Aunque no tan atractivos como los Guramis Perla o los Enanos, los denominados de tres puntos son los más resistentes de todos los Guramis ya que sobreviven perfectamente en cualquier tipo de agua y a muy variadas condiciones de mantenimiento que incluyen las bajas temperaturas y la presencia de fuertes corrientes en el agua. Viven en pequeños grupos formados por un solo macho y varias hembras, siempre bajo espesos mantos de plantas flotantes o entre densos amontonamientos de plantas sumergidas, rondando igualmente los troncos o piedras de gran tamaño. Al igual que el resto de Guramis, el de tres puntos procede del Sureste Asiático (Vietnam, Camboya y Tailandia especialmente), viviendo en todo tipo de aguas aunque prefiriendo las estancadas y bastante turbias.
Tienen el cuerpo muy comprimido lateralmente, con aletas cortas y poco gruesas y músculos bastante atrofiados, lo que demuestra que no estan acostumbrados a moverse excesivamente. Su boca es supera y posee minúsculos dientes con los que trituran sus alimentos. La aleta dorsal se sitúa casi en la zona media del cuerpo y es bastante corta y poco visible. Las pectorales son redondeadas, la caudal está un poco bifurcada asemejándose a un corazón y la aleta anal (que va desde el ano hasta el pedúnculo caudal) es la más alargada. Como característica principal (que comparten con todos los demás Guramis) se puede mencionar la estructura filiforme de las aletas ventrales, que funcionan como órganos sensoriales auxiliares en aguas demasiado turbias. También poseen, al igual que el resto de Laberíntidos, un pulmón suplementario que les permite tomar directamente el oxígeno atmosférico. A pesar de que se les conoce comunmente como Guramis de tres puntos, en realidad en muy escasas ocasiones se ven peces con estos puntos a la venta. La selección genética artificial ha creado dos variedades principales: La azul cobalto (cuerpo azul con algunas manchas de azul marino y aletas con puntos de color azul claro) y la dorada (cuerpo amarillo con alguna o ninguna raya naranja y aletas con puntos amarillos), mencionando la cada vez más popular tigre (cuerpo azul con varias franjas verticales paralelas de color azul marino que van desde el morro hasta el pedúnculo caudal). Los salvajes son de color azul cielo muy claro y presentan tres puntos negros en cada flanco: Uno al lado de los opérculos, otro en mitad del cuerpo y otro en el pedúnculo caudal. El dimorfismo sexual, apreciable a partir de los cinco meses de vida, consiste básicamente en que la aleta dorsal de los machos es más grande y puntiaguda que la de las hembras, siendo estas más pequeñas, con colores menos vivos y con el vientre abultado. Pueden medir hasta 15 cm de longitud y vivir más de 5 años.
Es el gurami más fácil de mantener en un acuario debido a sus casi nulas exigencias de mantenimiento. Para un solo ejemplar basta un acuario de 40 litros de agua, debiendo aumentarlo hsasta 150 o 200 si se desea mantener a un solo macho con varias hembras. La decoración debe formarse por grandes marañas de plantas sumergidas además de muchos troncos, raíces o piedras que les proporcionen escondites. Es muy recomendable instalar plantas flotantes (Lemna Minor, Pistia, Eicchornia Crassipes, ...) para que se sientan como en casa, así como mantener una luz más bien ténue y un sustrato de color oscuro que realza sus líbreas. Aunque es más beneficioso mantenerlos en aguas casi estancadas y muy poco oxigenadas, se adaptan sin ningun problema a aguas bastante movidas y aireadas (también a luces muy intensas), mejor incluso que otras especies populares como el Gurami Perla. Es recomendable mantenerlos en aguas ácidas y blandas (pH entre 5 y 6,5 y dureza menor que 10 ºdGH) para aumentar su calidad de vida, viviendo sin ningun problema en aguas mucho más alcalinas y duras (pH de hasta 9 y durezas de hasta 50 ºdGH). Es muy aconsejable filtrar mediante turba para mantener el agua blanda y ácida. La temperatura puede variar entre 16 y 35 ºC (siendo la óptima entre 24 y 28 ºC para evitar problemas). Los niveles de nitrato deben mantenerse siempre por debajo de 50 ppm, y los nitritos y el amoniaco a 0 ppm. Cualquier sobreexceso de estos contaminantes debilita a la larga su sistema immunitario haciendo que sean atacados por todo tipo de enfermedades. Son perfectamente dados a contraer el Iridiovirus del Gurami pero con mucha menos facilidad que las Colisas, por ejemplo. Se puede decir que es muy resistente a las enfermedades de todo tipo siempre que se les mantenga en las condiciones adecuadas y con variaciones bruscas inexistentes.
No presentan ningun problema para alimentarse en cautividad incluso durante la fase de aclimatación, siendo extremadamente rápidos y voraces a la hora de comer. Aceptan sin miramientos escamas, gránulos, vivos, congelados y liofilizados, siendo muy aficionados a las larvas de insecto. Si no reciben suficiente materia vegetal es posible que devoren las hojas blandas de las plantas acuáticas. Si dieta ideal debe estar compuesta por proteínas poco voluminosas (escamas, gránulos y congelados genéricos) y vegetales (Escamas para hervívoros, lechuga, algas, ...). Si estan muy estresados, asustados o enfermos pueden dejar de comer hasta tranquilizarse. Aunque en la mayoría de casos los peces vuelven a comer otros se dejan morir de hambre.
Son los más activos y confiados entre los distintos Guramis (además de unos de los más agresivos) adaptándose perfectamente a la convivencia con gran cantidad de especies. No conviene, sin embargo, mezclarlos con peces demasiado rápidos, como las Cebritas, que pueden dejarlos sin alimento, mordedores de aletas, como muchos Barbos, que destrozan sus largas aletas ventrales, cíclidos demasiado grandes o temperamentales, como los Bocas de fuego o los Convictos, que los intimidan y otros laberíntidos como los Bettas para evitar brutales peleas por el dominio del territorio. Jamás se debe juntar a más de un macho en un mismo acuario para evitar que luchen hasta la muerte. Su agresividad crece a medida que se hacen adultos, momento en el que algunos ejemplares se convierten en un verdadero incordio para peces demasiado pequeños a los que persiguen constantemente, llegando a morder las aletas de otros peces de su mismo o mayor tamaño. Otros pasan olímpicamente de todos sus compañeros durante toda su vida y otros se unen a ellos para convivir en paz. No es recomendable mantener una sola hembra con un macho para evitar que la acose constantemente. Pueden ser asociados con peces de tamaño no excesivamente pequeño (Neones, Arlequines, Tetras fantasma rojos y similares), peces de fondo como Ancistrus, Plecostomos y Otocinclos y algunos peces de superfície tranquilos como los Peces hacha.
Es bastante sencillo reproducirlos en cautividad siempre que se cumplan ciertas condiciones. La pareja reproductora debe mantenerse en un acuario de cría de unos 40 litros, específico, abundantemente decorado con troncos y fibras de plástico densas, agua muy ácida y blanda (pH entre 5 y 6 y dureza menor que 5 ºdGH) y, especialmente, un generoso lecho de plantas flotantes de cualquier tipo. La temperatura debe mantenerse entre 26 y 28 ºC. Es muy aconsejable separar al macho de la hembra durante unos días para evitar que pueda llegar a matarla (una divisoria de cristal en mitad del acuario es suficiente). Durante este tiempo se debe alimentar a los futuros padres con abundantes presas vivas. Cuando el macho construye un nido de burbujas y la hembra, con el vientre muy hinchado, lo sigue a través de la divisoria, significa que están ya listos para desovar. El cortejo, algo violento, termina bajo el nido de burbujas construido por el macho. La hembra expulsa hasta 150 huevos, que son fecundados y trasladados al nido por el macho. Una vez terminado el desove el macho se encarga en solitario de vigilar sus preciados huevos, matando a cualquier intruso que se acerque demasiado (incluso a la hembra, que debe ser retirada para evitarlo). La eclosión ocurre a los dos días del desove, y el macho permanece con sus hijos hasta que agotan el saco vitelino. Una vez lo han reabsorbido hay que retirar al macho para evitar que devore a los alevines. Estos se pueden alimentar con microalimentos (preparados en suspensión o Infusorios) y crecen con bastante rapidez. Es necesario tapar muy bien el acuario para evitar cualquier diferencia excesiva de temperatura entre el agua y el aire superficial, un problema que resulta mortal para los alevines al estar desarrollándose aún el laberinto. No son muy sensibles a las concentraciones elevadas de nitrato (nunca por encima de 30 ppm) pero sí a las variaciones bruscas de los parámetros acuáticos, especialmente de la temperatura.
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