para que sirven. Su coloración, muy llamativa, consiste en varias franjas blancas, delgadas y verticales sobre un fondo granate marronoso, presentando esto también en la cara pero sin apenas color marrón. La piel que acompaña los radios largos del dorso y las aletas pectorales es de color blanco muy claro y dispone de algunas manchas de color marrón rojizo. El resto de las aletas son transparentes y presentan pequeños jaspeados negros. Existen algunas variaciones de color entre individuos de diferentes hábitats, siendo la más visible el grosor de las líneas blancas del cuerpo. Hay que tener mucho cuidado al manipular a estos peces, pues disponen de veneno en la base de sus radios dorsales y pectorales, siendo este transmitido mediante pinchazos. Los síntomas immediatos son una gran hinchazón acompañada de un intenso dolor que puede durar varios días y enrojecimiento de la zona afectada, extendiéndose con relativa rapidez a otras partes del cuerpo si no se pone remedio immediatamente. Lo cierto es que en muy contadas ocasiones, como en las personas alérgicas, estas picaduras resultan mortales, aunque conviene aplicar calor sobre la zona afectada (tanto como se pueda soportar) durante un rato. Luego es aconsejable acudir al médico. No presentan ningún dimorfismo sexual, pueden medir 40 cm de longitud y sobrepasar los 10 años de vida.

No resulta nada complicado mantener a un pez León en un acuario ya que son bastante resistentes a las enfermedades, a las variaciones bruscas de las condiciones acuáticas y a la contaminación moderada, así como no mostrar ningún problema a la hora de alimentarse. Para albergarlos en buenas condiciones es importante que el acuario sea lo más grande posible (unos 500 litros mínimo) y más alto que ancho para permitirles desplegar los radios dorsales sin limitaciones. Son peces tímidos y bastante asustadizos, especialmente durante la fase de aclimatacion, por lo que conviene disponer abundantes refugios a base de rocas, corales muertos, fibras de coco o adornos sintéticos  para que se esconda, siendo muy beneificioso para ellos disponer de algun encueve donde quepan enteros. No les convienen corrientes ni turbulencias demasiado fuertes en el agua pero sí la presencia de un potente filtro y un eficiente espumador que ayuden a tratar las ingentes cantidades de desechos que generan. Es importante sifonear el fondo y cambiar parcialmente el agua (siempre con cuidado para evitar picaduras) para evitar incrementos o acumulaciones excesivas de desechos nitrogenados. La densidad puede variar entre 1.018 y 1.030 y la temperatura entre 23 y 30 ºC. Es importante que la concentración de nitratos no suba de 100 ppm (mejor tenerla siempre por debajo de 20) y los nitritos y el amoniaco deben estar siempre a 0, aunque pueden tolerar perfectamente hasta 5 ppm de ambos componentes. Concentraciones demasiado elevadas de estos compuestos durante demasiado tiempo dañan su sistema immunológico haciendo que contraigan todo tipo de enfermedades, especialmente punto blanco.
No presentan problemas para alimentarse en el acuario siempre que los ejemplares que se aclimaten sean jóvenes. Los peces capturados en la fase adulta mueren con mucha frecuencia durante la fase de aclimatación al no aceptar ningún tipo de aliment. Los peces jóvenes recién adquiridos aceptan a en poco tiempo los alimentos congelados y los secos tras unos días alimentándose de presas vivas. No conviene alimentar a los juveniles desde el principio sólo con presas vivas ya que, una vez adultos, suelen negarse a aceptar los congelados y los secos, dándose problemas de desnutrición que pueden acabar con la muerte del ejemplar. Se benefician de los pequeños invertebrados que haya en la decoración del acuario.
A pesar de su feroz apariencia y su gran tamaño son inofensivos para peces de su mismo o mayor tamaño, pudiendo habitar, en acuarios lo bastante grandes, en pequeños grupos intraespecíficos siempre que se introduzcan todos los peces a la vez y en la fase juvenil (los peces adultos desconocidos son rechazados violentamente, sucediéndose violentas peleas que pueden saldarse con la muerte). Pueden ser asociados con peces de gran tamaño de todo tipo y no excesivamente agresivos (Cirujanos, Peces Mariposa, Peces Ángel, Peces Payaso de gran tamaño y similares, con los que no muestran ninguna actitud agresiva) evitando peces o invertebrados móviles demasiado pequeños ya que los devoran con rapidez. También pueden ser compatibles (según el individuo) con el Lábrido limpiador (L. Dimidiatus) que pasa el día limpiando la piel entre las espinas venenosas de estos peces. No son peligrosos para Corales, Anémonas y Equinodermos de gran tamaño.
Son peces ovíparos que se reproducen en mitad de la columna de agua. Tras un elaborado cortejo, la hembra expulsa varias bolsas llenas de huevos que son, acto seguido, fecundadas por el macho. Estas bolsas, abandonadas por los adultos, flotan a la deriva en mitad de las corrientes, rompiéndose al cabo de poco tiempo para soltar los huevos, que son dispersados por las corrientes hasta distintos lugares. La eclosión tiene lugar al cabo de unos cuatro días y las larvas, de tamaño apenas visible, se alimentan del Zooplancton que hay en medio del agua. Pasan varios meses hasta que se asocian a las rocas y corales para alimentase de presas más voluminosas. No se ha conseguido aún su reproducción en cautividad.


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