sábado, 29 de junio de 2013

Dolabella Auricularia - Liebre marina

Las algas verdes filamentosas son, para algunos, un elemento antiestético e invasor que hay que eliminar. Existen muchos peces capaces de devorar eficazmente las algas filamentosas en poco tiempo aunque acaban tambien con las demás algas del acuario (macroalgas como las Caulerpas, las rojas y demás). Las Dolabellas son una especie de babosas marinas especializadas en alimentarse de algas verdes filamentosas, por lo que su presencia en un acuario marino asegura que la cantidad de estas algas esté siempre controlada o sea nula. Se pueden encontrar en muchas zonas del océano Índico y del este del Pacífico, asociadas a arrecifes coralinos o zonas mixtas de arena, roca y alga. Son animales solitarios, juntándose únicamente durante la época de reproducción.

Todo el cuerpo de estos animales está desprovisto de caparazón, siendo muy vulnerables a sus depredadores naturales siempre que puedan encontrarlas al camuflarse muy bien sobre los sustratos en los que se mueven. La forma de su cuerpo visto desde arriba recuerda levemente a un triángulo, ensanchándose el mismo desde la cabeza hasta los cuartos traseros. El vientre es aplanado y está cubierto de minúsculas ventosas que les permiten adherirse a cualquier superfície. En toda la superfície corporal presentan un gran número de excrecencias carnosas semejantres a velos no ondulantes que les ayudan a romper su contorno, engañando a sus depredadores al confundirse con rocas e incluso con algas que tengan la misma forma. En la cabeza presenta, al igual que los caracoles terrestres, dos antenas erguidas y dos apéndices bajo la cara que, al igual que las excrecencias del resto del cuerpo, tienen la función de romper el contorno del animal. Presentan un ojo muy pequeño, de color oscuro y bastante visible en cada lado de la cara que se cubren con piel muy gruesa cuando duermen durante la noche. Una particularidad de estas babosas es que disponen, en la zona dorsal, de tres agujeros muy visibles cada uno de los cuales realiza una función distunta. El primero, justo después de la cabeza, es el canal reproductor por el que expulsan las células reproductoras. El segundo, en mitad del cuerpo, es el canal de respiración, consistente en un sifón que se abre y se cierra a voluntad del animal. El último, en la zona trasera del animal, es el canal de desechos por el que expulsan los residuos alimenticios. Su coloración, bastante variable, consiste en una gran cantidad de manchas irregulares redondeadas de color blanquecino o muy oscuro sobre un fondo gris, marronoso, amarillo claro e incluso verdoso, variando considerablemente segun el color del fondo de su hábitat. Dicho color no puede cambiar bruscamente como el de los Pulpos. No presentan ningun dimorfismo sexual, pueden medir 10 cm de largo y vivir más de 5 años si se respetan sus exigencias vitales.
Sólo presenta un requisito para vivir en un acuario: Disponer de suficientes cantidades de algas verdes filamentosas para alimentarse sin limitaciones. El volumen del acuario puede ser como mínimo de 30 - 40 litros, y la decoración debe estar formada por abundantes rocas vivas o cualquier otro adorno sólido, formando bastantes encueves y escondites para que pueda aguacerse durante la noche para dormir u ocultarse en caso de peligro. Necesitan que al agua esté fuertemente oxigenada y agitada, con una potente iluminación que promueva el desarrollo continuo y abundante de las algas filamentosas de las que se alimenta. Es necesario filtrar muy bien el agua, sifonear el fondo y disponer de un excelente Skimmer para tratar las enormes cantidades de excrementos de gran tamaño que producen. El sustrato debe ser claro y de grano más bien fino para que no se dañe su vientre al moverse sobre él. Es muy recomendable colocar adornos pesados y que estén bien estables o fjados con pegamento atóxico ya que puede causar derrumbes al moverse sobre ellos. La densidad debe estar entre 1.020 y 1.025, y la temperatura entre 22 y 30 ºC. No son extremadamente sensibles a la contaminación orgánica, tolerando hasta 1 ppm de nitrito y amoniaco y hasta 400 ppm de nitrato, aunque conviene mantenerlos bajos para evitar problemas futuros. No toleran ninguna variación excesivamente bruscas de ningun parámetro acuático, muriendo rápidamente si esto sucede. Cuando las Dolabellas desarrollan manchas acuosas en el cuerpo o el agua empieza a oler a podrido es señal de que están muriéndose, debiendo sacarlas immediatamente para evitar que el agua se pudra. Es importante no exponerlas al aire libre al introducirlas en el acuario ya que pueden captar burbujas de aire causantes de una futura pudrición interna y muerte.
A pesar de que no son exigentes con las condiciones acuáticas, su delicada alimentación basada exclusivamente en algas verdes filamentosas es la causa de que mueran prematuramente en muchos acuarios. Para que se mantengan sanas es indispensable asegurar el crecimiento riguroso de estas algas a base de una potente iluminación y corrientes intensas. Si no crecen estas algas se deben introducir constantemente algunos ramilletes para que puedan comérselas. Otro método eficaz consiste en alimentarlas a base de escamas de alga Spirulina para peces hervívoros, poniéndoselas en el morro cuando suben a la superficie de vez en cuanto, devorándolas rápidamente abriendo y cerrando la rádula que tienen. Con esta dieta sobreviven de forma totalmente normal sin problemas graves. Es necesario darles generosas cantidades de estas escamas para suplir la carencia de algas filamentosas. Es inútil alimentarlas sólo con alimentos congelados, gránulos o escamas genéricos, pues aunque los aceptan sin reparos acaban muriendo al no tener ningun suplemento vegetal.
No presenta ningun problema de convivencia con ningun animal marino ya que no interactua con ellos. Algunos animales carnívoros como algunos crustáceos, cefalópodos o peces como los Ballestas pueden mordisquearlas completamente y estresarlas hasta que acaban muriendo. Los peces demasiado curiosos pueden morder constantemente las excrecencias de su cuerpo. Son bastante sensibles a las toxinas segregadas por algunos invertebrados (especialmente Anémonas y corales como las Euphillias, con los que no conviene asociarlas para evitar problemas de envenenamiento). Un ejemplo de asociación consiste en Cardenalas, Caballitos de mar, Peces globo, peces Payaso, Mandarines, Caracoles y gambas del género Lysmata y corales blandos como las Xenias o las Sinularias.
No se ha consueguido su reproducción en cautividad. En su hábitat natural depositan sus huevos en rocas y luego se desentienden de ellos. Las larvas se mantienen adheridas a las rocas sobre las que nacen alimentándose de mantos de algas tapizantes.



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