Dentro del diversificado grupo de los peces comunmente denominados Damiselas se encuentra una especie a la que muchos especialistas consideran el pez marino tropical más adaptable y resistente que se puede mantener en un acuario. Esto se debe en gran parte a su sorprendente resistencia a todo tipo de parásitos (incluso los más comúnes y mortales) y a su gran tolerancia a las más variadas condiciones de mantenimiento llegando a tolerar variaciones muy bruscas de las mismas y sobreviviendo sin ningun problema en aguas en las que muchos otros peces mueren rápidamente. Si a esto sumamos su carácter pacífico y sociable, es uno de los preferidos por muchos acuariófilos marinos y especialmente recomendado para los novatos. Se trata de un pez muy vivaz y de tamaño pequeño que vive en la zona oriental del océano Indopacífico asociado a arrecifes de coral a profundidades comprendidas entre 1 y 40 metros.
El cuerpo de este pez, como el del resto de Damiselas, está comprimido lateralmente aunque, a medida que crece, se vuelve más ancho y robusto. Todas las aletas son cortas, rígidas y muy fuertes, bordeadas por potentes músculos que les ayudan a la hora de perseguir a sus presas predilectas o aguacerse en sus escondites con una velocidad pasmosa. A pesar de que no se alejan nunca más de dos metros de sus territorios, las incesantes corrientes marinas que los baten aseguran que sus cuerpos se mantengan siempre en perfecto estado. La boca, en posición terminal, no es protáctil, es de pequeño tamaño y dispone de minúsculos dientes en cada mandíbula para triturar los alimentos que come. Dispone de ojos de gran tamaño escamas grandes y bien visibles. Presenta una líbrea muy llamativa y parecida a la del pez cirujano paleta (o Dory), por lo que muchos escogen a esta Damisela para adornar sus acuarios ya que estos peces Cirujano son mucho más difíciles de cuidar. La base de color consiste en una bellísima tonalidad azul marino con varias iridiscencias más claras (que corresponden a cada una de las escamas) en la zona superior del cuerpo mientras que el resto del mismo es de un vivo color amarillo limón. Las aletas caudal, anal y ventrales son amarillas, las pectorales son incoloras y la dorsal es de color azul marino excepto la zona terminal, que es transparente. Según el estado de salud del pez, esta líbrea puede variar su intensidad de forma considerable, aclarándose asombrosamente si el pez está enfermo, estresado o durmiendo y pudiendo mostrar un brillo azulado asombroso cuando está en su mejor forma, aunque lo normal es que la líbrea permanezca sin brillo (mate) demostrando que las condiciones de mantenimiento no son las adecuadas. El dimorfismo sexual, sólo visible en peces adultos, consiste en un tamaño ligeramente mayor de las hembras frente a los machos así como un abultamiento ventral más pronunciado en las primeras. Mide hasta 7 cm de longitud y puede llegar a vivir 10 años en cautividad.
Lo más destacable de este pez es su adaptabilidad a cualquier condición de mantenimiento, pudiendo sobrevivir en todo tipo de recipiente de cualquier tamaño (incluso en tanques de menos de 10 litros) siempre que sus exigencias de decoración sean satisfechas. Para que este pez se encuentre totalmente a gusto es necesario ofrecerle una generosa cantidad de rocas que conformen agujeros y el espacio suficiente para que pueda nadar libremente y sin excesivas limitaciones. Aprecia especialmente los objetos que se asemejan a los corales ramificantes entre los que suele vivir de forma constante, por lo que no está de más introducir algun esqueleto de Acropora o Gorgonias muertas. Necesita un importante movimiento en el agua que dé sobre sus escondites y una buena oxigenación de la misma. La iluminación debe ser intensa para que, además de potenciarse sus colores, se desarrollen las colonias de algas filamentosas de las que se alimenta de vez en cuanto. La densidad puede mantenerse entre 1.017 y 1.032 (aunque aguanta valores mínimos de hasta 1.014 y máximos de hasta 1.035) y la temperatura entre 24 y 32 ºC, siendo el frío el único problema paramétrico que puede cargarse rápidamente a este animal, por lo que jamás hay que permitir que la temperatura baje por debajo de los 22 ºC. Las tasas de nitrato deben mantenerse por debajo de 20 ppm (aunque soporta valores cercanos a las 1000 ppm) y el nitrito y el amoniaco deben estar ausentes (soportando hasta 0,5 ppm de cada compuesto durante mucho tiempo). Los cambios de agua semanales y parciales (de al menos un 20 % del agua) son necesarios para evitar la contaminación nítrica del agua. A pesar de ser extremadamente resistente a la contaminación y a las variaciones bruscas de las condiciones acuáticas no conviene mantenerlo en este tipo de situaciones durante demasiado tiempo ya que, a la larga, puede ser afectado por todo tipo de enfermedades que pueden causarle la muerte.
Se trata de un pez omnívoro que puede mostrar problemas para comer durante sus primeros días en un nuevo acuario especialmente si los peces ya presentes lo atacan constantemente. Para evitar este inconveniente es mejor introducir a esta Damisela en primer lugar o, si no es posible, ofrecerle un refugio apartado e inaccesible para las especies más belicosas de forma que pueda sentirse seguro y alimentarse sin miedo. Durante la primera semana es aconsejable el uso de presas vivas o alimento congelado para, cuando los acepte, pasar al alimento seco. Una vez esté perfectamente aclimatado acepta de buena gana todo tipo de alimento que caiga al agua. Su dieta natural la componen pequeños crustáceos, algas, larvas y huevos de otros peces y microorganismos que encuentra sobre los Corales y las rocas entre las que vive.
Es de las Damiselas menos agresivas que hay, por lo que puede ser asociada con múltiples especies de peces e invertebrados. Sólo conviene evitar peces demasiado lentos y tímidos (Caballitos, peces Globo, Murciélagos, etc...) ya que pueden quedarse sin comer debido a la hiperactividad de este pequeño pez, que coge muy rápido el alimento. Tambien pueden sucederse peleas territoriales entre otras Damiselas (tanto de su misma especie con las de otros géneros) por lo que, en caso de querer asociar más de una Damisela en un acuario, se deben introducir todas a la vez y en la fase juvenil pudiendo formarse bancos de peces muy atractivos. Una de las particularidades de este pez es que, si el acuario en el que vive no contiene un gran número de peces, su líbrea se apaga y su comportamiento se vuelve extremadamente tímido, dejándose ver sólo para comer. Para solucionar este problema es necesario que conviva con un buen número de peces de su mismo tamaño o algo mayores pero siempre que sean pacíficos y relativamente tranquilos. Para ello es necesario que el acuario sea grande (de más de 100 litros) ya que en recipientes demasiado pequeños su comportamiento territorial se acentúa bastante pudiendo dañar a peces que no puedan hacerle frente, por lo que sólo podrán vivir con esta Damisela peces agresivos que puedan amedrentarla y en poca cantidad. Son compañeros ideales los peces Payaso, los Anthias, los peces Mariposa, los peces Cirujano, Lábridos de todo tipo y algunas especies de Gobios. Aprecia mucho los corales ramificantes como los Acropora, a los que usa como límite territorial, y no causa daño alguno a Anémonas, Cerianthus, gusanos tubícolas ni otros invertebrados ornamentales.
Es de los pocos peces marinos que pueden reproducirse con éxito y bastante facilidad en un acuario que se mantenga en unas condiciones mínimamente buenas. Para lograr la reproducción es necesario aclimatar varios ejemplares adultos en el mismo recipiente desde su fase más juvenil y proveerles abundantes escondites. El mantenimiento de las tasas de nitrógeno bajo mínimos y la estabilidad de las condiciones del agua ayudan muchísimo. Los bancos de estas Damiselas se rigen de forma jerárquica estando controlados por un macho dominante que es el que se aparea con una de sus hembras tras un agitado y tumultuoso baile nupcial. Los huevos son puestos en sitios recónditos y son custodiados por el macho de forma muy violenta hasta que eclosionan, momento a partir del cual pueden permanecer junto a su padre durante casi un mes ya que éste se encarga de procurarles el alimento. Es mejor dejar solo al macho durante este momento ya que se vuelve extremadamente agresivo. Los alevines pueden alimentarse de todo tipo de alimentos que entren por su boca y son bastante más resistentes a la polución del agua y a las desviaciones bruscas de sus condiciones que, por ejemplo, los alevines de los peces Payaso y los de los Apogones.
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