Entre los peces Cirujano, animales muy comunes en casi todo tipo de acuarios marinos por sus deslumbrantes colores y su eficacia a la hora de vaciar los tanques de algas filamentosas, se encuentra una particular especie bastante distinta del resto: El denominado pez unicornio. Se trata de un pez muy elegante, que alcanza grandes dimensiones y que se acostumbra rápidamente a la cautividad, aunque como ocurre con el resto de especies de la família su mantenimiento es delicado debido a su sensibilidad a la contaminación y a las enfermedades cutáneas. De forma natural habita tanto en aguas oceánicas (en todo el indopacífico) y en aguas cerradas (en el mar rojo) y está siempre asociado a arrecifes de coral.
La única característica que lo relaciona con los demás peces Cirujano es la presencia de estiletes cortantes en cada lado del pedúnculo caudal, pues su apariencia física tiene poco en común con las demás especies. El cuerpo está comprimido lateralmente y dispone de una piel muy lisa con escamas diminutas para reducir su resistencia al agua lo que, junto con la robustez de sus músculos, le permite nadar en aguas muy movidas y turbulentas sin dificultades. La aleta dorsal es corta, con los primeros radios afilados y se extiende desde el final de la cabeza hasta el pedúnculo caudal. La anal, tambien muy corta, va desde el ano hasta el pedúnculo caudal. La aleta caudal tiene forma de lira y, a medida que avanza la edad del pez, desarrolla un largo filamento (que puede sobrepasar los 10 centímetros) en cada lóbulo de la misma. A diferencia de casi todas las especies del género Naso, este pez no presenta la típica portuberancia ósea en la zona superior de la cabeza (que es perfectamente visible en otras especies como el Naso unicornis). Tambien es común en todo el género la presencia de dos estiletes erectos y cortantes a cada lado del pedúnculo caudal. En el caso de este género de Cirujanos, estos estiletes son muy grandes (algunos llegan al centímetro de largo) y producen profundos y grandes cortes a otros peces o a las manos del acuarista que no tenga cuidado suficiente al manipularlos, aunque no segregan ningun veneno. Este pez goza de una líbrea muy llamativa que varia entre la fase juvenil y adulta: Los primeros presentan un fondo de color blanco con las aletas dorsalo y anal de color amarillo limón, una franja de color azul celeste que recorre la base de la aleta dorsal, un fondo blanco en la aleta caudal con los bordes de la misma de color negro, la zona frontal de color amarillo, algunos dibujos amarillos en la cara y las aletas pectorales y las anales transparentes. Los adultos, por su parte, presentan un color base más oscuro (que en algunos casos llega a ser casi negro) y conservan los tonos amarillos de su cuerpo, aunque las aletas pectorales y las anales se vuelven negras. En ambos casos los estiletes caudales son de color amarillo anaranjado. Debido a que en cautividad no alcanzan nunca su completo desarrollo, el dimorfismo sexual es aún imposible de determinar (aunque en la naturaleza se cree que los machos son más grandes y oscuros que las hembras). Puede superar los 10 años de vida en acuario.
A pesar de su magnífico aspecto y su líbrea, este pez es poco común en los acuarios domésticos debido a su susceptibilidad a las condiciones inadecuadas de mantenimiento y a las enfermedades cutáneas, algo que ocurre especialmente si se intentan aclimatar ejemplares adultos (algo aplicable tambien a especímenes adultos que han sido criados en acuario desde jóvenes pero que han pasado años en el mismo recipiente; No le gustan los cambios de hogar y suele responder dejando de alimentarse hasta morir), por lo que siempre deben introducirse peces jóvenes. El acuario destinado a mantener a este pez debe ser muy grande, de unos 600 - 800 litros como mínimo, y debe contener abundantes rocas vivas, macroalgas y Corales para que el pez busque sus suplementos alimenticios preferidos durante sus primeros días de cautiverio así como para permitirle esconderse cuando lo desee. Es importante dejar libre la zona central del tanque para que nade tranquilamente y el agua debe estar fuertemente agitada y oxigenada. La iluminación debe ser muy intensa para permitir el desarrollo de las indispensables algas verdes que componen casi la totalidad de su alimentación y se deben realizar cambios parciales de agua al menos una vez a la semana. El uso de un buen espumador de proteínas es indispensable para evitar la acumulación de urea y otros compuestos orgánicos nocivos que no son bien tolerados por este animal. Como tienen tendencia a saltar (especialmente ante cualquier susto o si el acuario se les queda pequeño) conviene tapar bien el tanque. La tasa de nitratos no debe sobrepasar las 10 ppm y los nitritos y el amoniaco deben estar totalmente ausentes. Este pez es muy sensible a las enfermedades cutáneas como el punto blanco, el Oodinium y el punto negro, enfermedades que deben tratarse con Ozonizadores o lámparas UV debido a que los compuestos de cobre son nocivos para esta especie. Siempre que el pez lleve en el mismo recipiente desde la fase juvenil, sea un adulto sano, bien alimentado y que viva en un tanque grande, es uno de los Cirujanos más resistentes que se pueden mantener llegando a tolerar incluso tasas de nitratos de hasta 80 ppm y siendo mucho menos sensible a las enfermedades.
A pesar de que su adaptación a los piensos comerciales es bastante complicada, el mantenimiento de unas buenas condiciones acuáticas ayuda en gran parte a que acepte rápidamente la comida congelada y, después, los alimentos secos y los granulados. Los ejemplares adultos que estén perfectamente adaptados a la cautividad se llegan a comer los alimentos más insospechados (pan, palomitas de maíz, bollería, Caracoles terrestres con cáscara, escarabajos, moscas, avispas, ...) pero para que se mantengan siempre sanos su alimento principal debe ser vegetal y se puede complementar con tres o cuatro tomas semanales de Artemias, Tubifex u otras presas vivas o congeladas. Es de los Cirujanos menos tímidos en acuario ya que reconoce a su cuidador y acude a comer de su mano. La falta de alimentos adecuados produce deformaciones corporales debido al exceso de grasas saturadas y la muerte prematura, y una alimentación insuficiente provoca un adelgazamiento severo y gradual del que difícilmente se recupera.
Es uno de los Cirujanos más pacíficos siempre que no se mezcle con otros individuos de su especie o con ejemplares de otras especies de Naso ya que se enfrentan brutalmente por el territorio hasta la muerte. Tampoco conviene asociarlo con otras especies de Cirujanos (Zebrasoma, Acanthurus, ...) para evitar trifulcas por el territorio, aunque puede llegar a convivir en armonía con otros Cirujanos (excepto con los del género Naso) en acuarios muy grandes (de más de 2000 litros) y siempre que todos los ejemplares se introduzcan a la vez en la fase juvenil. Los peces demasiado lentos o tímidos (Mandarines, peces Globo, Caballitos de mar y demás) pueden quedarse desnutridos al no poder alcanzar el alimento o quedar constantemente intimidados, por lo que sólo se aconseja su asociación con peces de su mismo tamaño y que tengan la velocidad suficiente para poder atrapar el alimento antes que él (peces Mariposa, peces Ángel grandes, peces Ballesta, Damiselas, algunos Lábridos, ...). No causa daño alguno a Corales, Anémonas, Cerianthus, Crustáceos (a menos que sean diminutos), moluscos ni otros invertebrados ornamentales pero daña considerablemente las colonias de macroalgas ornamentales al alimentarse de ellas.
La reproducción de este pez en acuario es, hoy por hoy, imposible debido, por un lado, a largo y delicadísimo estadio planctónico de las larvas y a la imposibilidad de mantener a varios ejemplares juntos. En la naturaleza dispersan los huevos cerca de la superfície y las corrientes marinas los dispersan por todas partes. Tras eclosionar, las larvas permanecen entre el plancton superficial antes de comenzar la fase adulta cerca del fondo.
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